Uno de cada 10 mexicanos tendrá que ser sometido a una cirugía de hernias de pared abdominal, según la Asociación Mexicana de Hernia, por lo que un grupo de científicos ideó una malla creada con polímeros biodegradables para tratar esta condición médica.
El proyecto nació en la Unidad de Materiales Acelerados en el Institute of Advanced Materials for Sustainable Manufacturing (IAMSM) del Tec de Monterrey, liderado por Alex Elías, en el que participan investigadores de diversas disciplinas y médicos del Hospital Zambrano Hellion, como José Antonio Díaz Elizondo.
Karina Del Ángel Sánchez, investigadora quien participa en este proyecto, explica que se enfocaron −específicamente− en la creación de mallas para hernias de pared abdominal, ya que se ha visto una incidencia del padecimiento en el 10% de la población mexicana, principalmente entre los 39 a los 59 años, y que son personas económicamente activas.
Las hernias son ocasionadas por cualquier actividad o problema de salud que incremente la presión en el tejido y haga que se debilite. La malla colabora en el proceso de cicatrización, ya que crea una «barrera» que repara −de manera más ágil− el daño.
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Malla biodegradable para hernias
El equipo del IAMSM comenzó a trabajar en el desarrollo de una malla compuesta por tres tipos de biomateriales, que pueden degradarse en el cuerpo, sin causar daño. Todos los materiales han sido aprobados por la FDA (Food and Drug Administration, por sus siglas en inglés).
Uno de los aspectos destacados de esta innovación, es que, al ser colocada en el cuerpo, no es tóxica, se adapta de manera inmediata y permite mayor proliferación y adhesión celular, comparada con otras que existen del mercado (degradables y no degradables).
Su estructura ayuda a que el tejido se repare de manera más rápida, acelerando y haciendo más eficiente la recuperación de los pacientes.
Del Ángel señala que, actualmente, no todas las mallas son biodegradables, por lo que pensaron que esa era la principal característica que tenía que tener su trabajo.
“Las mallas empezaron a usarse desde 1890 y no hubo grandes mejoras hasta 1950. Había algunas de materiales como nylon, pero son susceptibles a contaminación y eso siempre ha sido un grave problema en las cirugías”, dijo.
La creación del hilo para la malla
La investigadora explica que usan la máquina Forcespinning para generar los hilos. Una solución polimérica es inyectada al depósito de la máquina; esta gira a altas revoluciones, separa el solvente de la mezcla y genera las hebras que, finalmente, son recogidas y forman las mallas de diferentes medidas. Después son analizadas para conocer su biocompatiblidad y biodegradabilidad.
Este proyecto se realiza en conjunto con TecSalud, el sistema de salud del Tec de Monterrey, quienes realizan pruebas médicas.
En una cirugía de hernia de pared abdominal, esta malla puede ayudar a reparar y fortalecer el tejido dañado y cubrir el área abdominal, además de promover el crecimiento de células y el tejido nuevo.
Recientemente, a partir de este trabajo de investigación se constituyó una empresa de base tecnológica denominada ZOA 4U con iniciativa del Tec de Monterrey; y busca generar mallas que sean una opción más accesible y menos costosa en México, pero con la misma calidad.