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Cómo las células madre revierten la diabetes por primera vez en la historia

Investigadores chinos logran 'curar' a una paciente de 25 años, quien tras recibir un trasplante de células madre comenzó a generar su propia insulina.
Ilustración en 3D que muestra células madre humanas flotando por las venas
Ilustración en 3D que muestra células madre humanas flotando por las venas. (Foto: Getty Images)

Por primera vez en la historia, un equipo multidisciplinario de investigadores logró revertir la diabetes tipo 1 en una paciente de 25 años, quien tres meses después de recibir un trasplante de células madre reprogramadas comenzó a producir su propia insulina

Se trata del primer ser humano con diabetes tipo 1 que recibe un tratamiento desarrollado con células extraídas de su propio cuerpo. Los resultados de su caso fueron publicados en el sitio especializado Cell y el éxito del procedimiento ya se considera un hito para la medicina moderna. 

Los 35 científicos que firman el paper −quienes laboran en diversos hospitales y universidades chinas− mencionan que el análisis se llevó a cabo durante un año y explican que es “un primer ensayo clínico de fase I realizado en humanos que evalúa la viabilidad del trasplante autólogo de islotes derivados de células madre pluripotentes inducidos químicamente (islotes CiPSC) debajo de la vaina del recto anterior abdominal para el tratamiento de la diabetes tipo 1”.

¿Qué implica que las células madre puedan revertir la diabetes?

Este trasplante de células madre, que ha logrado revertir la diabetes tipo 1 en una paciente china, representa un gran paso en el tratamiento de esta enfermedad, que junto a la diabetes tipo 2, se considera un padecimiento crónico que aqueja a más de 500 millones de personas a nivel mundial. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes “es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios”.

“La más común es la diabetes tipo 2 que ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina, mientras que la diabetes tipo 1 −una vez conocida como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente− es una afección crónica en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina por sí mismo”, agrega la OMS

En ambos casos, los pacientes requieren de una alimentación especial que les restringe el consumo de azúcares y dependen de tratamientos con insulina para su supervivencia, asimismo, precisan de una revisión médica constante, lo cual implica un gran gasto tanto para las personas y sus familias como para los sistemas de salud pública. Por ello, encontrar una cura para la diabetes puede transformar la vida de millones de personas. 

Para el caso específico de la paciente antes mencionada, el paper detalla: “logró una independencia insulínica sostenida a partir de los 75 días posteriores al trasplante. El rango de glucemia del tiempo objetivo del paciente aumentó desde un valor inicial de 43,18 % a 96,21 % en el mes 4 después del trasplante, acompañado de una disminución de la hemoglobina glucosilada, un indicador de los niveles de glucosa sistémica a largo plazo en un nivel no diabético”.

El estudio agrega que “posteriormente, la paciente presentó un estado de control glucémico estable, con un rango de glucemia de tiempo objetivo > 98 % y hemoglobina glucosilada en torno al 5 %. Al año, los datos clínicos cumplieron con todos los criterios de valoración del estudio sin indicación de anomalías relacionadas con el trasplante”.

Aunque la mujer ha preferido permanecer en el anonimato, se sabe que vive en Tianjin, China, tiene 25 años y recientemente ofreció una entrevista telefónica para la revista Nature en la que compartió: “Ahora puedo comer azúcar… Disfruto comer de todo, especialmente estofado”.

¿Hay más estudios que sustenten este hallazgo?

Si bien esta es la primera investigación en la que se logra revertir la diabetes tipo 1 en un ser humano, la revista Nature explica que este estudio “sigue los resultados de un grupo separado en Shanghai, China, que informó en abril que habían trasplantado con éxito islotes productores de insulina en el hígado de un hombre de 59 años con diabetes tipo 2. Los islotes también se derivaron de células madre reprogramadas extraídas del propio cuerpo del hombre y desde entonces dejó de tomar insulina”.

Este estudio se publicó bajo el título “Tratamiento de un paciente diabético tipo 2 con deterioro de la función de los islotes pancreáticos mediante tejido de islotes derivado de células madre del endodermo personalizado” y en él se detalla que el hombre había sido diagnosticado con esta enfermedad desde hacía 25 años, pero en 2017 tuvo un trasplante de riñón que empeoró su estado de salud por lo cual dependía de varias inyecciones de insulina diarias.

Según la investigación, en julio de 2021 el paciente recibió un trasplante de células madre y 11 semanas después ya no necesitó las inyecciones de insulina. El estudio también señaló que a un año del tratamiento, la función de sus células isletas pancreáticas estaban restauradas y su función renal era normal

Al respecto, Nature señala que hay estudios previos donde “los trasplantes de islotes pueden tratar la enfermedad, pero no hay suficientes donantes para satisfacer la creciente demanda y los receptores deben usar medicamentos inmunosupresores para evitar que el cuerpo rechace el tejido del donante”. Sin embargo, estos nuevos estudios han mostrado que “al utilizar tejido elaborado a partir de las propias células de una persona se espera evitar la necesidad de inmunosupresores”. 

¿Dónde surge el procedimiento que sustenta este descubrimiento?

Las dos investigaciones que han logrado revertir la diabetes tipo 1 y tipo 2 en dos pacientes chinos, publicadas este 2024, parten de una técnica de reprogramación de células madre que fue desarrollada hace más de 20 años por el científico japonés Shinya Yamanaka de la Universidad de Kyoto.

Sin embargo, Nature señala que el biólogo celular Deng Hongkui de la Universidad de Pekín, junto a un grupo de investigadores chinos, modificaron esa técnica y “en lugar de introducir proteínas que desencadenan la expresión genética, como había hecho Yamanaka, expusieron las células a pequeñas moléculas”.

A partir de la modificación de este proceso, los científicos chinos realizaron un primer ensayo en el que “extrajeron células de tres personas con diabetes tipo 1 y las revirtieron a un estado pluripotente, a partir del cual podían moldearse en cualquier tipo de célula del cuerpo”.

Inicialmente, los científicos usaron células madre pluripotentes (iPS) inducidas químicamente para generar grupos de islotes en 3D, pero probaron su seguridad en células de ratones y primates. Por ello, las investigaciones del paciente de 59 años y la de 25, se encuentran entre los primeros ensayos clínicos en humanos.

En el caso de la paciente de 25 años, cuyo trasplante se llevó a cabo en junio de 2023, la operación duró menos de media hora y “le inyectaron el equivalente a aproximadamente 1.5 millones de islotes en los músculos abdominales”.

Anteriormente, en otros procedimientos los islotes se habían inyectado en el hígado pero ahí no se pueden observar las células. Entonces, los investigadores decidieron colocarlas en el abdomen para monitorearlas a través de imágenes de resonancia magnética y, en caso de ser necesario, poder eliminarlas.

¿Este tratamiento de células madre es la cura para la diabetes?

Para los autores de la investigación se trata de “resultados prometedores”, pero advierten que “se justifican más estudios clínicos que evalúen el trasplante de islotes CiPSC en la diabetes tipo 1”.

Cabe mencionar, que la paciente ya estaba recibiendo inmunosupresores para un trasplante de hígado anterior, por lo cual los científicos no pudieron evaluar si las células iPS reducían el riesgo de rechazo del trasplante.

Jay Skyler, endocrinólogo de la Universidad de Miami, Florida, quien estudia la diabetes tipo 1, mencionó en entrevista con Nature que “aún se debe comprobar que las células de la mujer sigan produciendo insulina durante un máximo de cinco años, antes de considerarla curada”.

Los científicos chinos han mencionado que “los resultados de otros dos participantes también son muy positivos y alcanzarán la marca de un año en noviembre, después de lo cual esperan ampliar el ensayo a otros 10 o 20 individuos”, sin embargo, aunque esperanzador, el camino hacia una cura definitiva para esta enfermedad aún se ve largo. 

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