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El reto de definir la obesidad en medio de límites y nuevos hallazgos

Además, se presentó la primera guía mexicana de práctica clínica para el manejo del sobrepeso y la obesidad con el propósito de ayudar a profesionales y pacientes.
Fotografía de dos hombres y dos mujeres sentados en un panel de discusión científica.
De izquierda a derecha: Emma Chávez, Coordinadora de la Clínica de Obesidad del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán"; Juan Eduardo García, expresidente de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología; Verónica Vázquez, presidenta de OBESIDADES A.C., y Leonardo Mancillas, Director Clínico del Institute for Obesity Research. (Foto: Héctor González / TecScience)

La definición actual de obesidad tiene limitaciones, pues se enfoca únicamente en el índice de masa corporal (IMC). Esto puede llevar a que subestime o sobreestime el efecto de la acumulación excesiva de tejido adiposo en una persona y, por lo mismo, su atención sea inadecuada. En tiempos recientes, alrededor del mundo, distintos grupos se han enfocado en redefinirla.

“¿Realmente estamos definiendo bien la obesidad?”, cuestionó Leonardo Mancillas, Director Clínico del Institute for Obesity Research (IOR), durante el Congreso Internacional de Investigación sobre Obesidad 2025, llevado a cabo en Campus Monterrey, del Tec de Monterrey.

Mancillas moderó el panel Obesidad clínica redefinida: ventajas, desafíos y el poder transformador de las guías mexicanas, en el que discutió con tres expertos sobre el presente y el futuro de su diagnóstico y atención.

La conversación giró en torno a nuevos documentos producidos por The Lancet Commission on Definition and diagnostic criteria of clinical obesity y la primera Guía mexicana de práctica clínica para el manejo del sobrepeso y la obesidad en el adulto

En una infografía que resume su trabajo más reciente, la comisión argumenta que a pesar de que el IMC es útil para identificar a personas con un mayor riesgo de tener consecuencias en la salud, no puede determinar cuándo el exceso de grasa corporal es un problema de salud.

Por otro lado, la guía reconoce recomendaciones para el manejo de obesidad que son apropiadas para el contexto mexicano, así como las lagunas de conocimiento que necesitan ser consideradas para formular una mejor aproximación.

“Las definiciones y redefiniciones de enfermedades complejas no paran nunca, porque dependen en muy buena medida de todo el conjunto de conocimiento que las rodea”, dijo Juan Eduardo García, expresidente de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología.

Redefiniendo la obesidad 

En México, la obesidad ha incrementado un 42.4% del 2000 al 2018. Hoy en día, el 36% de la población vive con ella y más del 90% de los adultos mayores de 50 años tienen obesidad central, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut).

Sin embargo, esas estadísticas han sido construidas principalmente utilizando un IMC elevado como indicador de obesidad. 

En respuesta a la necesidad de mejorar el tratamiento, The Lancet propone dos nuevos conceptos: obesidad preclínica, una condición de exceso de grasa corporal asociada con un nivel variable de riesgo para la salud, pero sin enfermedad, y obesidad clínica, una enfermedad crónica, debida únicamente a la obesidad, que se caracteriza por signos y síntomas de disfunción continua en los órganos y/o una capacidad reducida para realizar actividades cotidianas.

“Las definiciones y redefiniciones de enfermedades complejas no paran nunca, porque dependen en muy buena medida de todo el conjunto de conocimiento que las rodea”, dijo Juan Eduardo García. (Foto: Héctor González / TecScience)

“Una de las intenciones de este consenso fue que a las personas que tienen alteraciones médicas graves se les brinde tratamiento”, dijo Verónica Vázquez, presidenta de OBESIDADES A.C. “La indicación de bajar de peso no es uno”.

Como Vázquez, hay quienes apoyan esta redefinición, pues consideran que dará pie a mejores prácticas dentro del entorno médico, incluyendo el ser conscientes de que la obesidad no es cuestión de voluntad y que, muchas veces, los profesionales de la salud pueden estigmatizar a las personas, sin hacer evaluaciones médicas que determinen si realmente están enfermos.

Mientras que algunos la apoyan, hay quienes piensan que podría ser un retroceso al reemplazar el progreso que se había hecho para definir la obesidad como un continuo

“Ya con tener sobrepeso hay mayor riesgo de mortalidad”, dijo Emma Chávez, Coordinadora de la Clínica de Obesidad del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. “Siento que es un retroceso de cierta manera, tratando de simplificar las cosas”.

La primera guía mexicana para la atención de la obesidad

Por otro lado, la nueva guía, tiene el propósito de ser el primer manual, metodológicamente riguroso, para ayudar a los profesionales de la salud, a los pacientes con obesidad y a los tomadores de decisiones a abordarla de la mejor manera posible.

“Nosotros como población tenemos nuestras características sociales, culturales, y económicas”, dijo Chávez, quien participó en el desarrollo de esta guía. “Tener guías tropicalizadas permite hacer recomendaciones para el contexto social”.

Este nuevo marco de tratamiento está basado en evidencia y se centra en el paciente, para que sean atendidos sin estigmas, siguiendo los principios de prevención y manejo de enfermedades crónicas.

En conjunto, estos documentos podrían impulsar un mejor entendimiento de la obesidad y llevar a que, tanto la sociedad, como los profesionales de la salud, tengan empatía hacia las personas que tienen cualquier tipo de obesidad.

“Esto permite que se resuelvan muchos problemas a largo de adherencia a fármacos, dieta, ejercicio, conductas de vida”, dijo Vázquez. “Hay que empezar por una empatía, sin prejuicio y sin discriminación”.

“Una de las intenciones de este consenso fue que a las personas que tienen alteraciones médicas graves se les brinde tratamiento”, dijo Verónica Vázquez. (Foto: Héctor González / TecScience)

Ante el aumento de la obesidad a nivel global, los expertos recomiendan seguir avanzando en el desarrollo de investigación suficiente para poder enfrentarla.

“Nos queda mucho por aprender, por investigar, desde la ciencia básica, la ciencia clínica, las políticas públicas, la implementación, los dispositivos”, dijo Mancillas. “En cualquiera de esas áreas, tenemos la oportunidad de impactar la vida de las personas que viven con obesidad en el futuro, no dejemos esa misión”.


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Autor

Picture of Inés Gutiérrez Jaber