Han permanecido en silencio por millones de años en la naturaleza, pero recientemente han desatado escenarios apocalípticos en la imaginación de las personas y hecho que más de uno se pregunte: ¿los hongos son amigos o enemigos?
La discusión ha llegado a las redes sociales luego de que, la exitosa adaptación televisiva del videojuego The Last Of Us, presentara un futuro distópico provocado por una pandemia de un tipo de hongo real llamado cordyceps unilateralis.
¿Pueden los hongos ser la siguiente pandemia y −quizá− la encargada de nuestra extinción, o podemos usarlos para crear un futuro más brillante, más saludable y más sustentable?
Hongos: de convertir hormigas en zombis a la TV
En el primer episodio de la serie −transmitida por HBO− el actor John Hannah, en su papel de científico, menciona que existen hongos parasitarios, como el cordyceps.
Este puede infectar a algunos insectos como arañas y hormigas controlando sus acciones con la finalidad de expandirse, sin embargo, la temperatura corporal es una barrera que protege al ser humano de ser infectado por ese hongo.
“El hongo no sobrevive si la temperatura interna del huésped supera los 34 grados centígrados. Pero, ¿y si eso cambiara? ¿Qué pasaría si el mundo se volviera más cálido? Esa sería una razón para adaptarse”, señala el actor.
Esta parte de la serie está más cerca de la ciencia que de la ficción. El hongo cordyceps unilateralis sí es capaz de infectar a hormigas y se extiende principalmente en bosques tropicales, conocido, además, como el hongo que convierte hormigas en zombis.
Una investigación de João Araújo ,del departamento de Biología y Entomología de la Universidad Estatal de Pennsylvania, señalaba que existen 2,017 nuevas especies de este hongo en Brasil, Colombia, Estados Unidos, Australia y Japón.
Sin embargo, y a pesar de que el hongo es real y ha sido estudiado científicamente por décadas y diversas culturas, el mismo João ha señalado recientemente −y ante la duda de si es posible una pandemia de hongos− que aunque es poco probable, evolutivamente el hongo pudiera continuar adaptándose al calor, como se cree que lo hizo hace millones de años para poder llegar a infectar a las hormigas.
Sin embargo, las investigaciones en hongos no solo han encontrado riesgos menos apocalípticos que en la serie, sino también beneficios para el ser humano, su salud, alimentación y hasta para un futuro más sustentable.
Por ejemplo, sobre el mismo cordyceps unilateralis se ha demostrado su uso en fármacos como la cordicepina o la ciclosporina, medicamento usado en el trasplante de órganos humanos como un inmunosupresor.
Combatiendo hongos en la agricultura con metales y nanotecnología
A pesar de que no existe evidencia científica de que esta especie puedan provocar una pandemia como en The Last of Us, no significa que no existan clases que afecten aspectos de la vida de las personas, como en el caso de la agricultura.
Insectos, bacterias y, por supuesto, hongos, han representado un reto para los agricultores al infectar y dañar los cultivos.
Por ejemplo, los hongos fitopatógenos causan diversas enfermedades en las plantas al tener una capacidad para adaptarse a casi cualquier ambiente y afectar diferentes etapas de la agricultura, desde el crecimiento hasta la recolección de los cultivos.
La mayoría de estos son controlados con productos químicos pero estos, a su vez, pueden causar problemas de salud y medioambientales.
Ante esta situación, investigadores del Tec de Monterrey, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Tecnológico Nacional de México analizan el uso de la nanotecnología para combatir los hongos.
En 2021, este equipo investigó y probó el uso de nanopartículas de metales como plata, cobre, hierro, zinc, selenio, níquel y paladio para combatir de mejor manera estas plagas, sin los efectos secundarios de los productos químicos.
Hongos come-basura, que sustituyen unicel y son nutritivos
Por otra parte, el Hafiz Muhammad Nasir, investigador del Tec Nivel 2 del Sistema Nacional de Investigadores realizó un trabajo para encontrar un uso a las enzimas de hongos para enfrentar el exceso de plástico (PET) en el medio ambiente.
“Estas enzimas han emergido como candidatos para el desarrollo de procesos de degradación de PET”, se lee en el estudio en el que, además, participaron investigadores de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad de Westminster en Londres.
Estos procesos buscan sustituir la quema y acumulamiento del plástico y evitar las consecuencias ambientales que provocan, usando a los hongos como microorganismos que en un futuro pueden usarse a nivel industrial para degradar el PET.
Otro de los usos que se ha dado a los hongos es el de dar más propiedades saludables a los alimentos, como es el caso del nejayote, un residuo del proceso industrial del maíz conocido como nixtamalización.
Esta investigación, a cargo de profesores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec, busca usar la fermentación con hongos comestibles para maximizar los antioxidantes y la fibra en el nejayote.
El proceso de nixtamalización genera alrededor de 422,000 toneladas de nejayote y, al crear sólidos de este desecho junto con hongos comestibles, se tiene una alta cantidad de fibra que puede aplicarse a comidas basadas en cereales como tortillas, galletas y pan, entre otros.