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Una propuesta para hacer posible el internet interplanetario

Investigadores proponen una red que imite la estructura del internet para hacer eficiente el envío de información recopilada en el espacio.

Las imágenes del espacio no solo sirven para maravillarnos, también tienen aplicaciones prácticas como ayudarnos a vigilar la actividad del Sol, sin embargo, el enviar fotografías e información del Sistema Solar capturados por satélites u otros dispositivos hacia la Tierra puede verse entorpecido por dificultades técnicas, como las grandes distancias que hay entre los cuerpos celestes, una solución podría ser el internet interplanetario.

Desde hace varias décadas, grupos de astrónomos alrededor del mundo han dedicado grandes esfuerzos a explorar los planetas, las estrellas y otros elementos cósmicos, valiéndose de equipos con los que capturan las imágenes o datos de las misiones espaciales.

La tecnología ha permitido que estas herramientas sean cada vez más eficientes, aunque la forma en la que transmiten la información de regreso a la Tierra sigue presentando complicaciones. 

“El internet interplanetario es un concepto que existe desde hace tiempo y responde a esta necesidad, pero faltan muchas cosas por hacer”, dice César Vargas, profesor investigador del grupo de Innovación en Tecnologías e Infraestructuras Digitales Inteligentes de la Escuela de Ingeniería y Ciencias (EIC), del Tec de Monterrey, en entrevista con TecScience.

Recientemente, Vargas, Rafaela Villalpando y Abraham Urieta de la EIC publicaron el diseño de una red de comunicación interplanetaria inteligente que podría ayudar a hacer más eficiente la transmisión de esta información.

¿Cómo se lograría un internet interplanetario?

La propuesta del equipo del Tec para un internet interplanetario es colocar satélites −llamados nodos− en puntos clave alrededor de los planetas o cuerpos celestes más relevantes dentro del cinturón de asteroides donde se encuentra la Tierra.

A su vez, estos nodos se conectan con otros colocados en posiciones que crean una red que llegue hasta los satélites que están en la Tierra.  Cada nodo tiene distintas funciones y capacidades −como establecer conexiones con otros satélites, replicar una señal o transmitir información− pero todos pueden detectar su propia posición.

“El diseño tiene una similitud con la red de internet que tenemos aquí en la Tierra, pero no hay cableado”, explica Vargas. 

En lugar de cables, los nodos contarían con tecnología de comunicación óptica inalámbrica para poder enviar información entre satélites, así como algoritmos inteligentes para hacer eficiente la comunicación.

Dependiendo del planeta u objeto espacial que se quiera explorar y el aspecto que se quiera estudiar, como la presencia de un elemento, se enviarían nanosatélites −satélites de menos de 10 kilogramos− cargados con sensores, espectómetros, magnetómetros, radiómetros o cámaras de alta resolución que permitan capturar la información deseada.

El protocolo de conexión que proponen es tan versátil que cada planeta explorado tendría su propia red que podría comunicarse con una red global que lleve la información a la Tierra. 

“Al repartir las funciones, se puede ahorrar mucha energía y tiempo para enviar la información recopilada”, cuenta Vargas.

Actualmente, la mayoría de los satélites utilizan pilas o paneles solares para generar la energía necesaria para enviar la información recopilada, pero a veces deben esperar días para cargarse.

El futuro de la exploración del universo

De acuerdo con los investigadores, la red propuesta puede ayudar no solo a hacer el envío de información entre satélites más eficiente, sino a que los expertos que se dedican a vigilar el espacio también puedan comunicarse mejor y compartir información relevante.

“Podrían enviarse fotografías o análisis químicos que hayan recogido los robots o nanosatélites más rápido y fácil”, dice Vargas.

En la actualidad, con fenómenos como la pandemia de Covid-19, la necesidad de crear redes de comunicación activas y eficientes entre expertos de distintos temas se ha vuelto cada día más relevante.

En el caso de los astrónomos, el agilizar el envío de información podría ayudarles a monitorear fenómenos fuera de la Tierra, como si un agujero negro se está acercando, o dentro de ella, como la formación del sargazo.

“Puedes predecir qué tanto va a llegar y cuándo, para  tomar medidas eficientes que reduzcan su impacto”, expresa el investigador.

Con esto en mente, los investigadores esperan que en los próximos años, la colaboración entre instituciones astronómicas sea cada vez más frecuente y que propuestas como la suya sean puestas en práctica.

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Autor

Picture of Inés Gutiérrez Jaber