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Innovación y creatividad: cómo vivir esta evolución tecnológica sin precedentes

En el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, experto reflexiona sobre el ritmo vertiginoso de la tecnología y el rol activo que debemos asumir.
Ilustración del autor
"No basta con desarrollar o utilizar tecnología; debemos preguntarnos quién la emplea, para qué y con qué consecuencias". (Foto: Cortesía. Ilustración: TecScience)

Por Pedro Ponce

Imagina un profesor que desea integrar herramientas educativas digitales en sus clases con el fin de hacerlas más atractivas y eficientes. Entonces aprende a usar herramientas como Google Classroom y Kahoot, pero cuando apenas logra dominarlas, ya se imponen nuevas formas de enseñanza, como IA personalizada, avatares que explican temas, y entornos de aprendizaje inmersivos.

Hoy en día, estamos presenciando una evolución tecnológica sin precedentes, con cambios radicales que transforman nuestra realidad en periodos muy cortos, al punto de que resulta difícil seguir el ritmo de todas las innovaciones existentes. Al mismo tiempo, no terminamos de entender una tecnología cuando aparece otra.

La generación de tecnología es un reflejo del ingenio humano y la creatividad, un motor constante de ideas que impulsa nuestro desarrollo como sociedad. A lo largo de nuestra historia, cada avance tecnológico ha marcado un antes y un después en nuestra forma de vivir, trabajar y relacionarnos.

Sin embargo, este ritmo vertiginoso también conlleva grandes responsabilidades. No basta con desarrollar o utilizar tecnología; debemos preguntarnos quién la emplea, para qué y con qué consecuencias. La creación de conocimiento y la innovación tecnológica ocurren en entornos que fomentan la creatividad, pero también requieren la construcción de vínculos más fuertes entre la generación de ideas, la protección de la propiedad intelectual y la creación de productos o servicios para el mercado.

Por otro lado, existe una relación directa entre quienes diseñan la tecnología y quienes la utilizan. Por ello, es fundamental asumir un rol activo en este ecosistema, no solo como generadores o consumidores, sino también como participantes en la toma de decisiones y en la formulación de regulaciones que definirán el futuro del empleo y el impacto de la tecnología en nuestra sociedad. Tenemos que asumir un rol de responsabilidad tecnológica.

Uno de los desafíos más relevantes dentro de este ecosistema de creatividad e innovación es la correcta protección de la propiedad intelectual. Con la irrupción de la inteligencia artificial, surgen preguntas complejas: ¿puede una IA ser considerada coautora de una invención? ¿Cómo se equilibra el derecho de los creadores con el uso masivo de estas herramientas? ¿Forma parte del proceso creativo y del desarrollo tecnológico acelerado? Estas cuestiones no solo afectan a las grandes corporaciones, sino también a startups y emprendedores que construyen una economía del conocimiento en constante evolución.

Estamos en un momento en el que cualquier persona con acceso a las herramientas adecuadas y el conocimiento necesario puede innovar, crear, proteger su innovación y transformar la realidad tecnológica actual. Esto significa que no solo debemos adaptarnos a los cambios, sino involucrarnos activamente en ellos. La creatividad, las ideas, las invenciones y la tecnología no son elementos aislados, sino piezas clave en la evolución de una economía basada en el conocimiento, donde los desarrollos tecnológicos se elaboran teniendo como eje las necesidades de nuestra sociedad.

Si queremos un desarrollo sostenible y equitativo, es el momento adecuado de dejar de ver la tecnología como algo externo y empezar a asumir nuestro papel dentro de este proceso. No se trata solo de aprovechar los beneficios, sino de comprender y moldear todos juntos el impacto que tiene en nuestra vida y en el mundo. Al final del día, la tecnología no es solo un conjunto de herramientas ajenas a nuestras necesidades; es el reflejo del desarrollo humano y del camino que elegimos para el futuro de nuestra sociedad.

Este futuro, moldeado por los avances tecnológicos, transforma los factores que determinan la economía basada en el conocimiento. Dicha economía solidifica la creación de empleos y la generación de bienes y servicios que evolucionan constantemente para ajustarse mejor a los requerimientos de la sociedad. En este contexto, nuestro rol está cambiando y tenderá a ser cada vez más activo. Esta transición será más efectiva en ambientes que fomentan la innovación y la creatividad para que fortalezcamos nuestra capacidad de generación de conocimiento, elemento esencial activo que permite satisfacer las necesidades de la sociedad.

Pedro Ponce Cruz. Profesor investigador del Institute of Advanced Materials for Sustainable Manufacturing, del Tec de Monterrey. Sus líneas de investigación son: automatización de sistemas industriales, máquinas eléctricas, accionamientos eléctricos, electrónica de potencia, control lineal convencional y digital, sistemas expertos, redes neuronales y sistemas evolutivos. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 2. Tiene más de 200 publicaciones en revistas científicas, 15 libros publicados, y ha solicitado 23 patentes nacionales.

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