EN

|

ES

Buscar

Las universidades de AL tienen una fuerza real: Times Higher Education

David Watkins, director del equipo de Data Science de THE, explica que las instituciones en la región no han alcanzado todo su potencial.
Hombre habla sentado en una silla
En el evento THE Latin American Universities Summit, David Watkins reflexionó sobre la importancia de sus rankings y el potencial de las universidades latinoamericanas. (Foto: Udell Jiménez/TecScience)

Times Higher Education (THE) publica los rankings en los que clasifica a las universidades, específicamente, las que se centran en la investigación científica, alrededor del mundo. Las primeras en la lista son aquellas que obtienen las mejores puntuaciones. 

Debido a su metodología y lo fiables de sus análisis estadísticos, estos rankings son considerados entre los más importantes a nivel global. 

“Nuestra meta es ayudar a las universidades a entender en qué pueden mejorar”, dice David Watkins, director del equipo de Data Science de THE, en entrevista con TecScience.  

La metodología detrás de sus listas se basa en 13 indicadores de desempeño, cuidadosamente diseñados, que se agrupan en cinco áreas:  enseñanza, investigación, citas, perspectiva internacional y relación con la industria.

Durante el evento THE Latin America Universities Summit, llevado a cabo el 3 y 4 de julio de 2023 en Campus Monterrey, Watkins profundizó sobre lo que hay detrás de sus evaluaciones, lo que podría mejorar de las universidades de América Latina y el potencial que ve en ellas. “Hay una fuerza y un potencial real”, afirma.

Una guía para tomar decisiones

¿Cuál es el objetivo de Times Higher Education?

Se han referido sobre nosotros en el pasado como el Ministerio de Educación global. Realmente no existe un Ministerio de Educación global, pero la gente siente que somos lo más parecido, porque tenemos datos alineados en todo el mundo. 

Parte de nuestra misión es realmente construir los rankings y trabajar con las universidades para ayudarlas a entender en qué pueden mejorar. 

¿Cuáles son tus deberes y responsabilidades como líder del equipo de ciencia de datos en Times Higher Education? 

Creo que hay dos partes principales del trabajo. Una es liderar el equipo, que es responsable de producir todas las clasificaciones que hacemos, lo cual va desde recopilar los datos, validarlos, asegurarse de que sean precisos y, luego, producir los rankings. 

La parte más difícil −de cualquier ciencia de datos− es obtener datos de buena calidad. He estado haciendo esto por más tiempo del que me gustaría recordar, y tengo una regla general: los datos generados por máquinas, generalmente, son bastante buenos, los datos generados por humanos, generalmente, son pésimos. 

Uno de nuestros conjuntos de datos los obtenemos de las universidades, pero muchos son generados por humanos, por lo que uno de nuestros mayores desafíos es asegurarnos de que tengamos datos de buena calidad. Suena fácil, pero no lo es, es un poco la parte difícil de nuestro trabajo. 

Después, usamos técnicas estadísticas avanzadas para asegurarnos de generar una clasificación que esté alineada con la metodología y que sea explicable al mundo exterior. Una gran parte de lo que queremos hacer es ser muy transparentes en la forma en que producimos estas clasificaciones. 

Parte de estos datos son nuestras encuestas de reputación global. Este año 39,000 académicos respondieron diciendo qué instituciones creen que son buenas. Entonces, tomamos todos esos datos, la encuesta, y los combinamos para producir las clasificaciones. 

La segunda parte es hacer un análisis de los datos que obtenemos de las clasificaciones y otras fuentes para ayudar a las universidades, los gobiernos y la industria a comprender más sobre el sector universitario y qué se puede mejorar en él. 

¿Por qué crees que son relevantes estos rankings? 

Cuando hablamos con personas ajenas a la universidad, estudiantes y padres, decimos que las clasificaciones que hacemos deben usarse como una guía para ayudar a tomar una decisión, pero nunca decimos que deben hacer su elección basándose únicamente en ellas. Úsenlos como una guía, como parte de su toma de decisión. 

Y no es solo el puntaje general, también los tenemos divididos por tema, por lo que podemos desglosar cada universidad. Por ejemplo, algunas podrían ser muy buenas en informática, otras podrían serlo en humanidades, por lo que pueden sumergirse los datos para obtener más información. 

Si miro a mi país de origen, el Reino Unido, tenemos un grupo de 24 universidades llamado Russell Group. Si nos fijamos en los Estados Unidos hay nueve universidades llamadas Ivy League. ¿Cómo llegas a la Ivy League o al Russell Group? Bueno, si eres parte del grupo inicial. Es por ello que creemos que es muy importante tener una métrica externa que esté alineada globalmente que pueda decir cómo creemos que se clasifican las universidades realmente. 

Además, creo que hay otro lado de esto que son los fondos para investigación. Obtenerlos trata en parte de la reputación y una forma de obtener una buena reputación es estar bien representado en los rankings universitarios. 

Sin embargo, creo que es importante que las universidades no persigan únicamente subir en estos rankings, creemos que ese un enfoque a muy corto plazo. Lo que realmente nos interesa son las universidades −y creo que el Tec de Monterrey es un gran ejemplo de esto− establecer una estrategia, entender cuál es su estrategia, ejecutar esa estrategia y luego, naturalmente, subirás en los rankings de una manera muy saludable. Creo que eso es muy importante también. 

El potencial de las universidades latinoamericanas 

Hablando de América Latina como región, ¿cuáles crees que son algunos de los desafíos en los que tenemos que trabajar para mejorar las universidades y la investigación en general? 

Si te soy sincero, creo que las universidades latinoamericanas no son todo lo buenas como podrían ser. No creo que su reputación sea tan fuerte como podría ser

Sin embargo, una de las cosas interesantes que hemos visto en los rankings es que, si observamos las mejores universidades de América Latina, las cuatro o cinco mejores, y yo incluiría al Tec de Monterrey ahí, en realidad les está yendo muy bien. 

Si observo las tendencias de los últimos siete años, lo que puedo ver claramente es que las mejores universidades latinoamericanas están mejorando más rápido que el promedio global de las mejores universidades del mundo. Entonces, hay una fuerza real y un potencial real. 

Sin embargo, creo que las universidades −fuera de las más altas− no están avanzando tan bien como podrían, y creo que hay varias razones detrás de ello. Una es la reputación. Si soy de la industria y no sé mucho sobre el sector universitario y estoy buscando socios de investigación, no pensaría naturalmente en América Latina. Creo que ese es uno de los retos que tiene que superar como región. 

Otro es el papel del gobierno. Si miro a Europa, por ejemplo, la Unión Europea brinda mucho apoyo a las universidades. En los Estados Unidos también obtienes muchos fondos, si miras a Australia, atraen a muchos estudiantes internacionales. Entonces, diferentes países tienen diferentes fortalezas y diferentes modelos para poder aprovechar a los gobiernos, y creo que, en general, hay una falta de apoyo unificado en América Latina

Una de las cosas que he escuchado es que los gobiernos están apoyando a sus universidades públicas, pero no a las privadas, aunque sean sin fines de lucro, y creo que −en general− esto hay que mirarlo un poco más holísticamente. 

Una de las cosas que los gobiernos podrían hacer es ayudar a mejorar las universidades sólidas. Si puedes, por ejemplo, ayudar al Tec de Monterrey a convertirse en una mejor universidad, eso tendrá un efecto en todas las universidades de México, porque la gente de repente comienza a mirarlas un poco más de cerca. Es lo que llamamos el efecto estrella. 

¿En qué crees que se destacan las universidades latinoamericanas? 

Ya mencioné la excelencia de las mejores universidades, pero también hacemos el Impact Ranking, que está alineado con los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y allí vemos que las universidades latinoamericanas realmente se suman al esfuerzo global en torno a eso. 

El Tec de Monterey nuevamente es un ejemplo de esto; ocupa el puesto 92 del mundo en el ranking de impacto. Hay pocas universidades latinoamericanas en el top 200 de los rankings universitarios mundiales. 

América Latina está en una posición muy fuerte porque tiene una gran biodiversidad, tienes la selva amazónica, que son como los pulmones del mundo, y creo que tienen una ventaja real allí. 

Creo que la clasificación de impacto es una forma de mostrar el hecho de que son tan fuertes dentro de estos objetivos sostenibles, porque se trata del futuro del planeta, y el hecho de que América Latina esté mostrando una verdadera fortaleza y liderazgo en esto es muy alentador para la región. 

El futuro de THE 

¿Qué le depara el futuro a Times Higher Education? 

Creo que siempre buscaremos mejorar los rankings; siempre buscaremos crear nuevos donde creamos que es apropiado. 

Nuestra misión, una vez más, es realmente ayudar a las universidades y a sus gobiernos, corporaciones y estudiantes asociados; eso se ha vuelto cada vez más parte de lo que mi equipo está haciendo. Estamos comenzando a trabajar mucho con gobiernos de todo el mundo que están hablando con nosotros y nos preguntan si podemos crear una clasificación para ellos y cómo pueden crear excelencia. 

Creo que una gran parte de lo que queremos poder hacer es ayudar a los gobiernos a mejorar su sector de educación superior, para que tengan la máxima ventaja para los estudiantes y la máxima ventaja para los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU. 

¿Qué mide THE?

1. Enseñanza: 
Cuál es su reputación, en términos de educación, entre miembros de la academia, qué tantos doctorados se obtienen en comparación con las licenciaturas, qué tantos miembros de su personal tienen doctorado, entre otras. 
 
2. Investigación: 
Cuál es su reputación, en términos de investigación, entre miembros de la academia. Qué tantos ingresos se generan a través de ella y qué tan productiva es. 

3. Citas: 
Cuál es el rol de la universidad en difundir nuevos conocimientos e ideas. Qué tan seguido se citan autores de ahí en libros o artículos científicos.  

4. Perspectiva internacional: 
Qué tan relevante es ante la comunidad internacional. Qué tantos alumnos, profesores, investigadores y personal internacional tienen. Qué tanto colaboran con universidades de otros países. 

5. Relación con la industria: 
Qué tanto está involucrada la universidad con los negocios y qué tanto usan su investigación para desarrollar sus productos o servicios. 

Cada una de estas categorías representa un porcentaje de la puntuación total, donde la enseñanza representa el 30%, la investigación el 30%, las citas el 30%, la perspectiva internacional el 7.5% y la relación con la industria el 2.5%.  

Notas relacionadas
Videos

¿Te gustó este contenido? ¡Compártelo!

Autor

Picture of Inés Gutiérrez Jaber