Sebastian Thrun, exvicepresidente de Google, presidente del consejo de Udacity y profesor investigador en la Universidad de Stanford, dice que la tecnología es una herramienta que puede democratizar las oportunidades en educación a nivel global.
En una entrevista con TecScience, Thrun habla sobre el papel de la tecnología, especialmente la Inteligencia Artificial (IA), como una fuerza niveladora en la sociedad.
“La tecnología es la gran fuerza niveladora de la sociedad, que hará posible que todas las personas en el mundo tengan acceso a una educación de alta calidad y eso es realmente emocionante. Históricamente no ha sido el caso”.
Thrun fue uno de los invitados de la reunión de Consejeros 2024 del Tec de Monterrey, que congrega anualmente a la Asamblea de Asociados, el máximo organismo de gobierno de la institución.
Él dice que, históricamente, solo grupos privilegiados tenían acceso a una educación de calidad en instituciones de élite, pero, gracias a la tecnología, las personas pueden acceder −cada vez más comúnmente− a mejor educación, sin importar su lugar de origen o situación socioeconómica.
“Creo que podremos democratizar la capacidad de realizar investigación y educación a escala global. Por primera vez en la historia, viviremos en un mundo donde, sin importar dónde hayas nacido, ya sea en Indonesia, Bangladesh o América del Norte, tendrás las mismas oportunidades. Eso va a ser increíble”.
Educación, tecnología e investigación, vías para el desarrollo
Thrun ejemplifica este punto con el caso de Udacity, que tiene como objetivo llevar educación de primer nivel a 24 países, incluso algunos en vías de desarrollo, como el caso de Egipto.
En esta región, el impacto económico positivo que ha tenido dentro de los trabajadores freelancers, se reporta en un 750%; con una inversión gubernamental de 16 millones de dólares y un retorno de inversión hacia la comunidad freelancer de alrededor de 120 millones de dólares, resultado de una educación continua mediante cursos en línea.
“Eso significa que, por cada dólar gastado en educación, Egipto obtiene de vuelta 7.5 en ingresos internacionales”, afirma Thrun.
Además destaca tres dimensiones clave que pueden dar forma al futuro de la educación y la investigación: la globalización, el aprendizaje para toda la vida y la posibilidad de personalizar lo que aprendemos.
Esta hiperpersonalización significa que, el contenido que cada estudiante ve, está pensado y hecho únicamente para esa persona, algo muy diferente a las clases tradicionales donde cientos de estudiantes escuchaban al docente al mismo tiempo.
“La personalización se hace desde hace décadas con tutores para cada alumno, pero, ahora con la IA, podría hacerse a una escala mayor y podríamos convertir a nuestros niños y estudiantes en personas mucho más inteligentes”.
Retos y oportunidades para una democratización de la educación
A pesar de las innovaciones, también reconoce que las instituciones educativas no se han adaptado lo suficientemente rápido a estos cambios.
Sugiere una actitud proactiva por parte de las universidades y centros educativos para abrazar la tecnología y mantenerse al día con el acelerado progreso tecnológico.
“Existe la oportunidad para países como México, de adoptar de manera activa la tecnología en la educación e investigación y así obtener una ventaja sobre otros países. Es fundamentalmente una cuestión de mentalidad, si los educadores, políticos e investigadores están dispuestos a hacerlo pueden alcanzar un conjunto mucho más amplío de estudiantes”, asegura.
