Después de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que la depresión había aumentado en 25%, lo que suma 250 millones de personas con el padecimiento.
La depresión, de acuerdo con especialistas, no nace de la noche a la mañana sino que se gesta a través de los años. Se puede notar cuando la tristeza no es pasajera sino una constante, cuando las cosas que disfrutabas ya no te interesan o cuando te comportas de forma distinta.
David Trejo Moreno, director de la Fundación Mexicana de Lucha contra la Depresión, explica que los antiguos griegos la denominaban “melancolía”.
“Si tú ves los pecados capitales, la descripción de la pereza, pues no es pereza sino depresión, esta parte de no hacer nada, de no querer levantarte no es pereza, si ves los síntomas es depresión”, cuenta.
El artículo The Origin of Our Modern Concept of Depression-The History of Melancholia From 1780-1880: A Review, publicado en la revista Jama Psychiatry en 2020, documenta que el concepto moderno de depresión surgió alrededor de 1780, cuando era definido como un desorden en el estado de ánimo que incluso podría ocasionar una “locura parcial”.
Trejo Moreno suele explicar a sus pacientes de una forma sencilla lo que les sucede: “Tu cerebro dijo: ‘No eres suficientemente feliz, entonces tenemos que ahorrar químicos de la felicidad porque los tengo que ocupar en otra cosa, pero los ha ahorrado”.
“Una depresión tarda entre cinco a 10 años cocinándose”, lanza.
Ante la sospecha de depresión, es posible contactar a la fundación que ofrece tratamiento gratuito.
Cerebro con depresión
A través de medios y redes sociales se ha difundido que la depresión es una falla en el neurotransmisor de serotonina en el cerebro.
Sin embargo, de acuerdo con Carlos Arnaud Gil, profesor de psiquiatría en el Tec de Monterrey, la depresión es un fenómeno mucho más complejo.
“La depresión no es deficiencia de serotonina. La depresión es la alteración de múltiples sistemas y de múltiples químicos: serotonina, dopamina, noradrenalina, cortisol, histamina, sistemas de crecimiento cerebral”, explica Arnaud Gil.
El área particular del cerebro que se ve limitada por la depresión es el lóbulo frontal, que es la región cerebral vinculada con la planeación, por eso, uno de los efectos de la depresión es la falta de ánimo para realizar actividades.
En cuanto al estado físico del cerebro, distintos estudios han hallado resultados diferentes. En Longitudinal brain volume changes in major depressive disorder se advierte del encogimiento del cerebro. En tanto que en Volumetric brain differences in clinical depression in association with anxiety se detecta que la región de la amígdala cerebral crece de manera anormal.
Nuevos tratamientos
Actualmente, existen alrededor de 25 a 30 antidepresivos que son altamente eficaces y que no son dañinos para el organismo, es decir, no generan adicción.
Sin embargo, hay estudios que indican que el 30% de los pacientes con depresión mayor no reaccionan a estas medicinas.
David Saucedo Martínez, director de la especialidad de psiquiatría del Tec de Monterrey, explica que para los casos complejos también existen tratamientos exitosos.
Una es la ketamina, que en los años 60 se utilizaba como droga recreativa y está probado que a dosis controladas puede mejorar tu estado de ánimo, pues el cerebro libera glutamato.
“Cuando hay depresión severa hay ausencia de este neurotransmisor”, explica, pero advierte que el exceso de glutamato puede ser perjudicial para la salud.
Otro de los tratamientos es la estimulación magnética transcraneal y la terapia electroconvulsiva, mismas que no representan riesgos para el paciente, pues en esta última se utiliza anestesia.
«El paciente llega al consultorio, se pone una bobina magnética en la cabeza y se estimula, magnéticamente, para que se activen áreas que están apagadas. De hecho, el paciente puede estar leyendo una revista o despierto y, prácticamente, no hay efectos adversos. Con los casos más graves que hemos tenido hacemos protocolos al mismo tiempo de magnética transcraneal con ketamina», explica Arnaud.
En octubre, el experto presentará los primeros 10 casos exitosos en la ciudad de Guadalajara.
Por otro lado, la terapia electroconvulsiva no es como se hacía antes, es una técnica que se realiza en el quirófano y consiste en provocar una convulsión controlada médicamente, a través de la cual se liberan, de manera masiva e inmediata, neurotransmisores como serotonina, dopamina y acetilcolina, lo que no sucede con los medicamentos antidepresivos.
«Es muy efectiva para los pacientes que tienen resistencia al tratamiento farmacológico. Tú llegas, te anestesian y, cuando despiertas, ya pasó todo», narra David Trejo.
Para saber si tenemos depresión o alguien que conoces, es importante estar atentos a los estados de ánimo, sobre todo, si son recurrentes, pues los pacientes suelen dejar pasar mucho tiempo hasta que el problema ya es grave.