Una de las piezas fundamentales dentro del emprendimiento y dentro de la investigación que se convierte en empresas de base científica y tecnológica, es la propiedad intelectual, una herramienta que busca proteger las creaciones, investigaciones y desarrollos.
Arturo Santos García, director de la Dirección de Transferencia de Tecnología y Emprendimiento de Base Científico Tecnológico del Tec de Monterrey, explica que la propiedad intelectual ayuda a proteger el conocimiento de usos indebidos y a las empresas emergentes y emprendedores a salvaguardar sus invenciones, marcas y diseños.
Este registro de una marca o de una propiedad intelectual, también puede ayudar en la atracción de inversionistas o empresas interesadas en adquirir tecnologías innovadoras.
Recientemente, Arturo Santos fue uno de los siete ganadores del WIPO Global Awards, una competencia que premia a los mejores emprendimientos que tienen estrategias que fomenten la protección de sus invenciones y desarrollos.
El emprendimiento de Santos, llamado Centro de Retina Médica y Quirúrgica, fue premiado por destacar en el desarrollo de una patente de una plataforma de nanotecnología que permite administrar medicamentos de manera más eficiente en la retina.
Un monopolio temporal
Arturo Santos señala que la propiedad intelectual es una herramienta que busca proteger las creaciones de conocimiento mediante patentes, derechos de autor o modelos de utilidad, entre otros.
“La propiedad intelectual es cómo obtener un monopolio temporal. Cualquier persona que quiera utilizar lo que tú desarrollaste o inventaste, tendrá la obligación de pagar regalías”.
De esta manera se asegura la exclusividad de la invención o productos desarrollados durante un periodo específico y permite su comercialización.
Señala que, en el caso de los emprendedores, tener una estrategia sólida de propiedad intelectual puede ayudarles a atraer inversionistas o acceder a fuentes de financiamiento, además de fortalecer la confianza y viabilidad del emprendimiento.
En cuanto a la transferencia de tecnología, es decir, la creación de una empresa de base tecnológica o un licenciamiento de uso de tecnología creada a partir de una investigación científica, la propiedad intelectual juega un papel importante para promover la colaboración entre empresas y el mercado.
El emprendedor señala que existe una necesidad de que la investigación pase de quedarse solamente en papel o publicaciones científicas, a construir productos o empresas reales que puedan fomentar el desarrollo global.
“Los investigadores deben buscar romper ese paradigma. La investigación no es mala, pero en países como México y otros de Latinoamérica se requiere que esa investigación sea aplicada”, dice.
El directivo explica que, quienes buscan llevar su investigación al emprendimiento, deben crear una estrategia, buscando primero solicitar un registro de propiedad intelectual.
Lo primero que se busca es conocer si lo que se intenta registrar ya existe, si es de dominio público o está registrado a nombre de alguien más y no puede patentarse o registrarse de nuevo. De lo contrario, se registra en una auditoría de propiedad intelectual.
Para los investigadores y emprendedores del Tec de Monterrey, este proceso puede realizarse dentro de la Dirección Asociada de Inteligencia Tecnológica en la oficina que lidera Arturo Santos.
Después, se busca que el proyecto sea viable económicamente y tecnológicamente, siendo esta última parte una oportunidad para colaboraciones con empresas y organizaciones
Por ejemplo, si para hacer pruebas se necesita de equipo especializado que sería muy costoso de obtener, se hacen convenios con empresas que tienen ese equipo mediante un licenciamiento, donde de nueva cuenta entra la propiedad intelectual en juego para definir de qué manera el resultado será compartido entre el emprendedor y la organización que brinda la tecnología.
Cuando un producto o empresa va a salir al mercado, la propiedad intelectual también juega un papel importante, registrando y patentando la tecnología o el producto que se ha creado.
“Cuando ya se constituye esa empresa se conoce como spin off o también la tecnología puede ser adquirida mediante un contrato de licenciamiento con una empresa más grande. Esto tiene beneficios económicos, pero también empleos, prestigio y muchos beneficios y va a contribuir a hacer un cambio necesario, especialmente en países como México”.
Protección de conocimiento en el campo de la medicina
Dentro del emprendimiento en el campo de la salud, Santos señala que existen desafíos más grandes, −principalmente− debido a los estrictos controles regulatorios y las exigencias de calidad y seguridad.
Sin embargo, la protección de la propiedad intelectual es clave para acceder a oportunidades y recursos, así como para establecer alianzas estratégicas para llevar los productos al mercado.
El proceso de emprendimiento y registro de propiedad intelectual dentro del área médica suele ser más costoso, especialmente cuando existen procesos como ensayos en laboratorios, algunos primero en animales y posteriormente en humanos.
“Tienes que buscar un aliado forzosamente y sueles encontrarlo en la industria farmacéutica, entonces necesitas tener una prueba de concepto bien establecida para que genere interés. También debes tener una solicitud de patente, pues no vas a publicar tus resultados antes y los vas a hacer de dominio público”, añade.
En el caso de Santos, el WIPO Global Awards obtenido fue por la estrategia de propiedad intelectual que crearon para su emprendimiento Centro de Retina Médica y Quirúrgica, en donde desarrollaron, durante ocho años, un sistema para llevar medicamentos de manera más efectiva a los tejidos blancos del interior del globo ocular.
Esta plataforma puede ser utilizada por diversas empresas para generar productos y fármacos especializados, mediante diversos procesos en los que, gracias a la propiedad intelectual, se reconozca y gratifique a los creadores de esta plataforma por hacer uso de la misma.
Él destaca la importancia de que exista una guía experta en estos temas, especialmente, para los investigadores que emprenden sin tener el conocimiento necesario, por lo que invita a la comunidad del Tec a acercarse a la Dirección de Transferencia de Tecnología.
“Es importante que los investigadores que emprenden tengan en mente que necesitan de esas alianzas, porque es muy difícil instalar un laboratorio o una línea de producción y ellos mismos comercializar. Tenemos diferentes salidas para el emprendimiento de base científico tecnológico pero un elemento fundamental es la propiedad intelectual. Sin la propiedad intelectual el emprendimiento no existe”, señala.