Huracanes, terremotos, incendios, inundaciones, cortes de luz, caída de las comunicaciones, errores humanos, pandemias…cualquiera de estos escenarios puede significar una catástrofe para la vida de las personas, así como afectar su cotidianidad.
La resiliencia es el concepto que tanto académicos como científicos utilizan para referirse a la posible solución de estos escenarios donde pareciera que no existe salida.
En el marco de la Conferencia Internacional sobre Sistemas Resilientes 2023, que se realizó en el Tec de Monterrey, especialistas de varios países compartieron sus investigaciones sobre este tema, cómo se aplica en la infraestructura hídrica, en hospitales, en lo social, incluso, desde una perspectiva filosófica.
De acuerdo con Miguel Ángel Santos, decano de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública, la resiliencia es −actualmente− uno de los atributos más importantes.
«La resiliencia, en esencia, encarna la notable capacidad de los sistemas, los individuos, las comunidades y las naciones para adaptarse, superar y prosperar frente a la adversidad. Es una cualidad que permite que los sistemas naveguen a través de tiempos turbulentos, resistan choques y perturbaciones mientras mantienen su núcleo esencial, sus pilares y estructura, función e identidad», dijo Santos durante la inauguración del evento.
Agregó que el objetivo de las conferencias es dar cuenta de la diversidad de perspectivas sobre resiliencia en distintas disciplinas, así como pensar en una manera de unirlas.
Miguel Ángel Santos, decano de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey, durante la Conferencia Internacional sobre Sistemas Resilientes. (Foto: Israel Pérez/TecScience)
Modelos matemáticos para anticipar consecuencias
La infraestructura como hospitales, carreteras, puentes o plantas eléctricas son propensas a sufrir daños durante catástrofes como terremotos o inundaciones, por lo que anticipar las consecuencias es uno de los retos de la resiliencia en este ámbito.
Para Elise Miller-Hooks, de la Universidad de George Manson y especialista en sistemas de infraestructura resiliente, es importante comprender que los escenarios perjudiciales no solamente afectan a un solo sistema sino al conjunto que hacen funcionar, por ejemplo, a los hospitales.
“Algunas personas solo piensan en inundaciones, pero a mí me gusta pensar en un enfoque de riesgos múltiples. Si tomas una decisión para un solo riesgo, puedes empeorar las cosas”, explicó.
Un ejemplo de esto, relató Miller, se remonta a un hospital en Nueva York al que después del ataque a las Torres Gemelas, los generadores se habían colocado en el sótano del edificio.
Sin embargo, durante el huracán Sandy de 2012, fue lo primero en inundarse y por eso no tenían energía eléctrica para operar. Además, los hospitales, generalmente, no están diseñados para ser evacuados.
El trabajo de la especialista se enfoca en modelar matemáticamente todos los escenarios, sus consecuencias y posibles salidas a una catástrofe. Esto implica considerar a cualquier infraestructura como parte de otro sistema que también podría verse afectado como el suministro de luz o agua.
Uno de los objetivos es reducir el tiempo en que uno o varios hospitales, por ejemplo, podrían reestablecer el servicio si se consideran las variables pertinentes.