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El Premio Nacional de Ciencias cuyas investigaciones arrojan luz sobre la diabetes

El trabajo científico de Carlos Aguilar se ha centrado en encontrar maneras de combatir las enfermedades metabólicas.
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Aguilar es director de Investigación del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. (Foto: Alejandro Salazar / TecScience)

Aunque las razones no le quedan completamente claras, Carlos Aguilar Salinas siempre quiso estudiar medicina. Sus papás tienen una foto de él, cuando tenía cuatro años, disfrazado de doctor.

“No sé decir de dónde me surgió la idea, creo que fue instinto más que otra cosa”, dice el médico, endocrinólogo e investigador en entrevista con TecScience.

Aunque a esa edad no lo sabía, eventualmente, ser médico dejaría de ser un juego y se convertiría en su labor. Actualmente, dedica su vida a estudiar y tratar las enfermedades metabólicas, como la diabetes tipo dos y las dislipidemias.

En su carrera, ha logrado identificar variantes genéticas en la población mexicana que la predisponen a ellas, hacer estudios epidemiológicos de cohorte para entender su transcurso y proponer soluciones basadas en evidencia.

La especificidad de lo que estudia probablemente surgió después de una clase de bioquímica que tuvo en la preparatoria, impartida por Juan José Hicks. En el examen final, tuvo que responder cómo es que una molécula de glucosa se convierte en una de ATP −la mayor fuente de energía en los seres vivos−.

Un ejercicio académico que a la mayoría nos parecería abrumador −especialmente a esa edad− a él le pareció emocionante. “Integrar toda esa información fue muy atractivo”, cuenta.

Hoy, es Director de Investigación del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán

Aguilar ha encontrado la fórmula para poder combinar el atender pacientes, hacer investigación, tanto básica como clínica, y desempeñar cargos administrativos en diversas instituciones.

Su trayectoria lo llevó a ser reconocido con el Premio Nacional de las Ciencias, en la categoría de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales en 2018. 

El niño de la foto, disfrazado de doctor a los cuatro años, seguramente estaría orgulloso.

Carlos Aguilar Salinas fue uno de los conferencistas del Congreso Internacional de Investigación sobre Obesidad 2024. Unos días antes conversó con TecScience sobre sus mayores aportaciones. (Foto: Alejandro Salazar / TecScience)

Combatir las enfermedades metabólicas con investigación

De acuerdo con él, una de las aportaciones más grandes que ha hecho −en colaboración con otros investigadores− al estudio de este tipo de enfermedades ha sido sobre la hipercolesterolemia familiar.

Este es un padecimiento hereditario que afecta la forma en que el cuerpo procesa el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) −conocido como “colesterol malo”−, resultando en que quienes viven con ella lo acumulen en exceso y tengan un mayor riesgo de presentar complicaciones cardiacas. 

Con su equipo, construyó el registro mexicano de esta enfermedad y los datos forman parte de un consorcio coordinado por la Sociedad Europea de Aterosclerosis, que acumula casi 80,000 casos.

“Esto ha servido para conocer las tendencias en el tiempo de la enfermedad y generar protocolos específicos de tratamiento y atención”, explica.

Otro gran logro ha sido el identificar la diabetes tipo dos de inicio temprano como un problema de importancia nacional en México.

Actualmente, en el país el 28% de los casos la enfermedad comienza antes de los 40 años, lo cual se considera inusual, pues es un padecimiento que suele aparecer en edades más avanzadas. 

“Estas personas tienen mayor riesgo de tener complicaciones crónicas, daño renal y retinal”, dice.

Al estudiar a las personas que la presentan de forma temprana, él y su equipo identificaron una variante del gen SLC16A11 como una de las bases genéticas detrás del fenómeno.

Sus estudios −que siguen en curso− también han arrojado luz sobre las razones por las cuales en ciertas personas aparece antes, por qué presentan más complicaciones y cómo se podría prevenir.

Identificar variantes genéticas que predisponen a los mexicanos

A lo largo de su carrera ha logrado identificar distintas variantes genéticas que predisponen a la población mexicana a padecer enfermedades que afectan el metabolismo.

Uno de sus primeros descubrimientos fue que una variante del gen SLC16A11 –que después fue asociada con la aparición temprana de la diabetes tipo dos– ocasiona que, quienes la presentan, tengan niveles bajos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés), conocido como “colesterol bueno”.

Los niveles altos de colesterol HDL se relaciona con un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas y metabólicas.

Sobre esta variante, uno de los hallazgos más peculiares fue su origen evolutivo. “Encontramos que proviene de genes de los neandertales”, platica.

Estos descubrimientos, después, fueron ligados con el caso de un paciente de 85 años con hipercolesterolemia familiar que no presentaba ninguna complicación. “El pronóstico de una persona con esa enfermedad y a esa edad, sería haber tenido por lo menos un infarto”, expresa Aguilar Salinas. 

Al estudiarlo a él y su familia, se percataron de que tenía una variante que elevaba la cantidad de colesterol HDL en sangre.

El haber identificado estas variantes recalca su compromiso con aportar conocimiento e infraestructura para atender algunas de las enfermedades que más afectan a los mexicanos. 

“Si nosotros no caracterizamos cómo nuestra etnicidad determina la enfermedad, nadie más lo va a hacer”, dice. “Es importante generar investigación de calidad mundial, con un enfoque local”. 

“En México no es lo mismo ser obeso a los 30 años que a los 80 años”, dice Carlos Aguilar. (Foto: Alejandro Salazar / TecScience)

Las muchas caras de la diabetes y la obesidad

Con su experiencia, Aguilar Salinas se ha percatado de que la diabetes no es solo una.

“Todas las personas con diabetes tienen la misma enfermedad, pero su pronóstico puede ser muy heterogéneo”, dice.

En algunas personas, esta condición empieza a los setenta años y cuando fallecen, no se debe a él. En otros casos, evoluciona y se complica muy rápido.

Lo mismo pasa con la obesidad, hay quienes se mantienen con obesidad toda su vida y no tienen complicaciones metabólicas, mientras que otras sí. Están quienes no tienen afectaciones al metabolismo pero sí ortopédicas.

Recientemente, él y su grupo colaboraron con el Imperial College de Londres para analizar las diversas formas en que se manifiesta este padecimiento en distintos países alrededor del mundo. 

“En México no es lo mismo ser obeso a los 30 años que a los 80 años”, dijo durante su ponencia en el tercer Congreso Internacional de Investigación sobre Obesidad. “También debemos tener un enfoque de género y grupos especiales”. 

De acuerdo con el investigador, la obesidad puede ser clasificada de distintas maneras, como por ejemplo, por la zona del cuerpo donde más se acumula tejido adiposo o si hay presencia de comorbilidades.

En nuestro país, cuando esta condición empieza en una edad temprana, suelen aparecer complicaciones como las dislipidemias o la hipertensión arterial, mientras que cuando empieza en una edad avanzada, prevalece la diabetes tipo 2.

Es por ello que para, realmente, enfrentar el problema, necesita profundizarse sobre las distintas formas en que se manifiesta.

Etiquetado insuficiente

En la perspectiva del experto, para combatir con éxito la obesidad y enfermedades metabólicas en México, se necesita un enfoque multidisciplinario que ataque los distintos factores que están detrás de ellas.

Además, se necesita una visión holística, medicina de precisión y planes transversales por parte de los gobiernos que no cambien con cada sexenio. 

Aunque el etiquetado frontal y los impuestos a bebidas azucaradas parecen ser una política pública exitosa, no ha sido suficiente, pues no considera los distintos subtipos y causas del sobrepeso y la obesidad.

La manera en que se comunica la problématica también necesita cambiar, eliminando las imágenes estigmatizantes hacia las personas con obesidad y reemplazándolas con mensajes de empoderamiento.

“Todo el mundo sabe que tener mala alimentación o no hacer ejercicio es inadecuado, pero muchas personas lo siguen haciendo”, dice.

Es por ello que se necesitan programas enfocados en lograr un cambio de comportamiento en las personas, cuando el origen de su padecimiento se debe a problemas con el estilo de vida. 

“En la mayoría de las personas, la obesidad y las enfermedades metabólicas no deben ser causa de discapacidad o mortalidad”, dice, “vivimos en un momento donde contamos con los recursos e información para evitar que se vuelva una carga en sus vidas”.

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Autor

Inés Gutiérrez Jaber