Equipos de investigación del Tecnológico de Monterrey y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) participan en la creación de la Unidad para el Desarrollo Farmacéutico TEC-UNAM dentro del Distrito de Innovación Tlalpan, en el campus Ciudad de México.
Esta es una de las unidades del Centro de Investigación y Emprendimiento en Biociencias y Salud (CIEBS) y es impulsada por el Consorcio UNAM-TEC en el que, desde 2021, científicos de ambas instituciones desarrollan proyectos conjuntos para generar soluciones a los desafíos más urgentes de la sociedad.
Jonathan Magaña, líder nacional del grupo de investigación de Envejecimiento y Longevidad de la Escuela de Ingeniería y Ciencias (EIC) del Tec, comentó que la iniciativa es resultado de cinco años de trabajo colaborativo entre equipos de ambas instituciones y en el que se han generado entre 40 y 50 publicaciones científicas conjuntas. Además, el proyecto se centrará en el desarrollo tecnológico aplicado para atender necesidades en la industria farmacéutica a través del patrocinio de empresas en ese ramo.
“No queremos que se quede en investigación básica; el objetivo es originar desarrollos que verdaderamente impacten a la población”, comenta Magaña. La unidad no solo se enfocará en generar medicamentos convencionales, sino en tratamientos con tecnología farmacéutica de vanguardia. “Estamos hablando de sólidos, líquidos, semisólidos y sistemas dispersos, y terapias más avanzadas como nanoacarreadores o sistemas de liberación controlada específica”.
La plataforma estará enfocada en atender los principales problemas de salud en México y se alineará también con los proyectos insignia y las líneas de proyectos e impacto del CIEBS como: envejecimiento y longevidad, medicina de precisión —principalmente para el cáncer de próstata— así como enfermedades crónico degenerativas.
La meta: proyectos de investigación farmacéutica financiados por la industria
Esta unidad de desarrollo farmacéutico busca ser una plataforma a través de la cual se puedan transferir y licenciar tecnologías, y crear empresas de base científica y tecnológica lideradas por académicos y emprendedores, menciona Eduardo Urzúa, director de Emprendimiento Universitario de InnovaUNAM.
Uno de los principales aspectos del modelo de trabajo de este centro es que los proyectos que se lleven a cabo deberán contar con el financiamiento de una empresa externa. Por ejemplo, el investigador de la UNAM señala que hay avances para trabajar con empresas como Sartorius, que podría aportar tecnologías y equipo médico especializado.
Actualmente el proyecto se encuentra en fase de planeación y se han fijado metas para qué en aproximadamente un año ya opere, cuente con infraestructura habilitada y tenga planes de trabajo establecidos y grupos académicos definidos.
Urzúa agrega que uno de los pilares centrales para el funcionamiento de esta unidad es la sostenibilidad; la meta es que este equipo no dependa de subsidios públicos, sino que pueda generar sus propios ingresos.
“Queremos ser sostenibles, que nuestros académicos generen empresas de base tecnológica, que a su vez produzcan regalías que regresen a las instituciones”, dice. “Finalmente, esto es una inversión y tiene que dar de alguna manera regalías, licenciamientos, transferencia y venta de tecnología”.
El investigador de la UNAM destaca la colaboración entre ambas universidades —como instituciones pública y privada— para la creación de esta unidad como un esfuerzo sin precedentes que busca romper paradigmas históricos en el sistema científico y educativo de México.
Un espacio abierto para el desarrollo farmacéutico y el emprendimiento
El equipo científico que integrará el proyecto estará conformado por investigadores —académicos y estudiantes— en áreas de biotecnología y biofarmacéutica de la Facultad de Química de la UNAM y en ingeniería biotecnológica, inteligencia artificial y análisis de datos de la EIC del Tec, entre otros, dice Magaña. Además, se planea colaborar con la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud para estudios clínicos, e instituciones aliadas como el Instituto Politécnico Nacional, a través de su Unidad de Desarrollo e Investigación en Biofármacos, y empresas del sector.
La Unidad se ubicará en un área de 814 metros cuadrados dentro del CIEBS, con infraestructura y laboratorios para todo el proceso de desarrollo de fármacos, es decir, desde la investigación básica, preformulación, formulación, escalamiento, desarrollo preclínico, validación y estudios clínicos.
Además, se buscará, a través del ecosistema del Distrito de Innovación Tlalpan, la vinculación con células del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para agilizar trámites regulatorios y evitar interrupciones.
A través de esta iniciativa también se ofrecerán servicios de análisis y verificación de calidad para las empresas farmacéuticas, consultoría especializada en procesos, formulación, normatividad y escalamiento, y también en la capacitación de personal, de apoyo en el diseño de estudios de mercado por medio de análisis de inteligencia artificial y ciencia de datos.
Magaña señala que, además de esta, en la estructura del nuevo centro también se perfila la creación de una Unidad de Desarrollo Biofarmacéutico. “El objetivo es tener toda la cadena de valor de la industria farma y biofarma. Que podamos ofrecer desde el diseño hasta prácticamente (la salida) al mercado».
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