Por Federico Trigos y Carlos Mario Aldana
En las últimas décadas, muchas de las grandes compañías globales encontraron proveedores de menor costo total en localidades lejanas, haciendo de la logística y el comercio internacional un gran campo de estudio y trabajo.
La pandemia por Covid-19, y más recientemente la guerra de Rusia contra Ucrania, enfatizan la sensibilidad de esa estrategia de menor costo ante eventos imprevistos. Pero si son imprevistos, ¿cómo nos podemos preparar? Y más aún: ¿deberemos aceptar opciones de proveeduría de mayor costo total para reducir el riesgo? Estas son algunas de las preguntas que las empresas globales se están haciendo hoy en día.
¡Qué problema tan complicado! Así que usemos algunas de las herramientas de la caja para problemas complejos. Una de las primeras herramientras que debemos emplear es el enfoque transdiciplinario. La transdisciplinariedad nos dice que si los problemas complejos de nuestra era van a tener una solución (o al menos una mejora en sus efectos), muy probablemente será un producto de CTIM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, o STEM, por sus siglas en inglés), pero para incrementar su probabilidad de éxito, esa solución debe involucrar ciencias cuantitativas y cualitativas tomando en cuenta todas las partes involucradas (stakeholders) y usando conceptos administrativos en su implementación y sostenibilidad.
El impacto de las cadenas de valor
Con este enfoque volvamos al reto de las cadenas de valor. Un concepto que resalta es el de nearshoring, una estrategia en la cual una organización transfiere elementos de su operación a localidades que, a pesar de estar ubicadas en otros países (o entidades federativas), están en destinos cercanos y con husos horarios semejantes promoviendo un menor riesgo operativo. Con este concepto en mente, países, entidades federativas e incluso municipios o condados tienen la oportunidad de reevaluar sus vocaciones laborales.
La banca, y en particular la banca de desarrollo, tiene un papel protagónico en la evaluación de las vocaciones laborales de una región (país, estado o municipio). Al identificar estas vocaciones y su lugar (actual o potencial) en los eslabones de las cadenas de valor globales, internacionales o nacionales, tendrá la oportunidad de impulsar organizaciones, a través de créditos, a participar o fortalecer su rol en dichos eslabones. Ben Bernanke (premio Nobel de Economía 2022), en conferencia de prensa desde la Brookings Institution, su lugar de trabajo, mencionó que la idea por la cual recibió el Nobel de Economía es que “el sistema financiero puede ser un motor de la actividad económica” o “crear grandes crisis como vimos en 2008”.
Tradicionalmente, la orientación a la cadena de valor es sobre servicio, calidad y eficiencias en tiempo/costo. Este enfoque tiene efectos adversos sobre el desarrollo sostenible y cambio climático. Ahora, ¿cómo relacionamos la eficiencia de la cadena de valor y sus impactos en el medio ambiente con el sistema financiero? Según Baid & Jayaraman, las inversiones ESG (enfoque en gobierno ambiental, social y corporativo, o Environmental, Social y Governance, por sus siglas en inglés) fueron de 40 trillones de dólares estadounidenses en 2021 y se espera un incremento de 30% sobre esta cifra para el 2025. Por ello, los inversionistas socialmente sensibles estarán motivados a considerar alinear los impactos sociales a criterios de rentabilidad.
Transdisciplinariedad para el desarrollo económico
Con todo esto en mente, los autores desarrollamos una política transdiciplinaria de asignación de créditos, donde una institución financiera puede ejercer una influencia significativa en un conjunto de industrias, tomando en cuenta ciertos objetivos (por ejemplo, el incremento en ingresos de familias locales, en ingresos de proveedores locales, etc.) relacionados con el desarrollo económico regional (país, estado o municipio), a lo largo de un horizonte de planeación determinado.
Esta política tiene como eje central un modelo de optimización sofisticado (un producto CTIM) para asignar créditos, que toma en cuenta a la sociedad en general, la institución bancaria, el empresariado, las fuerzas laborales, las empresas de proveeduría (stakeholders), etc., y considera elementos de administración para su implementación y sostenibilidad. Esta política es totalmente compatible con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Si deseas conocer más de este trabajo, te invitamos a leer nuestro artículo “A transdisciplinary policy to maximize regional supply-links economic value through credit allocation”, publicado por los autores en la prestigiada revista científica Product Management and Development.
Autores
Federico Trigos. Es profesor investigador de la EGADE Business School, del Tecnológico de Monterrey. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias. Es líder del Grupo de Investigación de Enfoque Transdisciplinario de Cadena de Valor y Oportunidades Globales de la Escuela de Negocios. Su área de interés es el desarrollo de modelos cuantitativos sostenibles que promuevan el desempeño óptimo dentro de las organizaciones. (ftrigos@tec.mx)
Carlos Mario Aldana. Es estudiante del programa doctoral en ciencias administrativas de la EGADE Business School. Su área de interés es el enfoque transdisciplinario de las finanzas de impacto sostenible. (A00787352@tec.mx)