Los editores de la publicación internacional científica Nature (entre los que se encuentran genetistas, bioquímicos e investigadores contra el cáncer) escribieron una carta dirigida a Donald Trump, a cinco días de asumir nuevamente el puesto como presidente de Estados Unidos, en la que enfatizaron la importancia de contemplar evidencias científicas sobre lo que funciona o no antes de anunciar nuevas políticas.
“Mientras se prepara para regresar a la Casa Blanca, exhortamos a que no pierda de vista la necesidad de que el gobierno de Estados Unidos continúe brindando apoyo a los investigadores, especialmente en lo que respecta a la ciencia fundamental”, acotaron como una de las peticiones primordiales.
El cambio climático como un eje principal
“La seguridad climática y energética debe ser una prioridad. Desde una perspectiva científica, no hay duda de que las actividades humanas están calentando el planeta. El consenso abrumador entre los investigadores es que todas las naciones son vulnerables a graves interrupciones si continúa la quema de combustibles fósiles”, escribieron.
La carta recordó que los efectos climáticos extremos probablemente han contribuido a los devastadores incendios forestales recientes en California y cómo el humo de estos incendios representa un grave riesgo para la salud.
Continuar con acuerdos y participar en organizaciones internacionales
Le instaron también a seguir colaborando con otros países a través de las organizaciones y acuerdos globales de los que Estados Unidos forma parte, pese a su complejidad e imperfecciones que pueden contener, siempre con la propuesta de que pueden reformarse.
“No tenerlos o retirarse de ellos pone al país y al resto del mundo en mayor riesgo. Le instamos a participar activamente. La cooperación global es la única solución viable para problemas globales”, se lee la carta.
Se espera que Trump también retire a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París de 2015 por segunda vez; completó ese proceso en 2020, pero Joe Biden se reincorporó al pacto más tarde.
Además la revista le pidió mantener “abierta la puerta” del país a que otros investigadores de otras partes del mundo contribuyan al progreso científico, al considerar que los grandes descubrimientos e innovaciones “ocurren cuando los científicos pueden comunicarse, aprender, visitar y trabajar con colegas de otros países”, permitiendo un intercambio eficiente de conocimientos y la colaboración de las mentes más brillantes, sin importar dónde hayan nacido, escribieron.
Áreas que podrían verse afectas o beneficiadas
La revista Nature enlistó también los momentos de la administración pasada de Donald Trump en los que hizo caso omiso de la ciencia como cuando promovió tratamientos no comprobados para Covid-19 y negó los riesgos del cambio climático.
“También socavó a los científicos de sus propias agencias y buscó repetidamente recortar el financiamiento para la ciencia”, explicó la publicación en otro artículo titulado What Trump 2.0 means for science: the likely winners and losers.
No obstante, es probable que haya cambios en agencias como la Agencia de Protección Ambiental (EPA) o el Departamento de Energía (DoE) y otros programas de investigación ambiental en agencias como la NASA y la NOAA, que también podrían enfrentar recortes.
Aunque los legisladores defendieron a la EPA durante el primer mandato de Trump, la dinámica política ha cambiado: muchos republicanos ahora respaldan los llamados del hombre más rico del mundo Elon Musk, nombrado como director del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), a realizar recortes masivos en el gasto federal.
Además Russell Vought, quien ha sido elegido por Trump para liderar la poderosa Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca (cargo que ocupó durante el primer mandato de Trump), ha dicho que el objetivo desde el primer día será “afectar traumáticamente” a los científicos y al personal de la EPA, haciéndolos sentir como “villanos” para que no quieran ir a trabajar y hacer su trabajo.
Más IA, más exploración espacial y menos Tierra
En el mandato anterior de Donald Trump, su asesor científico de entonces Kelvin Droegemeier promovió el apoyo a lo que llamó las “industrias del futuro” que incluye la Inteligencia Artificial, la ciencia de la información cuántica, manufactura avanzada y biotecnología, por lo que prevén que se repliquen estos apoyos en el siguiente mandato.
“La IA y la tecnología cuántica son las nuevas líneas de batalla en la rivalidad entre Estados Unidos y China, y ambos lo saben. Esto no es solo una política; es una carrera armamentista tecnológica”, dijo a Nature, Mohammed Soliman, director del programa de tecnologías estratégicas y ciberseguridad en el Middle East Institute, en Washington DC.
Otra área ganadora podría ser la exploración espacial al contender una vez más con China en este sector y también al considerar que los “magnates” del espacio han cabildeado en el Congreso para gastar más en vuelos espaciales tripulados.
Sin embargo, prevén que la administración Trump podría intentar persuadir al Congreso para cancelar el programa gubernamental de cohetes y, en su lugar, utilizar vehículos de lanzamiento desarrollados por empresas privadas, incluidas SpaceX, dirigida por Musk y leal aportador a la campaña de Trump.
Los planes de la NASA para enviar astronautas a Marte para 2040 podrían acelerarse en la administración de Trump, pues Musk ha expresado su deseo de colonizar Marte. La elección de Trump para administrador de la NASA sería el multimillonario astronauta privado Jared Isaacman, quien ha viajado con Space X.
“Sin embargo, el futuro de los programas científicos de la NASA es incierto, ya que si bien Isaacman ha apoyado la ciencia espacial, la agencia podría ver recortes en sus programas de investigación sobre la Tierra si Trump cumple su promesa de reducir la financiación de la investigación climática”, escribió Nature.
Retraso en la transición a energías limpias
Mientras que, en la DoE, Trump ha designado para dirigirla a un ejecutivo de la industria petrolera Chris Wright, la revista también prevé que las inversiones federales en varios proyectos de demostración de energía limpia podrían “desaparecer en el fondo” bajo esta dirección.
“Pero la pregunta más grande para muchos expertos en energía es cómo la promesa de Trump de aumentar los aranceles sobre bienes importados de lugares como China y México afectará la transición global hacia la energía limpia” exacerbando así las guerras comerciales, mencionaron.
Al finalizar la misiva los editores recalcaron nuevamente la importancia de apoyar a la ciencia al recordarle la “belleza del método” que ha moldeado al mundo moderno respecto a que es un proceso autocrítico en el que las malas prácticas y las ideas equivocadas eventualmente se eliminan, y la evidencia borrosa se clarifica.
“Cuanto más apoye la ciencia, mejores serán los beneficios para Estados Unidos, su gente y, en última instancia, para el planeta del que todos dependemos. Si lo hace, será un legado positivo para su administración”, concluyó la carta de Nature dirigida a Donald Trump.
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