Un trasplante de pulmón puede significar una nueva oportunidad de vida para quienes tienen alguna condición que les dificulta o impide respirar. Sin embargo, del total de pulmones que son donados cada año, solo alrededor del 20% son viables a nivel mundial. Afortunadamente, existe un procedimiento innovador, llamado perfusión ex vivo, que podría ayudar a tener más casos exitosos.
En el mundo, existen millones de personas que viven con alguna enfermedad que afecta sus pulmones. Algunos ejemplos de estas son el EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), enfisema pulmonar, fibrosis pulmonar, fibrosis quística o hipertensión pulmonar. Para estas personas −dependiendo de la gravedad de su enfermedad− el simple hecho de respirar puede sentirse como una actividad exhaustiva, y eso reduce mucho su calidad de vida.
“Hoy día hay quienes no se pueden levantar de su silla porque se ahogan”, dice Felipe Undurraga, jefe de Trasplante Pulmonar de la Clínica Las Condes en Chile, en entrevista con TecScience.
En los casos donde ya se ha intentado usar medicamentos u otros tratamientos sin éxito, es cuando un trasplante de pulmón puede ser la mejor o la única solución. El procedimiento consiste en reemplazar este par de órganos por unos sanos, donados generalmente por alguien que ha fallecido.
Como con la mayoría de los trasplantes, existe una falta de donadores alrededor del mundo y las listas de espera suelen ser largas. En ocasiones, los pacientes mueren esperando recibir uno.
Para complicar la situación aún más, de los pulmones que sí se donan, alrededor del 80% son descartados. Esto se debe, en parte, a problemas logísticos en su extracción, pero también a que no cualquiera tiene la salud pulmonar para donarlos.
Algunos factores como fumar, vivir en lugares contaminados o tener una enfermedad respiratoria leve, pueden ocasionar que no puedan ser utilizados en un trasplante.
Perfusión: una solución revolucionaria nace en Suecia
Con este problema en mente, desde la década de los 70 se propuso en un modelo animal un método revolucionario para poder evaluar los pulmones y corazón de un posible donador, creando un sistema que los mantuviera vivos por el tiempo suficiente para saber si eran viables antes de la cirugía.
Al método, que también puede ser utilizado para otros órganos, se le llamó perfusión ex vivo.
¿Qué es la perfusión?
En esencia, el procedimiento consiste en extraer el órgano donado, colocarlo en una cúpula de policarbonato y conectarlo a un sistema donde se ventila y perfunde, es decir, se introduce lenta y continuamente un líquido. Esto asegura que el tejido siga vivo durante el tiempo necesario para que los cirujanos lo evalúen.
En 2001, un grupo de científicos y cirujanos de la Universidad de Lund, Suecia, lograron el primer trasplante de pulmón exitoso utilizando la perfusión ex vivo. En 2008, un grupo de científicos de la Universidad de Toronto perfeccionaron la técnica y crearon un protocolo mejorado, que es el más utilizado hoy en día.
En la perfusión ex vivo de pulmón, estos son extraídos del donador. En la mesa de cirugía se conecta una cánula especializada de plástico tanto a la aurícula izquierda y otra a la arteria pulmonar. Después, los pulmones son transferidos a la cúpula en condiciones de esterilidad.
Ya ahí, la parte de la tráquea que está entre los pulmones es conectada a un ventilador como el que se usa en cuidados intensivos.
También, a través de la aurícula izquierda y la arteria pulmonar, los pulmones son conectados a un sistema que consiste de un reservorio que contiene la solución que será perfundida, una bomba centrífuga que bombea la sustancia, una membrana de intercambio de gases y un intercambiador de calor.
El circuito empieza en la aurícula izquierda y se cierra regresando el flujo por la arteria pulmonar.
Un protocolo mejorado y la solución de Steen
Actualmente, este protocolo les permite a los cirujanos no solamente evaluar la viabilidad de estos órganos, si no mejorarlos y recuperar aquellos que iban a ser descartados.
De acuerdo con Undurraga, quien fue el primero en realizar la técnica en América Latina, “la meta es lograr mejores pulmones de los que nos da la naturaleza”.
Parte del éxito de este procedimiento es la solución de Steen. Esta fue creada por el médico sueco Stig Steen y funciona como sangre artificial mejorada, que además tiene un efecto antioxidante.
Sus ingredientes son albúmina de suero humano, que previene la inflamación, dextrano 40, que protege la piel de los pulmones y promueve la circulación, electrolitos extracelulares, que evitan espasmos y reducen el estrés oxidativo, y glucosa, que proporciona energía.
A la solución suelen añadírsele antibióticos y medicamentos para eliminar bacterias y otros microorganismos nocivos de los pulmones.
El Tec de Monterrey se une al reto
Gracias a la perfusión ex vivo de pulmón, los países que la realizan han visto un incremento de pulmones viables, así como una mejor respuesta del cuerpo de los pacientes que recibieron el trasplante.
No obstante, por su complejidad es realizada en pocos lugares del mundo, como Suecia, Canadá, Países Bajos, Japón, Italia, Alemania y Reino Unido. En América Latina solo se hace en Chile.
Con la intención de traer la técnica a México, el Tecnológico de Monterrey fue anfitrión del Workshop Perfusión Pulmonar Ex Vivo, con sede en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, durante el 27 y 28 de enero de 2023.
En una serie de conferencias con panelistas expertos en el tema, se discutió la necesidad de traerla al país y se enseñó a estudiantes y médicos cómo hacerla. El segundo día, se hizo una demostración en un modelo animal para empezar a entrenar al personal, estudiantes y cirujanos.
La idea es que eventualmente los hospitales de TecSalud se conviertan en un centro de entrenamiento y preservación de órganos, para poder enviar pulmones mejorados al resto del país y otras partes de América Latina.
“A veces uno piensa que ciertas tecnologías no son alcanzables”, dijo en entrevista con TecScience René Gómez Gutiérrez, director del Programa de ECMO y Terapias Avanzadas de Soporte Cardiopulmonar de los Hospitales TecSalud. “Pero el Tecnológico de Monterrey tiene la infraestructura educativa y de investigación y todo el talento humano para hacerlo”.