Por Pilar Arroyo
Está comprobado que manejar inadecuadamente el automóvil puede incrementar el gasto de combustible hasta en un 25%, lo que afecta negativamente al medioambiente. Estudios empíricos realizados en distintos países y contextos, en campo y laboratorios, con choferes profesionales y regulares, en zonas urbanas y carretera (incluido el estudio que presentamos aquí), muestran que el ecodriving o manejo ecológico logra reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) entre un 10 y 20%, así como las emisiones de otros contaminantes, incluyendo el ruido.
Además, manejar de forma ecológica reporta ahorros en el costo de mantenimiento del vehículo y representa mejoras en el tiempo y la seguridad al conducir. Estas ventajas resultan atractivas para las empresas transportistas, para las cuales el costo del combustible representa alrededor del 80% de sus costos de operación.
¿Qué es el manejo ecológico?
El manejo ecológico o ecodriving consiste en adoptar una serie de reglas de manejo entre las que destacan: utilizar bien las marchas (alcanzando la velocidad más alta posible en los primeros kilómetros); meter bien el embrague o clutch, para hacer una transición rápida de marchas sin descensos bruscos en las revoluciones; manejar a una velocidad uniforme; evitar exceder los 100 kilómetros por hora; anticipar el frenado y hacerlo con motor; no abusar del aire acondicionado, de la calefacción ni de equipos accesorios; inflar bien los neumáticos, ya que las llantas contribuyen con un 20% al uso de combustible; realizar mantenimientos periódicos al vehículo, no sobrecargarlo o distribuir mal la carga; apagar el motor si el coche está parado más de 2 minutos y preferir automóviles con tecnologías que optimizan el cambio de marchas y cuentan con dispositivos para ahorro de combustible.
Exploración del ecodriving en la industria
Una investigación realizada por profesores investigadores del Tecnológico de Monterrey, en colaboración con profesores del Centro de Logística y Transporte del MIT, exploró el efecto de una intervención sostenida para desarrollar competencias en ecodriving para los choferes contratados por un retailer líder en México, que cuenta con flotilla propia de camiones de carga.
El retailer analizado cuenta con 200 centros de distribución desde donde surte a sus más de 1,500 tiendas, realizando cerca de 20 mil entregas por día, lo que representa 6 millones de movimientos logísticos diarios.
Dificultades para conducir de forma eficiente
El ecodriving es una práctica difícil para los choferes porque manejar es un hábito arraigado difícil de modificar, además, factores externos como las condiciones de las carreteras y el clima dificultan su práctica.
Varias teorías conductuales se han utilizado para explicar y predecir por qué las personas modifican o adoptan nuevas conductas, entre ellas el manejar ecológicamente. La conducta pasada es una de las variables que facilita o inhibe los cambios conductuales. La distinción entre conducta pasada y hábitos es relevante cuando se examina el efecto de este factor sobre el ecodriving.
Manejar ecológicamente requiere modificar la conducta pasada de forma consciente para sustituirla por nuevas prácticas que son racionalmente beneficiosas. En contraste, los hábitos inhiben la decisión de cambiar las prácticas de manejo, ya que se trata de conductas automáticas que se realizan sin una deliberación explícita y son activadas por la situación.
Análisis en industria del transporte
Para evaluar la efectividad de la intervención diseñada por el retailer para promover el manejo ecológico, se recolectaron datos de 55 choferes para 155 diferentes viajes realizados bajo distintas condiciones.
Se recolectaron datos de GPS y observaciones directas registradas en una app, para viajes con vehículos de carga pesada (HVD) y carga ligera (LVD), que se usan para recorrer distancias largas o en el transporte urbano de mercancías. Las condiciones climáticas y de tráfico se tomaron en consideración para ajustar los ahorros en combustible alcanzados.
Resultados de la promoción del manejo ecológico
Los datos recolectados en este análisis se usaron primero para segmentar a los choferes participantes, de acuerdo a sus capacidades demostradas para seguir las reglas básicas del manejo ecológico. Se perfilaron tres grupos con competencias bajas, medias y altas en ecodriving.
La comparación entre segmentos demostró que el grupo de choferes con mejores competencias en ecodriving alcanzó ahorros en combustible mayores al de los otros grupos, lo que se traduce en una reducción promedio de 13 kilogramos de CO2 por ruta.
Mantener una velocidad estable, evitar frenados abruptos y apagar el motor si el vehículo se para más de dos minutos fueron las prácticas que resultaron en más ahorro de combustible. El tipo de ruta (pendiente, tipo de carretera, condiciones climáticas y tiempos de recepción de mercancía) no afectó la eficiencia del manejo, lo que sugiere que las decisiones operacionales del chofer importan más que los factores externos.
La edad del chofer, el tiempo que lleva manejando, la duración de su participación en la intervención de ecodriving del retailer, sus años de experiencia manejando vehículos pesados y la carga del vehículo se utilizaron para discriminar entre los segmentos de choferes. Los resultados del análisis discriminante aplicado mostraron que entre más tiempo tenga una persona manejando “normalmente”, le resulta más difícil modificar su manejo agresivo por el ecológico. Por otra parte, entre más tiempo haya estado expuesto un chofer profesional a una intervención que instruye, retroalimenta y recompensa el ecodriving, es más probable que logre sustituir sus prácticas de manejo “normal” por las del ecodriving.
Los resultados analíticos también mostraron que los choferes más jóvenes son los que más pronto aprendieron las reglas del manejo ecológico y han continuado perfeccionando sus prácticas gracias a la retroalimentación y recompensas ofrecidas por alcanzar mayores ahorros en combustible.
Estos hallazgos sugieren la conveniencia de introducir el ecodriving en cuanto se empiece a manejar, incluirlo como parte de la certificación de un chofer que maneja vehículos pesados y revisar periódicamente la intervención que lo promueve para asegurar su efectividad.
Estos hallazgos fueron trasladados a choferes no-profesionales, de más de 40 países, que asistieron al Encuentro Ministerial de Transporte, Salud y Ambiente del programa Pan-Europeo en Austria, quienes convinieron en implementar acciones para difundir el ecodriving en toda la población, particularmente entre los jóvenes cuyos hábitos de mal manejo están poco arraigados.
¿Quieres saber más?
Este artículo de divulgación está basado en el paper Past behavior as a predictor of eco-driving practices: The case of a sustained intervention in a Mexican transportation company.
- Arroyo, P., Velázquez, J. y Gámez-Pérez, K. M. (2021). Past behavior as a predictor of eco-driving practices: The case of a sustained intervention in a Mexican transportation company. International Journal of Sustainable Transportation. Accepted for publication July 14, 2021. https://doi.org/10.1080/15568318.2021.1959967. (Journal Q1).
La autora
Pilar Ester Arroyo López tiene un doctorado en Administración de Empresas en el Tecnológico de Monterrey. Sus intereses de investigación incluyen: marketing social y verde, logística inversa, subcontratación y desarrollo de proveedores. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y ha publicado artículos sobre temas como outsourcing, logística de terceros, segmentación verde, marketing social para el cuidado de la salud y emprendimiento social, en revistas nacionales e internacionales.
pilar.arroyo@tec.mx