El de próstata, es el tipo de cáncer más común en hombres, con un estimado de 1.5 millones de casos nuevos al año. Sin embargo, para 2040 se proyecta que aumenten a 2.9 millones, de acuerdo con un comunicado de The Lancet Comission on prostate cancer. Ante este panorama, la detección oportuna es imprescindible para salvar vidas.
“Desgraciadamente, aunque es tan frecuente, no todos los pacientes tienen acceso a la detección temprana o al tratamiento adecuado”, dice Carlos Delgado, urólogo del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), en entrevista con TecScience.
De acuerdo con el experto, en comparación con el cáncer de mama, el de próstata es menos diagnosticado y, cuando lo es, suele serlo en etapas avanzadas.
Esto se debe, en parte, a que en un inicio prácticamente no hay síntomas, pero también intervienen nociones asociadas con los roles de género. Además, existe la idea de que la revisión, llamada tacto prostático, será invasiva y dolorosa.
“Ya sea por machismo o falta de educación, muchos hombres postergan o evitan acudir con un urólogo”, cuenta Delgado.
A pesar de que en las últimas décadas ha habido un gran avance en métodos de detección oportuna y tratamientos para cada estadío, las ideas asociadas a la masculinidad pueden llevar a los hombres a descuidar su salud.
Esto es preocupante, pues aunque este tipo de cáncer podría prevenirse con una dieta saludable, ejercicio frecuente y no fumar, el detectarlo de forma temprana es una de las formas más eficientes de atacar el problema.
¿Cómo lograr la detección oportuna del cáncer de próstata?
Hasta hoy, las causas del cáncer de próstata no son del todo claras, pero se ha encontrado que existe un factor genético importante. “Si tienen un papá o hermano con este tipo de cáncer, tienen mucha mayor probabilidad de padecerlo también”, explica Delgado.
La buena noticia es que el riesgo de padecerlo por causas genéticas puede detectarse con una prueba para encontrar mutaciones en el gen BRCA2.
También, puede realizarse una prueba de antígeno prostático específico (PSA), una proteína producida por células de la próstata que suele estar elevada en personas con este padecimiento: “En muchos casos, el tacto prostático no es necesario”, dice el urólogo.
Si la prueba de BRCA2 es positiva, se recomienda que se hagan la de PSA a partir de los 40 años y, dependiendo de sus niveles, tengan un seguimiento cada dos o cinco años.
Para los hombres sin factor de riesgo de herencia, se recomienda que asistan a partir del los 50 años a hacerse la prueba PSA, pues se calcula que seis de cada diez casos se detectan en hombres mayores de 65 años.
Dependiendo de los niveles de PSA en el momento de la prueba, pueden hacerse un seguimiento cada dos o cinco años.
“Las mujeres saben que a partir de cierta edad tienen que ir al ginecólogo por su Papanicolau o mamografía anual”, dice Delgado. “Es importante que todos los hombres sepan que a partir de los 50 años es algo que tienen que hacer”.
Cáncer de próstata en América Latina
De acuerdo con Delgado, el que los pacientes asistan a consulta con un urólogo, andrólogo -urólogo especializado en aspectos reproductivos de los hombres- o médico general para hacerse la prueba de PSA es indispensable.
“Si se detecta que podría haber cáncer, podemos hacer una biopsia o una resonancia magnética para confirmar y saber qué tan avanzado está”, dice el experto.
Con estas herramientas, en caso de que se detecte este padecimiento, los médicos pueden determinar cuál es el mejor tratamiento. Si se encuentra de manera temprana, es mucho más probable que sea detectado en un momento donde solo esté localizado en la próstata y no se haya extendido a los huesos u otros órganos.
“Actualmente, en América Latina el 50% de los pacientes se siguen detectando en un estadio en el cual ya no es curable”, urge Delgado.
Con la importancia de la detección oportuna en mente, Miguel Ángel Jiménez, director de Urología del INCan lanzó el Programa Opus para el tratamiento integral de este padecimiento.
En 2019, cuando inició, solo el 32% de los casos eran detectados cuando estaban localizados únicamente en la próstata. Para 2023, esta cifra subió al 81%.
Esto habla de la importancia de la detección oportuna y de la necesidad de instaurar programas de este tipo en todo el país. “Aunque ha sido exitoso, el panorama en el resto del país y América Latina no es bueno”, dice el experto.
En la región sigue haciendo falta infraestructura para detectar y tratar el cáncer de próstata a tiempo.
Faltan más campañas de concientización
En México, también se necesita una mayor concientización de la población sobre los riesgos de padecer cáncer de próstata y la necesidad de hacerse la prueba de PSA a partir de los 50 o 40 años, dependiendo de su riesgo genético.
“Cada octubre nos ponemos el lazo rosa para poner el foco en el cáncer de mama, pero no existen campañas tan fuertes ni tan numerosas contra el de próstata”, expresa Delgado.
Esto no quiere decir que se deban frenar los esfuerzos por prevenir el cáncer de mama, si no que se necesitan campañas igual de buenas para prevenir el de próstata.
Estudios alrededor del mundo han demostrado que, en general, las campañas de salud pública son efectivas en informar a la población sobre este padecimiento y han aumentado la cantidad de mujeres que asisten a hacerse su mamografía.
También, se ha encontrado evidencia de que las redes sociales pueden ayudar a difundir esta información, cuando se hace de la mano de personas expertas.
¿Qué tratamientos existen contra el cáncer de próstata?
Si se logra detectar a tiempo, dependiendo del estadio en el que se detecte el cáncer de próstata, existen distintos tratamientos, como la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia o terapias hormonales.
“Ahorita hay una revolución en cuanto a tratamientos, ya sea si está localizado o si ya hizo metástasis”, dice el experto. “Hay muy buenas opciones que pueden llevar a que incluso en etapas avanzadas, se convierta en una enfermedad crónica y no letal”.
A futuro, es indispensable que los países latinoamericanos inviertan más en la prevención, detección y tratamiento del cáncer de próstata, pues es un problema complejo que requiere del esfuerzo coordinado del estado, los expertos y la sociedad.
“Es importante que los hombres pierdan el miedo de acudir a un urólogo o a una valoración, hacerse esta prueba de antígeno puede salvar su vida”, invita Delgado.
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