Desde hace algunos años, la preocupación por saber si el aceite de aguacate que se vende en supermercados y tiendas es 100% puro ha crecido alrededor del mundo.
Formando parte de la tendencia global, investigadores del Tecnológico de Monterrey realizaron un estudio de 12 marcas de este aceite que se venden en México para comprobar su pureza.
De acuerdo con Luis Martín Marín Obispo, investigador del Centro de Biotecnología FEMSA del Tec de Monterrey, quien formó parte del estudio, la preocupación aumentó alrededor del 2015, cuando empezaron a reportarse diferencias muy marcadas en los precios de este aceite.
“Esto desató una inquietud y se propuso plantear un estándar de calidad actualizado”, dice en entrevista con TecScience.
En 2021, después de un esfuerzo conjunto entre distintos países, agencias especializadas en regular este tipo de productos y el grupo de investigadores del Tec de Monterrey, se publicó un nuevo estándar de calidad, conocido como huella de identidad, para poder identificar cuáles marcas sí venden aceite de aguacate.
Ese mismo año, también se aprobó la Norma Mexicana sobre la composición del Aceite de Aguacate.
A partir de entonces, distintas investigaciones encontraron que, en muchas ocasiones, los productos vendidos están adulterados con otros aceites, como de maíz, de algodón o de canola, los cuales suelen ser más económicos.
Aceite de aguacate, de lo más saludable
Alrededor del mundo, el aguacate y sus productos derivados han tenido cada vez más popularidad. En especial, el aceite de aguacate es conocido como uno de los más saludables para utilizar en la cocina, a la par con el aceite de oliva.
Que sea tan buen aceite se debe en parte a que contiene omega 9, grasas monosaturadas, vitamina E, clorofilas y carotenoides.
Todos estos componentes lo hacen ser una grasa saludable que ayuda a que las células de nuestro cuerpo mantengan su forma, tiene un efecto antiinflamatorio, disminuye el nivel de colesterol en la sangre, facilita la absorción de nutrientes y previene enfermedades cardiometabólicas.
“Las grasas se han estigmatizado”, comenta Marín Obispo, “pero hay aceites buenos que benefician al cuerpo humano”.
Cumplir el estándar de pureza
En 2022, un grupo liderado por Carmen Hernández-Brenes, profesora titular de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec de Monterrey e investigadora de Institute for Obesity Research, decidió realizar un estudio a pequeña escala, donde seleccionaron 12 marcas de aceite de aguacate comercializadas en el país.
A través de estudios de composición en el laboratorio, compararon los valores de nutrientes, ácidos grasos y otros componentes del aceite de cada marca con los valores establecidos en la huella de identidad del aguacate.
Lo que encontraron fue que, de las 12 marcas, solo cuatro cumplían con los estándares establecidos y vendían realmente aceite de aguacate. Estas marcas fueron: Chosen Foods, Simple, Mevi Oil e Inés.
Su hallazgo está en línea con lo descubierto en un estudio realizado por la Universidad de California, en 2022 , que determinó que la mayoría del aceite de aguacate importado y vendido en Estados Unidos están adulterados con otros aceites.
México, cuna del oro verde
Para México es especialmente importante asegurarse de que los productos derivados del aguacate sean auténticos ya que el país es el principal productor y exportador de este fruto a nivel mundial.
De acuerdo con Marín Obispo, cuando se venden versiones adulteradas o falsas de este, se perjudica a los consumidores que buscan productos saludables.
Además, la confianza que tienen las personas en el producto puede verse seriamente disminuida.
“Esto afecta a quienes si están cumpliendo y están preocupados por entregar un producto de calidad”, enfatiza. “Una vez que el consumidor detecta un producto fraudulento, ya desconfía de todos”.
A la larga, esto podría afectar la producción e importación de aceite de aguacate en el país.
Pistas de un aceite de aguacate puro
Como parte de su estudio, los investigadores sugieren seguir tres simples pasos para asegurarnos de estar comprando aceite de aguacate puro:
- Leer la lista de ingredientes, incluyendo las letras chiquitas que vienen al reverso.
- Comparar los precios entre las distintas marcas, que suele mantenerse dentro de un rango cerrado; uno excesivamente barato probablemente esté adulterado.
- Revisar que la compañía que comercializa el producto sea legítima y que, de preferencia, sea mexicana.
Con su estudio y el aumento en el rigor de evaluación a nivel mundial, Martín Obispo espera que las marcas que venden productos que no son puros, revisen su producción.
“Es mejor aparecer en la lista de los que sí están cumpliendo, que en la de los que no”, concluye.
