América Latina es una de las regiones más ricas en diversidad de idiomas, culturas, ecosistemas y especies, sin embargo, en términos de investigación científica, está detrás de otras como Norte América y Europa.
Durante el evento THE Latin America Universities Summit, llevado a cabo el 3 y 4 de julio de 2023 en el Centro de Congresos del Tec de Monterrey, Campus Monterrey, cuatro representantes de universidades de la región discutieron las perspectivas locales de cada una y cómo alcanzar una mayor colaboración en la región.
En la charla Local vs global: Regional collaboration, economic integration and Latin America’s research ecosystem, moderada por Tom Williams, editor en Jefe de Times Higher Education (THE), Guillermo Torre, rector de TecSalud y vicepresidente de Investigación del Tec de Monterrey, Fátima Nunes, Javier Paez Saavedra y Mónica Correa Zabala explicaron sus estrategias para el impulso de la investigación científica en sus universidades.
La investigación científica en América Latina
En la primera ronda de preguntas, Javier Páez, Vicerrector de Investigación de la Universidad del Norte, Colombia, explicó que, algo que comparten muchos países en América Latina en términos de investigación científica, es una financiación insuficiente y complicada.
Es por ello que, en Universidad del Norte, su enfoque está en buscar mayores incentivos económicos para poder hacer investigación de alto impacto que trascienda las soluciones locales y alcance las globales. “En la actualidad, nuestro financiamiento está enfocado principalmente a necesidades locales y no globales, eso es algo que queremos cambiar”, dijo.
Mónica Correa Zabala, directora de Planeación de la Universidad del Rosario, Colombia, mencionó que su universidad es la más antigua del país, con 370 años de tradición. En los últimos 15 años, su apuesta ha sido por la investigación, impulsando las colaboraciones nacionales e internacionales para alcanzar ese fino balance entre soluciones locales y globales.
“Queremos estar a la vanguardia no solo de la investigación a nivel nacional, sino también internacional”, dijo.
Por su lado, Guillermo Torre explicó que en América Latina las agendas de los gobiernos actuales no benefician −necesariamente− la investigación. Esto, lo ha llevado a preguntarse por qué es importante hacer investigación científica e impulsarla.
“Creo que, si lo pones en perspectiva, la respuesta es simple, la mente de investigador le dará mayores oportunidades a los alumnos y a los profesores de conquistar la verdad”, dijo. Al impulsar la ciencia, se obtiene innovación científica, tecnológica y científica.
Fátima Nunes, profesora de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, explicó que su apuesta por la investigación científica es uno de sus principales enfoques, buscando fortalecer las colaboraciones internacionales.
Sin embargo, para su país, existe la peculiaridad de que su idioma principal es el portugués, a diferencia de la mayoría de los países latinoamericanos que hablan español. Esto ha sido un obstáculo para fortalecer la colaboración dentro de la región.
Como resultado, buscan implementar cursos de español para impulsar la cooperación y “mejorar nuestra ciencia en general para resolver los problemas más importantes del país y la región”, dijo.
En la charla Local vs global: Regional collaboration, economic integration and Latin America’s research ecosystem, representantes de universidades de la región discutieron las perspectivas locales de cada una y cómo alcanzar una mayor colaboración en la región. (Foto: Udell Jiménez / TecScience)
Estrategias locales, impactos globales
De acuerdo con Guillermo Torre, rector de TecSalud, una de las particularidades de la investigación en el Tec de Monterrey se deriva de la posición geográfica del estado de Monterrey que se encuentra en gran cercanía con los estados fronterizos de Estados Unidos.
Esto ha llevado a la universidad a establecer alianzas con universidades de alto impacto, como el Massachussets Institute of Technology (MIT), buscando fortalecer las capacidades de investigación de los estudiantes mexicanos y establecer vínculos cercanos con los grupos científicos de otros países.
Para Páez Saavedra, la estrategia que buscan es impulsar la colaboración dentro del país y fuera de él. “Creo que el nombre del juego debe ser colaboración”. Explicó que la Universidad del Norte ha establecido alianzas con otras universidades del país, para hacer investigación en grupo y conseguir una mayor financiación que alcance para todos.
Correa Zabala explicó que hace 15 años, la Universidad del Rosario, inició el programa Jóvenes Investigadores cuyo objetivo es atraer mentes brillantes, formarlas en ciencia e impulsarlas a buscar hacer años sabáticos de investigación en países latinoamericanos, europeos o norteamericanos, haciendo énfasis en evitar la fuga de cerebros y lograr que ese talento regrese el país.
De la misma manera, el Tec de Monterrey ha buscado innovar en problemáticas locales que podrían ser aplicadas a nivel global. Con su programa educativo Tec 21, buscan implementar una manera de enseñar que sea transformativa a nivel local, enseñando a los estudiantes a través de retos con problemáticas reales.
Sus resultados, que aún están por verse, podrían ser aplicados a nivel global ya que si se analizan las tendencias globales es evidente que se está buscando innovar en términos educativos alrededor del mundo.
Por último, Torre señaló que en un ambiente en donde la inversión en investigación es tan baja como en los países latinoamericanos, es necesario pensar en nuevas maneras de obtener financiación.
Es por ello que en los últimos años, el Tec de Monterrey ha apostado por continuar impulsando las alianzas internacionales, pero utilizar las industrias presentes en Monterrey para crear compañías dentro de la universidad que puedan atraer recursos a la investigación.
“Tienes que ser competitivo a nivel global y aplicar las soluciones a nivel global, si tu solución es exitosa, creo que habrá beneficios económicos para tu país, tu universidad, tus investigadores y para la compañía”, concluyó.