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Dieta y salud intestinal: diferencias microbianas entre México y España

Estudio comparativo entre mexicanos y españoles revela que la dieta y la región geográfica influyen en la microbiota intestinal y las enfermedades inflamatorias de cada país.
En la imagen se ven los intestinos humanos y un acercamiento a la microbiota
El equilibrio de la microbiota intestinal repercute en la salud digestiva; su alteración está implicada en enfermedades inflamatorias tan comunes como la colitis ulcerosa. Este estudio revela la presencia de microorganismos únicos en cada país. Foto: Getty Images

Por Ricardo García Gamboa, Osiris Díaz Torres, Misael Sebastián Gradilla Hernández y Marisela González Avila

¿Sabías que la microbiota intestinal (es decir, el conjunto de microorganismos que viven en nuestro intestino) los hábitos nutricionales y las diferencias geográficas influyen en el desarrollo de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII)?

En el estudio Gut Bacterial Composition and Nutritional Implications in Mexican and Spanish Individuals with Inflammatory Bowel Disease Compared to Healthy Controls hicimos una comparación de la composición microbiana de personas de México y España, con enfermedad inflamatoria intestinal y sanas. 

Para desarrollar esta investigación, analizamos datos de un gen llamado 16S rRNA. Esta técnica de secuenciación nos permitió identificar qué bacterias están presentes en una muestra, como las que viven en nuestro intestino.

Este gen actúa como una especie de huella digital para cada tipo de bacteria, ya que todas lo tienen, pero con pequeñas diferencias. Al analizar su secuencia, los científicos podemos saber qué tipos de bacterias hay, en qué cantidad y cómo varían entre personas sanas y con alguna enfermedad.

Esto se complementó con la evaluación de aspectos nutricionales, como la dieta y la composición corporal, revelando conexiones importantes entre el estado de salud intestinal y los factores asociados al entorno geográfico y el estilo de vida.

Enfermedad inflamatoria intestinal

La EII es un trastorno crónico del sistema digestivo que incluye afecciones como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn [1] . Esta condición está estrechamente relacionada con desequilibrios en la microbiota intestinal, es decir, en los microorganismos que habitan nuestro tracto gastrointestinal.

Cuando ocurre este desequilibrio, conocido como disbiosis, disminuye la diversidad de bacterias y cambia la composición de la comunidad microbiana. En términos simples, hay menos variedad de microorganismos en el intestino y cambian los tipos de bacterias que predominan [2]. 

Entre las bacterias que se ven afectadas por este desequilibrio están las bacterias benéficas, conocidas como probióticas, que desempeñan funciones esenciales para la salud intestinal. Estas bacterias producen sustancias beneficiosas, como los ácidos grasos de cadena corta, los cuales son una importante fuente de energía para las células intestinales y contribuyen a mantener su buen funcionamiento [3]. 

Resultados de la comparación microbiana

En el estudio mencionado, se comparó la microbiota intestinal de personas con EII y personas sanas, en México y España. Se analizaron muestras fecales de 79 participantes mediante secuenciación del gen 16S rRNA, junto con datos sobre dieta y medidas corporales.

Los resultados mostraron menor diversidad bacteriana en personas con EII. Además, se observaron diferencias entre países: un grupo de microbios asociados con procesos inflamatorios fue más abundante en los pacientes con EII. Ciertas bacterias relacionadas con la dieta rica en vegetales aparecieron solo en los participantes mexicanos; mientras que otro tipo de microbios vinculados al consumo de carne y proteínas se detectó únicamente en los españoles.

Los resultados revelaron que, en ambos países, los participantes con EII presentaron una menor diversidad microbiana en su microbiota intestinal en comparación con personas sin esta condición.

En cuanto a bacterias específicas, Faecalibacterium estuvo presente en los pacientes con EII tanto de México como de España. Este hallazgo es significativo, ya que investigaciones previas han sugerido que esta bacteria podría estar vinculada con la reducción de la inflamación, desempeñando un papel antiinflamatorio importante en el contexto de esta enfermedad [4].  

Una observación interesante fue que la bacteria Prevotella se detectó únicamente en los pacientes mexicanos, mientras que Akkermansia apareció exclusivamente en los españoles.

Prevotella suele asociarse con dietas ricas en fibra y vegetales, comunes en algunos patrones alimenticios tradicionales de América Latina. En cambio, Akkermansia está relacionada con el mantenimiento de la barrera intestinal y se vincula con dietas más altas en proteínas y grasas, como ocurre con frecuencia en Europa.

Esto indica que factores como la región geográfica, la dieta y otros aspectos del estilo de vida podrían influir en la composición de la microbiota intestinal, lo que lleva a la presencia de microorganismos únicos en cada país.

En futuras investigaciones, se buscará explorar con mayor detalle el papel que desempeña cada bacteria en el desarrollo y progresión de la EII  [5]. 

Además, este estudio destacó que la composición corporal también puede influir en la EII. Los participantes mexicanos con enfermedad inflamatoria intestinal mostraron un menor porcentaje de masa grasa y un mayor porcentaje de masa magra en comparación con los españoles. Esto es relevante porque la proporción de grasa y músculo en el cuerpo puede impactar la respuesta inflamatoria. 

Por ejemplo, un menor porcentaje de masa grasa podría implicar una menor reserva energética, lo que podría afectar el funcionamiento del sistema inmunológico. Por otro lado, una mayor cantidad de masa magra podría estar relacionada con un metabolismo más activo y una respuesta inmune distinta  [6]. 

Este estudio, publicado recientemente en la revista International Journal of Molecular Sciences (García-Gamboa et al., 2024), fue realizado por un equipo de investigadores del Tecnológico de Monterrey, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ) y una institución colaboradora en España, la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (FISABIO).

Referencias

  1. Al-Amrah, H., Saadah, O. I., Mosli, M., Annese, V., Al-Hindi, R., Edris, S., Alshehri, D., Alatawi, H., Alatawy, M., & Bahieldin, A. (2023). Composition of the gut microbiota in patients with inflammatory bowel disease in Saudi Arabia: A pilot study. Saudi Journal of Gastroenterology, 29(2), 102.
  2. Alam, M. T., Amos, G. C. A., Murphy, A. R. J., Murch, S., Wellington, E. M. H., & Arasaradnam, R. P. (2020). Microbial imbalance in inflammatory bowel disease patients at different taxonomic levels. Gut Pathogens, 12(1), 1.
  3. Aldars-García, L., Chaparro, M., & Gisbert, J. P. (2021). Systematic Review: The Gut Microbiome and Its Potential Clinical Application in Inflammatory Bowel Disease. Microorganisms, 9(5), Article 5.
  4. Mohebali, N., Weigel, M., Hain, T., Sütel, M., Bull, J., Kreikemeyer, B., & Breitrück, A. (2023). Faecalibacterium prausnitzii, Bacteroides faecis and Roseburia intestinalis attenuate clinical symptoms of experimental colitis by regulating Treg/Th17 cell balance and intestinal barrier integrity. Biomedicine & Pharmacotherapy, 167, 115568.
  5. Dao, M. C., Everard, A., Aron-Wisnewsky, J., Sokolovska, N., Prifti, E., Verger, E. O., Kayser, B. D., Levenez, F., Chilloux, J., Hoyles, L., Consortium, M.-O., Dumas, M.-E., Rizkalla, S. W., Doré, J., Cani, P. D., & Clément, K. (2016). Akkermansia muciniphila and improved metabolic health during a dietary intervention in obesity: Relationship with gut microbiome richness and ecology. Gut, 65(3), 426–436.
  6. Jabłońska, B., & Mrowiec, S. (2023). Nutritional Status and Its Detection in Patients with Inflammatory Bowel Diseases. Nutrients, 15(8), Article 8.
  7. García-Gamboa, R., Díaz-Torres, O., Gradilla-Hernández, M. S., Pérez-Brocal, V., Moya, A., & González-Avila, M. (2024). Gut Bacterial Composition and Nutritional Implications in Mexican and Spanish Individuals with Inflammatory Bowel Disease Compared to Healthy Controls. International Journal of Molecular Sciences, 25(22), Article 22.

Autores

Ricardo García Gamboa. Investigador posdoctoral del Tec de Monterrey, especializado en microbiota intestinal, con formación académica en Nutrición, Ciencias de los Alimentos y Ciencias en Innovación Biotecnológica. Su investigación se enfoca en obesidad, probióticos, prebióticos y el efecto antimicrobiano de ingredientes funcionales. Cuenta con publicaciones de artículos científicos, experiencia docente en el Tec de Monterrey y estancias de investigación internacionales.

Osiris Díaz Torres. Investigadora del Laboratorio de Sostenibilidad y Cambio Climático de la Escuela de Ingeniería y Ciencias, del Tec de Monterrey, campus Guadalajara. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel 1.

Misael Sebastián Gradilla Hernández. Profesor del Tec de Monterrey, campus Guadalajara desde 2011. Actualmente, como profesor investigador, es líder del eje de investigación del Plan Institucional de Sostenibilidad y Cambio Climático, y líder del Laboratorio de Sostenibilidad y Cambio Climático, del Tec de Monterrey. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 1. Es autor de 52 artículos de revistas y capítulos de libros indizados en revistas internacionales.

Marisela González Ávila. Doctora en Biología Celular. Actualmente colabora en el Laboratorio de Digestión exVivo del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño, del Estado de Jalisco.

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