La vida de Marilena Antunes, especialista en biotecnología del Tec, siempre ha estado rodeada de los alimentos. Desde la panadería que abrió su padre en Venezuela cuando ella era niña hasta sus investigaciones sobre alimentos mexicanos, como el nopal.
Ganadora del Premio Mujer Tec 2024 en la categoría de Ciencia, Antunes descubrió el gusto por esta desde adolescente; en la secundaria estudió en el laboratorio de biología y aprendió cómo funciona el cuerpo y a elaborar ciertos alimentos.
Un proyecto para ralentizar el crecimiento de tumores malignos
Desde que comenzó a estudiar el doctorado en el Tec, la investigadora se ha enfocado en distintos alimentos y en formas de amplificar sus beneficios en forma de productos.
“Lo resumiría como el análisis de los alimentos de la dieta autóctona mexicana para incentivar su consumo a través de la formación de nuevos productos que sean accesibles y aprovechar los subproductos de la industria agroalimentaria”, explica.
Varias de sus investigaciones giran alrededor de las propiedades del nopal, un alimento que, dice, los jóvenes mexicanos han dejado de utilizar debido al fácil acceso que se tiene a otros alimentos. En este sentido, Antunes investiga la manera en que los flavonoides de los nopales ayudan a ralentizar el crecimiento de un tumor cancerígeno.
“En el nopal hemos visto que en ese tipo de moléculas tiene la capacidad de generar muerte en las células de cáncer de colon, con un mínimo imapcto en las células sanas del sistema inmune”, explica.
Esta investigación, por ejemplo, ya se ha llevado a una etapa con ratones, a los cuales se ha observado una reducción importante en los tumores.
“Tenemos un proyecto como formulación, en proceso de que pueda ser notificado como invención, es un producto que es una bebida”, dice.
Otra de sus líneas de investigación está en el aprovechamiento de subproductos de la industria agroalimentaria, como la cáscara de piña.
“Por procesos de fermantación a estado sólido logramos liberar componentes que quedan en esa matriz que tiene efectos antinflamantorios importantes”, cuenta.
La ciencia es demandante
Otro de los subproductos que ha analizado es la semilla de tuna la cual, a pesar de ser muy pequeña posee cualidades como Omegas-3, la cual quieren utilizar para beneficiar a niños con obesidad.
La investigadora cuenta que de la carrera en farmacéutica al doctorado en biotecnología en 2014 no se ha topado con ninguna limitante externa, excepto que le ha sido difícil encontrar un balance entre la vida profesional y la personal.
“Si bien todos te apoyan, también quieres estar en otros roles. Pero la ciencia es demandante, sobre todo si quieres contribuir de manera importante, requiere tiempo”, cuenta.
Para las mujeres que desean dedicarse a la ciencia, Antunes recomienda seguridad en sí mismas: “Inténtalo, no te limites, aunque no es fácil”.