Por José Antonio Torre
Las ciudades, además de ser espacios físicos, son también el reflejo de nuestras decisiones colectivas: cómo nos movemos, cómo habitamos, cómo convivimos. Y en medio de esa complejidad, estoy convencido de que la transformación urbana es posible, siempre y cuando contemos con lo más valioso para hacerlo: conocimiento, colaboración y visión de futuro.
Por eso, para mí representa un hito muy especial la apertura de la nueva sede del Centro para el Futuro de las Ciudades en el Campus Ciudad de México del Tec de Monterrey. Desde diciembre de 2022, cuando asumí la dirección del Centro, hemos trabajado con la convicción de que cambiar el modelo urbano en México no es una utopía, sino una tarea urgente que requiere trabajo sostenido, apertura a múltiples disciplinas y, sobre todo, una fuerte articulación con quienes toman decisiones en los territorios.
Este nuevo espacio nos permitirá estar más cerca de muchas de las realidades urbanas más complejas del país, y también más cerca de quienes las viven y las gestionan. La Ciudad de México, y en particular la zona sur de la capital desde el Distrito Tlalpan, nos ofrece un ecosistema vibrante donde ya existen iniciativas, proyectos y comunidades comprometidas con construir una ciudad más justa, resiliente e incluyente.
Desde el Centro hemos buscado constantemente tender puentes: con gobiernos, con empresas, con organizaciones de la sociedad civil, con otras universidades. Cada vez se suman más actores a este esfuerzo colectivo. Y eso es fundamental, porque los problemas urbanos no se resuelven desde una sola trinchera.
Nos tomamos muy en serio la interdisciplinariedad. Sabemos que para entender una ciudad se necesitan muchas miradas: desde la planeación urbana hasta el diseño, desde la economía hasta la movilidad, desde la tecnología hasta el arte. Esa mezcla de saberes es lo que nutre nuestra investigación. Y si algo queremos desde esta nueva sede, es que esa investigación no se quede en el papel: que sirva para tomar mejores decisiones, para influir en políticas públicas, para inspirar nuevas formas de hacer ciudad.
Porque sí, los datos importan. La información rigurosa, bien contextualizada, es una herramienta poderosa para transformar realidades. Necesitamos saber qué funciona, dónde están las brechas, cómo se sienten las personas en sus entornos, y qué tipo de intervenciones generan bienestar. Solo así podemos avanzar hacia una ciudad más equitativa, con oportunidades para todas y todos.
En este nuevo capítulo desde la Ciudad de México, reafirmamos nuestro compromiso: seguir siendo un centro de pensamiento y acción, con los pies en el territorio y la mirada puesta en el largo plazo. Gracias a todas y todos quienes han hecho posible este paso: lo que viene, apenas comienza.
José Antonio Torre es director del Centro para el Futuro de las Ciudades, del Tec de Monterrey.