El entretenimiento y la diversión –como los conciertos y planes con amigos–, seguido de emergencias y educación, son parte de los hábitos de ahorro y consumo entre los estudiantes universitarios de la Generación Z, según un reporte publicado por investigadores de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey.
Se trata del estudio La Generación Z y su Cultura Financiera, que se enfoca en cómo los centennials universitarios manejan sus finanzas personales y el valor de la educación financiera que está a su alcance, señala Kathia Ramos, directora del programa Licenciatura en Finanzas del Tec.
Según el documento, el porcentaje de jóvenes que ahorra para su entretenimiento y diversión oscila entre el 30 y el 38%, dependiendo su género. En cuanto a la división de emergencias, destaca que el porcentaje más grande que ahorra con ese fin son las personas que se identifican de otro género con un 46.2% en comparación con el reducido porcentaje (18%) de hombres y mujeres.
“Llama la atención la confianza que tienen al ahorrar de manera formal, es decir, a través de un banco tradicional o digital. Es una característica interesante porque en las generaciones pasadas hay cierto desconocimiento o desconfianza en el sistema bancario por las crisis de los 90 y otras décadas”, señala Ramos.
El estudio explora la cultura y educación financiera de los centennials a partir de sus fuentes de ingresos, ahorros, gastos y créditos, así como por su integración en el sistema financiero.
Cultura y educación financiera en la Generación Z
Para este reporte, realizado por investigadores del Center for Financial Access, Inclusion and Research (FAIR Center) de la Escuela de Negocios, se hicieron encuestas a 653 estudiantes de profesional y posgrado del Tec nacidos entre 1995 y 2004; participaron 323 mujeres, 317 hombres y 13 personas que se identifican con otro género.
Además de la confianza en el sistema bancario, la investigadora destaca que, al ser nativos digitales, acceden a servicios financieros a través de plataformas como la banca electrónica; y, por ejemplo, cuatro de cada 10 encuestados reporta que utiliza aplicaciones para gestionar sus finanzas.
La muestra también aborda las principales fuentes de gastos como alimentos, con alrededor del 50%; se agregan otras como diversión, educación, cuidados de salud y personales, y transporte. Además, el tipo de crédito más utilizado es la tarjeta bancaria, con un 47.3% en hombres; 23.5% en mujeres; y 23.1% en personas de otro género.
En cuanto a educación financiera, el estudio indica que los centennials ya están familiarizados con conceptos como afore, buró de crédito y criptomoneda, así como inflación y diversificación de riesgo. Además, sus principales fuentes de información para informarse sobre un bienestar económico a futuro son las clases de su universidad, fuentes externas como el hogar y su familia y las redes sociales.
“La diferencia en esta generación radica en su cultura financiera que construye con base en la educación que adquiere sobre distintos productos y servicios y sobre cómo funciona el sistema financiero”, agrega Ramos.
El estudio es de tipo descriptivo y busca ofrecer una idea más clara sobre cuáles son los hábitos para usar el dinero, ahorrar o invertir de la Generación Z, señala Osmar Zavaleta, decano asociado de Investigación de la Escuela de Negocios y EGADE Business School del Tec.
“Esto podría ser valioso para las instituciones financieras y ajustar su oferta de productos y servicios en términos de las características de uso que los miembros de esta generación presentan. Por ejemplo, que denominamos a esta generación como nativos digitales o que consumen productos y servicios financieros a través de medios tecnológicos”, dice.
Serie de reportes sobre la Generación Z
Zavaleta dice a TecScience que este reporte es parte de la Gen Z Series, conformada por cuatro volúmenes que profundizan en los comportamientos, valores e inquietudes de los centennials en las siguientes áreas:
- Expectativas laborales
- Hábitos de compra
- Comportamientos sostenibles y de bienestar
- Educación y cultura financiera
Estas dimensiones fueron elegidas con base en grupos de investigación encabezados por expertos en esas áreas temáticas, como Sergio Madero, Lucila Osorio, María de la Paz Toldos y Francisco Orozco.
La serie busca ofrecer información de valor para las y los tomadores de decisiones en organizaciones, empresas, gobiernos y otras entidades y conocer mejor a las personas que nacieron entre 1995 y 2010.
“Este proyecto surgió por la relevancia que tiene la Generación Z como un grupo demográfico que está comenzando a tener un impacto muy significativo en en ámbitos sociales, económicos y culturales; entender las características, los valores, los hábitos, los comportamientos de las personas que integran a esta generación podría ser muy importante para anticipar –de alguna forma– cómo podrían influir en el futuro”, señala Zavaleta.
El equipo de investigadores aplicó entre 550 y 800 cuestionarios a jóvenes de este grupo poblacional que son estudiantes de pregrado y posgrado de los distintos campus del Tec de Monterrey y Tecmilenio.
Otros hallazgos de la serie
En el apartado de expectativas laborales la serie expone que en el top 5 de preocupaciones están: salud mental, situación financiera, falta de balance entre vida personal y trabajo, costo de vida elevado y seguridad personal y familiar.
Zavaleta ve relevante entender qué es lo que este grupo espera y lo que no al momento de incorporarse a la fuerza de trabajo. El reporte aborda aspectos que busca esta nueva generación como paquetes de compensación, salario emocional, estrategias de atracción de talento y modalidades de trabajo, como presencial o híbrido, entre otros indicadores.
Según el estudio, cerca del 51% de encuestados busca una posición profesional para crecer en una organización y alrededor del 30% emprender un proyecto propio. Además, señala que las competencias técnicas más importantes para el futuro serán planeación, organización, control y ejecución de proyectos, así como pensamiento y análisis crítico.
En cuanto a hábitos de consumo, las empresas y organizaciones que ofrecen productos y servicios pueden contar con información que les sirva para redefinir su oferta y prácticas empresariales para adaptarse a las necesidades y expectativas de los consumidores que son parte de este grupo demográfico.
“Vimos una preferencia por consumir ropa en tiendas físicas y todo lo demás en línea; también, cerca del 30% del tipo de productos que compran tiene que ver con mascotas, lo que revela su gusto por ellas, y que refleja –aunque no lo estudiamos así– una posibilidad de menor natalidad en el país por estas tendencias”, asevera Zavaleta.
En cuanto a comportamientos sostenibles, la serie expone que los centennials buscan productos sustentables o que son ofrecidos por organizaciones que tienen compromiso con la sostenibilidad en tres dimensiones: social, económica y medioambiental. Además, buscan oportunidades profesionales en organizaciones con esas mismas características y que también sean conscientes con el cuidado de sus empleados y proveedores.
Entre los desafíos para esta generación está el manejo del estrés y la búsqueda de prácticas que permitan alcanzar una vida de bienestar con salud mental. Entre los valores de sostenibilidad que destaca el reporte están la libertad, tolerancia, equidad, respeto por la naturaleza y responsabilidad compartida.
“Los miembros de esta generación tienen un reto relacionado con la cantidad de información a la que están expuestos; en ese sentido este grupo va a tener que potenciar habilidades de pensamiento crítico para discernir lo que realmente es información y lo que no, para tomar mejores decisiones en todos los ámbitos de su vida”, agrega.
Ampliar el estudio para entender mejor
Debido a que la serie contempla una muestra que se enfocó en miembros de la Generación Z que son parte de la comunidad del Tec de Monterrey, Zavaleta señala que no se pueden generalizar los resultados de los reportes, sin embargo, sí ofrece una idea clara sobre los hábitos de esta población.
“Lo que seguiría es explorar la posibilidad de extender el estudio y que podamos incorporar a miembros de esta generación de otras universidades, con otras características y perfiles demográficos, de modo que poco a poco podamos obtener resultados que nos permitan hacer generalizaciones”, señala el investigador.
Los reportes de la Gen Z Series están disponibles en el sitio de Investigación de la Escuela de Negocios del Tec.
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