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Campus City: construir ciudades inteligentes desde las universidades

El proyecto utiliza un campus universitario como laboratorio viviente para desarrollar soluciones innovadoras.
Ilustración de una ciudad
La tecnología puede ayudar a crear ciudades inteligentes, más inclusivas, seguras y sostenibles. (Foto: Getty Images)

Mejorar las condiciones de vida de los habitantes de una ciudad es el objetivo principal de las ciudades inteligentes, también conocidas como smart cities.

Francisco Falcone, profesor investigador del Tec de Monterrey y director del Institute for Smart Cities en la Universidad Pública de Navarra, explica cómo funcionan:

Las ciudades son sistemas complejos compuestos por diversos subsistemas como transporte, energía, sanidad, agua e industria, entre otros, los cuales interactúan unos con otros.

Una ciudad inteligente no se enfoca solo en el desarrollo de la tecnología, sino en su uso para mejorar sus procesos y crear urbes más incluyentes, seguras y sostenibles. 

Este es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas ya que se prevé que más de un 60% de la población vivirá en ciudades para el año 2030.

En el mundo existen diversas estrategias para crear smart cities y algunas de ellas son parte de la iniciativa “Campus City”, que usa un campus universitario del Tecnológico de Monterrey como un laboratorio viviente para ciudades inteligentes.

Smart city

El proyecto Campus City: Challenge Living Lab for Smart Cities es una iniciativa desarrollada por investigadores del Tec de Monterrey en conjunto con FEMSA.

Su objetivo es promover la investigación, innovación y emprendimiento en temas de ciudades inteligentes.

Esta iniciativa busca crear infraestructura urbana y promover el talento humano para ayudar a resolver problemas comunitarios, industriales y gubernamentales, entre otros. 

Además, involucra tanto a profesores e investigadores como a estudiantes de diversos niveles académicos, además de gobiernos, empresas y organizaciones. 

Juntos, crean iniciativas de investigación aplicada, evalúan los resultados y publican el conocimiento que se genera dentro de sus tres pilares: movilidad, energía y agua.

Por ejemplo, una de estas iniciativas busca involucrar a los estudiantes en el tema de consumo de energía en edificios del Tec de Monterrey.

Dado a que los sistemas de aire acondicionado y ventilación son la principal fuente de consumo eléctrico de estos edificios, los alumnos buscan soluciones y presentan ideas y prototipos que pueden ser replicados en otros edificios, dentro y fuera de la universidad.

Otro ejemplo es una iniciativa de movilidad llamada UGO, realizada por investigadores y alumnos del Tec.

Este proyecto consiste en una aplicación móvil que busca ayudar a las personas a elegir la mejor ruta de traslado de un punto de la ciudad a otro.

Para lograrlo, recomienda la mejor forma de traslado, combinando diferentes modos de transporte y actualizando las rutas mediante la recopilación de información como horarios y tráfico.

José Ignacio Huertas, profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec y miembro de Campus City señala que los campus universitarios son ambientes controlados ideales para este tipo de proyectos.

Especialmente los que cuentan con un distrito de desarrollo urbano como es Distrito Tec, una iniciativa del Tec Campus Monterrey que busca el desarrollo del área circundante del campus en estas áreas de energía, movilidad y agua, entre otros.

Además, asegura que involucrar al alumnado puede ayudar a sensibilizar y acercar a los jóvenes al desarrollo tecnológico y generar cambios a mediano y largo plazo. 

Cuando estos proyectos funcionan bien, se pueden copiar a otras universidades o expandirlo a otras ciudades. Es por eso que decidimos que el lugar apropiado para implementar estas estrategias son los distritos como el de esta universidad”, dice Huertas.

Un acercamiento a las smart cities

Imaginar un escenario de ciudad inteligente no requiere de un guion de una película de ciencia ficción, ya que existen mecanismos y dispositivos en la actualidad que ya acercan a las ciudades a su versión “inteligente”.

En estas urbes, una persona podría tropezar mientras va por la calle, por lo que su reloj inteligente podría mandar una señal de alerta.

El hospital más cercano recibiría la señal de emergencia y enviaría a una ambulancia, mientras se descarga automáticamente el expediente médico de la persona, que incluye su tipo de sangre, sus alergias y si tiene alguna condición médica.

El traslado sería más rápido de lo normal, ya que los semáforos podrían adaptarse para ayudar a la ambulancia a atender lo antes posible a la persona que acaba de sufrir la caída. 

Este escenario es como Falcone describe una situación de entre cientos que podrían suceder en una ciudad inteligente.

El profesor además enfatiza el papel vital de las universidades como espacios de investigación y desarrollo para continuar desarrollando ciudades inteligentes y señala que están trabajando para conseguirlo.

Además, indica una oportunidad de educación basada en retos, presentando a los alumnos oportunidades de aprendizaje mientras resuelven problemas reales en ambientes que ya existen actualmente. 

Este factor es uno de los cuatros pilares del modelo educativo del Tec de Monterrey llamado Tec21, por lo que crear laboratorios vivientes para promover el aprendizaje basado en retos es parte del proceso educativo de la institución.

“En las universidades tienes ecosistemas de innovación que ya están directamente ahí, tienes gente que va a ser muy proactiva y una comunidad que acepta que exista esa experimentación. Es fantástico”, finaliza Falcone.

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Autor

Asael Villanueva