Un ingeniero clínico es imprescindible para el buen funcionamiento de los hospitales y la innovación en tecnología médica. Sus tareas abarcan un rango tan amplio que va desde las jeringas hasta los ventiladores mecánicos, que salvan la vida de los enfermos en estado grave.
“La ingeniería clínica es una rama de la ingeniería biomédica, que busca el cuidado de pacientes mediante la aplicación de conocimientos en gestión de tecnología sanitaria”, explica Rubén Fuentes, profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec de Monterrey.
¿Qué se necesita en la ingeniería clínica?
Tres áreas son fundamentales para un especialista en esta materia: el conocimiento administrativo, el tecnológico y el científico. De acuerdo con Fuentes, los expertos deben comprender el funcionamiento de todos los dispositivos médicos.
“Hay que recordar que estos van desde una jeringa, un simple medicamento hasta un equipo que se utilice para dar soporte vital a un paciente crítico, como los ventiladores mecánicos que se usaron en la pandemia”, explica Fuentes, quien es ingeniero clínico.
En su profesión, también se enfocan en la tecnovigilancia, es decir, estudiar qué tanto un medicamento puede afectar de forma negativa a un paciente, así como entender la forma en la que un dispositivo ayuda a un paciente.
Uno de los retos en esta materia es que la definición de equipo médico es tan amplia que incluye los cepillos de dientes hasta los equipos de ultrasonidos y rayos X. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen hasta más de 10,000 equipos médicos en el mundo.
Retos en México
Uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los ingenieros clínicos en México, es adaptar el voltaje de la red eléctrica para que funcionen los equipos médicos de alta tecnología que vienen del extranjero y que están configurados para otras corrientes.
Por eso, Fuentes advierte que quienes deciden dedicarse a esta carrera necesitan fundamentos matemáticos, de programación, de física y, por supuesto, de salud.
“Nosotros, en la carrera, llevamos materias que se estudian junto con los médicos cirujanos, materias de electrónica junto con ingenieros en mecatrónica y hasta materias con ingeniería industrial”, explica.
De acuerdo con el profesor, uno de los problemas en nuestro país es el reducido número de estos expertos, pues estima que por cada 100 médicos en los hospitales, solo hay un ingeniero clínico.
Se trata de una carrera que −todavía− no es tan conocida entre los jóvenes. De manera personal, Fuentes cuenta que se enteró de la existencia de la ingeniería clínica cuando tuvo un accidente en su tobillo; tuvo que operarse de emergencia y el doctor que lo operó le contó sobre esta especialidad. Por eso recomienda a los jóvenes acercarse a esta disciplina, sobre todo, si están interesados en la salud y en la ingeniería.