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Investigadores crean prueba que podría anticipar el riesgo de obesidad en niños

El dispositivo, desarrollado por científicos del Tec de Monterrey y la Universidad de Houston, busca ser una alternativa para la detección temprana de cambios metabólicos.
Adipocitos, también conocidos como lipocitos y células grasas. Ilustración: Getty Images
Buscan encontrar la leptina, una hormona producida por células grasas asociada al control de la sensación de hambre y otros factores que inciden en la obesidad. En la imagen, lipocitos y células grasas. (Ilustración: Getty Images)

México está entre los primeros lugares del mundo en sobrepeso y obesidad infantil. En 2022, se reportó que el 37.3% de niños y el 41.1% de adolescentes están en esta condición, es decir, alrededor de 15 millones de menores, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut).

La obesidad en la población escolar y adolescente está asociada con problemas graves de salud como síndrome metabólico, hígado graso, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer, además, de enfrentar baja autoestima y estigma.

Con esta premisa, investigadores del Institute for Obesity Research (IOR) del Tecnológico de Monterrey trabajan en la creación de un dispositivo de tipo Point of Care Testing –similar a las pruebas rápidas de embarazo– capaz de identificar en menores de edad una molécula asociada al desarrollo de sobrepeso y obesidad.

Se trata del proyecto Dispositivo de flujo lateral para la detección del biomarcador proteico leptina en adultos jóvenes mexicanos en el que colaboran con investigadores de la Universidad de Houston en el desarrollo y validación tecnológica, también con el Instituto Nacional de Nutrición y el Instituto de Pediatría para hacer pruebas clínicas.

“Es una plataforma que nos permitirá detectar una molécula o compuesto que identificamos como biomarcador y que su presencia o ausencia está relacionada con la enfermedad. Si está en ciertos niveles, puede ser una alarma para una detección anticipada”, comenta Marco Rito, director del IOR.

El biomarcador que ayuda a detectar riesgo de obesidad

Como parte de este proyecto los investigadores revisaron más de 50 biomarcadores para seleccionar cuál es el más adecuado para la identificación. Así fue como eligieron a la leptina, la cual está validada en la relación en pacientes con obesidad.

La leptina es una hormona producida por células grasas que se asocia al control de la sensación de hambre, la cantidad de grasa almacenada en el cuerpo, y el peso corporal. Las personas que generan resistencia a ella pueden desarrollar obesidad.

“Es una recomendación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y otras agencias ya que la presencia o ausencia de este biomarcador está asociado a cambios metabólicos. Si no fuera así, nos meteríamos en un reto adicional para justificar por qué lo seleccionamos”, dice Rito.

A través de la detección del biomarcador se podría generar una alarma para que los pacientes puedan seguir un proceso con especialistas y acceder a un diagnóstico. 

Marco menciona que, si bien esta técnica funciona para toda la población, en este proyecto buscan enfocarla y validarla en una población infantil. Esto último también representa un reto a nivel de investigación clínica al tener que hacer las pruebas con menores de edad.

A los ensayos con este tipo de biomarcadores le precede un proyecto que ya había realizado el grupo de investigadores para identifiacr algunos relacionados a la diabetes tipo 2, agrega.

Similar a un test de embarazo

El dispositivo que diseñan los investigadores tiene por objetivo ser una alternativa para la detección anticipada de cambios metabólicos, que eventualmente dan lugar al sobrepeso y la obesidad. 

La identificación del biomarcador es a través del análisis de una muestra de fluido biológico como orina o sangre. En personas propensas a desarrollar obesidad se puede encontrar la leptina en altas concentraciones.

Para hacer el estudio el equipo fabricó un dispositivo que en su interior cuenta con un tipo de “colchón” de forma rectangular sobre el cual fluye de manera lateral la muestra líquida y que es donde se coloca el biomarcador. La tecnología de flujo lateral es una aportación de investigadores de la Universidad de Houston, dice Marco Rito.

Conforme pasa el fluido por la superficie, algunas moléculas del biomarcador quedarán atrapadas y lo harán visible, es decir, el usuario podrá ver una línea de control y en caso de que sea positiva la presencia de leptina, aparecerá una más.

Rito explica que la detección de este tipo de biomarcadores ya existe en la actualidad a través de la técnica ELISA, sin embargo, los pacientes tienen que acudir con un especialista y a un laboratorio donde, por ejemplo, cuando es en poblaciones aisladas, requiere de cadena de frío para tratar las muestras.

“El principio detrás del desarrollo de este tipo de dispositivos es muy similar a otras estrategias, lo diferente es la tecnología que estamos desarrollando que nos va a permitir cumplir con ciertas características, como que sea rápida, económica y masiva”, comenta el director del IOR.

Validan tecnología en población infantil

El desarrollo de la prueba es llevada a cabo por la Unidad de Bioingeniería y Dispositivos Médicos del IOR, orientada a la creación de tecnologías para la prevención y a la detección anticipada.

Actualmente, el equipo trabaja en la validación clínica del prototipo, con una población controlada y bajo los protocolos necesarios en menores de edad; además de corroborar que funciona, buscan revisar los parámetros de ajuste, por ejemplo, su sensibilidad y el tiempo que tarda en arrojar resultados.

De igual manera, el investigador señala que −además de la validación de la tecnología− aún faltan otros estudios, por ejemplo, para determinar con cuánto tiempo podría la prueba anticipar el riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad.

“Esperamos en unos seis meses tener la parte clínica y de validación. Si todo sale bien, la siguiente etapa es crear una empresa que permita la creación y producción masiva del dispositivo, su aprobación y aceptación por las leyes mexicanas, así como hacerlo presente en la población”, comenta Marco Rito.

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Autor

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