Millones de personas alrededor del mundo viven con escasez de agua durante, al menos, un mes al año. Se prevé que esta dificultad de acceso empeore en las próximas décadas, especialmente en las ciudades, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La cooperación internacional, las alianzas entre gobiernos, empresas y activistas, así como la participación de la población general son parte de la solución que se plantea la UNESCO. Como parte de esta agenda, el 22 y 24 de marzo de 2023, se llevó a cabo la Conferencia del Agua de las Naciones Unidas en Nueva York.
En entrevista con TecScience, Lorena Guillé, directora ejecutiva de Fundación FEMSA, reflexionó sobre lo aprendido en este evento al que acudió con la propuesta Waves Of Change, con el objetivo de visibilizar a América Latina en la discusión sobre la crisis mundial de agua.
«En América Latina, tenemos el 30% del agua apta para consumo humano de todo el mundo y, sin embargo, 160 millones de personas carecen de acceso a ella. Entonces, la gran pregunta es qué estamos haciendo y si vamos en la dirección correcta. Creemos que tenemos que girar el timón y cambiar de dirección», reflexionó Guillé.
Recordó que Fundación FEMSA y el Tec de Monterrey crearon el Centro del Agua para América Latina y el Caribe, hace 15 años. “Fue el primer proyecto con el que nació la Fundación”.
Waves of change
Ambas instituciones también impulsaron la construcción del estacionamiento dos (E2) del Tec, Campus Monterrey, una instalación sustentable que por su sistema de captación de agua de lluvia puede desconectarse del sistema hídrico de la ciudad, hasta por cuatro meses.
El agua permite mantener limpio el estacionamiento y compartir el recurso con los locales comerciales, baños y plantas de esta instalación.
“Colaborar con el Tec de Monterrey ha sido la oportunidad de habilitar, a través de la investigación, del emprendimiento, de la innovación y de esta apuesta al florecimiento humano, a la visión que tenemos en la fundación de ser impulsores de soluciones a escala”, explica en la entrevista.
¿Cuál es la importancia de la región ante esta crisis hídrica?
Es evidente que estamos en una crisis mundial del agua. La escasez y la contaminación en los suministros han ocasionado una crisis muy importante, a lo cual se suman los efectos del cambio climático. Como sociedad nos enfrentamos a grandes desafíos.
¿Cómo se diferencia la situación de América Latina en comparación con otros países?
América Latina es la región más desigual del mundo y, además, la más violenta. Atender el agua es atender una fuente de desigualdad y de violencia.
Es la región con mayor densidad poblacional del mundo, pero es una región que aún no está en las conversaciones en relación con el agua en el mundo, a comparación de otras regiones como África y el sur de Asia. Hay una necesidad de visibilizar a la región para atraer inversión.
A la par, es una región muy vibrante, en donde el emprendimiento está surgiendo de manera muy viva. Hay potencial de nuevos liderazgos y de soluciones.
Hay una conversación muy importante, la pondría por encima de todas, que es la conversación de visibilizar al sur del mundo e impulsar una narrativa donde se potencialice la colaboración entre estos países, entendiendo al sur del mundo como Latinoamérica, África y Asia.
La pandemia dejó claro que hay un peso distinto entre el norte y el sur del mundo. Hay que ir moviendo conversaciones sobre cómo se llevan a cabo las finanzas para procurar que el sur sea más equitativo, más resiliente, más verde y más armónico.
Lorena Guillén asegura que se deben encausar mejor los recursos. (Foto: Udell Jiménez / CONECTA)
Cuando no haya agua
¿Cómo debe actuar la sociedad para coadyuvar con la solución a esta crisis?
La premisa es que todos estamos interconectados y cuando no haya agua sufriremos todos. Entender que trabajar en agua implica, sí o sí, trabajar a la par en biodiversidad y cambio climático.
Necesitamos un pensamiento sistémico y a futuro para entender cómo vamos a responder a un futuro que está allá adelante y es bastante complejo. Tenemos que atender de manera transversal estas tres temáticas: biodiversidad, agua y cambio climático.
Hay plataformas que ya están surgiendo para canalizar recursos. No es que no haya dinero, sino que se tienen que encauzar a los problemas apremiantes de la humanidad, porque ya estamos hablando de la supervivencia de las especies. El calentamiento global es real.
Desde aquí, en Fundación Femsa, estamos impulsando mecanismos de gobernanza, creando fondos de agua, que son como startups donde, a nivel local, se crea un mecanismo de gobernanza multisectorial donde participa gente del gobierno, las empresas, organizaciones sociales, activistas y otros (actores) para identificar cuál es la necesidad puntual que tiene esa ciudad y comenzar a mapear un plan de acción.
Tenemos otro proyecto de cambio de comportamiento en Nuevo León, junto con el World Resources Institute (WRI) y un equipo de expertos en cambio de comportamiento que vienen de distintas universidades, incluyendo Harvard y el Tec de Monterrey. Es una apuesta muy grande de que a nivel ciudadano podamos todos ser parte de esta cultura de ahorro y de reducción de uso del agua.
Hay que abrir un canal de conversación, porque el agua tiene que ser importante en la agenda de todos, tengas una crisis o no. La comunidad regiomontana está muy sensible porque tuvimos una crisis muy fuerte. Pareciera que las lluvias de este año van a aminorar la sequía y vamos a pasar un verano no tan crítico como el del año pasado, sin embargo, están en la lista de una sequía inminente ciudades como la Ciudad de México, Guanajuato, entre otras.
Propuestas ante la crisis
¿Por qué asiste FEMSA a la Conferencia Mundial del Agua?
Esta conferencia es muy relevante porque, después de 45 años, se retoma y es la primera que no permanece solo para Estados miembros, sino que se abre a otros actores de la sociedad.
En el marco de esta, y a la cual aplicaron más de 1,700 eventos, desde Fundación FEMSA armamos una serie de encuentros llamados Waves of Change (Olas de Cambio, en español), con el objetivo de traer la agenda de América Latina en temas de agua y visibilizar a una comunidad que está trabajando, escuchando también lo que tenemos que aportar desde América Latina.
También impulsamos compromisos que puedan transformar el futuro de la región, en los próximos años. Desde cómo estamos movilizando capital, cómo estamos integrando al mundo del emprendimiento en la generación de nuevas soluciones y dónde están sucediendo las grandes innovaciones.
Presentamos Source of Innovation, un vehículo financiero que armamos (Fundación FEMSA) en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo, el gobierno de Suiza, desde su Ministerio de Economía, el gobierno de Corea y el gobierno de Israel.
Identificamos que hay una muy fuerte inversión en soluciones que se están incubando y una escasez de inversiones en soluciones a escala. Entonces lo que pretende el proyecto es justamente cerrar esta brecha, haciendo más inversiones en soluciones que puedan ser a escala, pero también conectando a los actores clave en esta región.
Ya tenemos intervención en 40 proyectos de toda la región y se comienza a hacer un entretejido alrededor del agua.
Es otro compromiso que hemos asumido y hemos hecho la invitación a que por cada dólar que nosotros invirtamos, se inviertan otros 5 dólares de socios que compartan esta visión de tomar acción por la seguridad hídrica.
Otro proyecto que tuvimos fue la inauguración de un arte-instalación que hizo la artista española, residente de Nueva York, Inma Barrero. Fue una experiencia fantástica porque la obra, que se llama Be the drop that shapes the wave (Sé la gota que le da forma a la ola, en español), es una obra de arte intervenida por más de 100 personas, o agentes de cambio, entre niños, jóvenes, estudiantes y trabajadores de distintos países, incluyendo colaboradores de Femsa, que fueron entrevistados y que participaron en talleres de codiseño de la obra.
A través de la metodología de arte social, se llevó a todas estas personas a reflexionar qué significa para ellas el agua y por qué es importante. A través de ese proceso de introspección y de guía a través del arte hacia la realidad de la crisis hídrica y cómo cada uno es parte de ella, se hicieron 8,000 bolitas que representan gotas de agua y dentro traen el propósito de cada una de estas personas (para solucionar esta crisis).