En 2003, la volcanóloga Rosanna Bonasia escuchó por primera vez sobre el Popocatépetl cuando estudiaba su doctorado en Nápoles. Después, de regreso en México, la investigadora especializada en riesgos naturales e ingenieriles, fue convocada para estudiar la dispersión de ceniza del volcán.
Ella es coautora del actual Mapa de Peligros del Volcán Popocatépetl y autora de varias publicaciones científicas sobre la previsión de dispersión de cenizas volcánicas en la atmósfera y su depósito.
El Mapa de Peligros del Popocatépetl
“En el caso de caída de ceniza principalmente se distinguieron tres tipos de escenarios que se seleccionaron sobre la base de los registros históricos de las actividades pasadas del volcán”, comenta la profesora del Tec de Monterrey en la Escuela de Ingeniería y Ciencias para TecScience.
En el escenario más catastrófico, por ejemplo, la especialista señala que la ceniza podría llegar hasta Cuba. Para realizar estos cálculos, la investigadora considera tres factores.
“El primero es el viento que no sopla siempre en la misma dirección. El otro parámetro son las variaciones físicas dentro de la atmósfera. Después, las características de las partículas volcánicas: dimensión, forma y composición. Esto determina miles de escenarios”, dice la profesora del Departamento de Tecnologías Sostenibles y Civil.
El primer mapa de peligros del volcán se elaboró en 1995, cuando el Popocatépetl comenzara actividad nuevamente tras 70 años de inactividad.
Sin embargo, el nuevo mapa de peligros, publicado en 2016, consideró curvas de probabilidad en distintos escenarios que contemplan el riesgo de la ceniza expulsada, proyectiles balísticos, flujos piroclásticos, lahares (flujo de lodo volcánico), avalanchas y lavas.
El futuro del volcán
Durante 2014, este volcán localizado en México comenzó a tener actividad con dispersión de ceniza como la que tuvo a finales de mayo de 2023.
Hace dos mil años, cuenta la especialista, el volcán tuvo erupciones plinianas (asociadas al magma) que expulsaron columnas de ceniza de más de 20 kilómetros. Sabiendo estos datos, ella logró hacer estudios estadísticos para calcular qué pasaría con la dispersión de ceniza en un caso similar.
“No se puede saber con certeza matemática qué actividad va a tener el volcán en el futuro, entonces, vamos a tratar de simular todos los escenarios para calcular la probabilidad y a dónde se puede dirigir la ceniza y dónde se va a concentrar”, explica Bonasia.
El 21 de mayo pasado, el Popocatépetl entró a semáforo amarillo Fase 3 debido a su actividad. Sin embargo, con el afán de tranquilizar a la población, la doctora Bonasia enfatiza que el volcán está teniendo una actividad completamente normal.
El martes 6 de junio, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) determinó retroceder a Amarillo Fase 2 el semáforo de alerta volcánica.