A pocas semanas de su lanzamiento, la plataforma Portiko ya reúne a más de 500 científicos de distintas especialidades que ofrecen sus habilidades para el desarrollo de nuevos conocimientos. Pero, ¿qué es exactamente esta herramienta que en X, el usuario Balázs Szigeti describe como un “Tinder para colaboraciones de investigación”?
La idea de Portiko le llegó a Ana Burgos Ruiz, bioinformática de nacionalidad española, mientras realizaba una investigación sobre cómo envejece el cerebro de un pez, durante la cual, los datos le revelaron un hallazgo importante que necesitaba demostrar con pruebas físicas.
Burgos descubrió un gen que estaba relacionado con el envejecimiento, sin embargo, necesitaba a un especialista que fuera experto en una técnica de cortes histológicos en el cerebro de los peces, que le ayudara a sustentar su proyecto.
Su búsqueda no fue fácil y le motivó a crear Portiko, una plataforma digital que conectara a científicos expertos en determinadas técnicas, tanto de laboratorio como de análisis de datos.
“En mi caso había ciertas técnicas que si encontraba a la persona podría validar los datos de forma experimental. No tiene sentido que yo intente aprender algo cuando hay expertos en eso”, explica la investigadora que ejerce desde Sevilla.
¿Cuál es la aportación de Portiko?
Portiko cobra relevancia porque la forma tradicional de hallar a los especialistas es a través de conocidos, acudir a congresos o bien, identificar un paper en el cual se había utilizado una técnica y enviar correos electrónicos a todos los autores para encontrar al indicado.
“Tan fácil como crear un Marketplace donde si se me da bien analizar tales datos pongo ahí mis skills, y así otros investigadores pueden dar conmigo fácilmente y al revés”, explica Burgos.
Con ayuda de un programador que diseñó la página, Dani Gleba, nació Portiko. Actualmente, a pocas semanas de operar, en la plataforma ya están registrados más de 500 investigadores, la mayoría de Estados Unidos y Europa.
¿Cómo funciona Portiko?
Primero, cada investigador abre su propio perfil con el nombre del experimento, análisis o técnica en la que es experto. Por otro lado, si además de ofrecer sus conocimientos, el científico busca a un especialista con ciertos skills, cuando entra al sitio de Portiko se despliega una barra buscadora en la que puede colocar la técnica que necesita.
Ahí encontrará que la herramienta le arroja el resultado de varios expertos que coinciden con su búsqueda. Para proteger la identidad de los usuarios y evitar sesgos de género, no se muestran nombres ni fotografías, lo único que aparece es la descripción de la técnica en la que son expertos y sus universidades.
“Cuando la persona encuentra un perfil que le interesa, da click en colaborar, puede escribir un mensaje y nosotros enviamos el mail a este especialista para que empiecen a colaborar. Es la vía más rápida”, explica Dani Gleba.
El nombre de Portiko, de acuerdo con Burgos, hace alusión a las estructuras −pórticos− que eran comunes en las ágoras de la antigua Grecia donde los filósofos y pensadores solían tener discusiones.
“Portiko es una forma de democratizar la ciencia por el hecho de que hay laboratorios que no tienen el mismo presupuesto que otros, pero que tienen ideas brillantes”, dice Burgos.
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