En los últimos años la democracia se ha enfrentado a retos y amenazas que la han debilitado en regiones y países, algunos con sistemas democráticos recién adoptados y otros más consolidados, como en el caso de México.
De acuerdo con Martha Bárbara Ochman, investigadora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey, entre las grandes amenazas están la falta de interés de la ciudadanía y su falta de capacidad para involucrarse en los procesos de la democracia.
“Lo que amenaza la democracia hoy es la pérdida de la capacidad y el interés por debatir, la esencia misma de la política”, añade Ochman en uno de sus artículos sobre el futuro de la democracia.
Esta disminución del interés llevó a Ochman y a Jesús Cantú, uno de sus colegas investigadores, a desarrollar un sistema de análisis de las competencias ciudadanas como una opción para fortalecer la democracia.
Los investigadores publicaron sus hallazgos en el estudio Cómo consolidar la democracia en los tiempos del desencanto. Una aproximación desde las competencias ciudadanas.
Ser mejores ciudadanos
Martha Ochman y Jesús Cantú definen a la ciudadanía como el derecho a participar en una comunidad, de manera pacífica y responsable, para generar un bienestar público.
Esta formación de ciudadanos comprometidos es una prioridad en regiones como la Unión Europea, que lo incluye en su Agenda Educativa 2020.
Ochmann y Cantú trabajaron por más de una década en el desarrollo de una propuesta de promoción de competencias ciudadanas para generar una mayor participación de las personas en sus democracias.
“En este contexto, es comprensible que los organismos internacionales, los educadores, pero, también, muchos actores políticos y sociales, proclamen la necesidad de transitar de la democracia electoral a la democracia de los ciudadanos”, señalan.
En 2005, ambos comenzaron el estudio de las competencias ciudadanas en poblaciones de estudiantes de preparatorias y universidades en México. Para 2017, habían logrado crear un modelo de ocho competencias ciudadanas.
Ocho competencias ciudadanas
La década de trabajo de los investigadores los llevó al diseño de un modelo para medir y promover estas competencias ciudadanas:
- Integra en su razonamiento perspectiva social y busca el bien común / la justicia
- Respeta y valora la diversidad
- Comprende en qué consiste la democracia como sistema de gobierno
- Participa democráticamente en el espacio público
- Respeta y valora la legalidad
- Ejerce la autoridad democráticamente y aplica mecanismos de control ciudadano de poder
- Aplica los mecanismos y valores de la democracia en la vida cotidiana
- Acepta y resuelve los conflictos pacíficamente
Las importancia de procesos formativos
Estas competencias ciudadanas tienen como objetivo ayudar a fortalecer la democracia en lo que los investigadores llaman “tiempos de desencanto», siempre y cuando sean promovidas dentro de procesos formativos.
Ambos señalan la importancia buscar el desarrollo de estas desde la escuela, sobre todo, durante las etapas de preparatoria y universidad, y también desde los gobiernos e, incluso, medios de comunicación.
Los investigadores explican que un bajo nivel de competencias provoca frustración y el sentimiento de que los ciudadanos no pueden modificar el sistema político, lo cual los aleja de la participación en el espacio público.
Con su estudio, Ochman y Cantú no buscan condenar sino diseñar estrategias para fortalecer estas competencias y fortalecer la democracia.
“Es apenas un primer paso para poder pensar en múltiples formas de fortalecernos como ciudadanos que buscan vivir en una sociedad democrática y asegurar que las futuras generaciones no tengan que vivir bajo un régimen autoritario para valorar y defender la democracia”, finalizan.