Dormir más horas antes de presentarse al turno, lograr ocho horas de sueño en días laborales y descansar una siesta de más de una hora son algunos consejos científicos para las personas que trabajan en horarios de la noche sin que estos sean un detrimento a su salud.
En México se contabilizó que más de 931,000 personas cuentan con turnos laborales nocturnos, mientras que, 3,523,000 tiene jornadas mixtas, según información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Sin embargo más de 2,318,000 empleados dijeron también rolar turnos.
Laborar durante la noche en algunos sectores como servicios públicos de salud, transporte, manufactura, de comunicación, o comercio y ocio puede ser algo inevitable, pero de acuerdo con varias investigaciones, tomar estos turnos se asocia con varias afectaciones a la salud.
¿Qué afectaciones tiene trabajar en horario nocturno?
Trabajar durante la noche se asocia con varias consecuencias negativas para la salud, el sueño y el funcionamiento cognitivo, de acuerdo con el estudio Move the night way: how can physical activity facilitate adaptation to shift work? publicado en marzo de 2024 por investigadores de la School of Health, Medical and Applied Sciences, de la Central Queensland University.
Otras afectaciones como accidentes, diabetes tipo 2, algunos tipos cáncer (de mama, de próstata, colon y recto), cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares son las que reporta el estudio de 2023, Improving performance on night shift: a study of resident sleep strategies, publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine.
Las consecuencias negativas del trabajo nocturno se deben al desajuste circadiano, un término que hace referencia al desfase entre el momento del sueño y el de despertar, el ciclo luz-oscuridad y otros ritmos circadianos como los conductuales, fisiológicos, hormonales y celulares.
El desajuste puede ser de manera interna (cuando los ritmos no están alineados entre sí) y externa (cuando los ritmos no están alineados con el entorno) lo que tiene implicaciones para la salud y el bienestar, explican los investigadores de Queensland.
Otras de las consecuencias asociadas con la alteración del ritmo circadiano son el aumento de la presión arterial y de los marcadores inflamatorios, la inversión de los ritmos del cortisol, la reducción de la variabilidad de la frecuencia cardiaca y la disminución de la sensibilidad a la insulina.
También se reportó que trabajar de noche impacta negativamente al estado de alerta, al rendimiento y las capacidades cognitivas.
Por ejemplo, se evaluaron a 51 intensivistas con turnos de la noche y se reportó que sus capacidades cognitivas se veían significativamente alteradas al día después de hacer un turno nocturno en la unidad de cuidados intensivos.
Además se encontró que, quienes laboran durante la noche o realizan más de 150 turnos en ese horario al año presentaban 5 días más de baja por enfermedad comparado con los trabajadores del turno matutino, de acuerdo con el estudio Night shift work and sickness absence – many for the few or few for the many? de Ann Dyreborg Larsen, publicado en 2023 en el European Journal of Public Health.
¿Qué se puede hacer para reducir los riesgos en la salud?
Aunque la primera respuesta podría ser ingesta de estimulantes naturales como la cafeína, en realidad se ha registrado que el consumo de esta bebida no tiene efectos significativos en cuanto a la eficacia del rendimiento de los trabajadores del turno nocturno, según el estudio del Journal of Clinical Sleep Medicine.
Por otro lado las recomendaciones que se han hecho para aquellas personas que tengan trabajos de noche o turnos mixtos son los siguientes:
Dormir una o más horas durante el turno sube el rendimiento. “Los residentes que pudieron dormir una o más horas durante la noche tuvieron una media de eficacia en el rendimiento casi significativamente superior a la de los residentes que durmieron menos de una hora”, dice la investigación del Journal of Clinical Sleep Medicine.
Aumentar las horas de sueño antes de empezar los turnos nocturnos y dormir más de 8 horas al día en la semana laboral, conduce a un mejor rendimiento en el trabajo.
Al adaptarse a un nuevo turno de la noche, se recomienda descansar durante 9 horas al día de manera continua, previamente a tomar la guardia.
Reducir hasta a por lo menos tres jornadas nocturnas consecutivas, tener un intervalo de más de 11 horas entre turnos y una menor duración del mismo por día puede ayudar a disminuir la alteración circadiana del personal, de acuerdo con el estudio How to schedule night shift work in order to reduce health and safety risks del Scandinavian Journal of Work, Environment & Health.
Al encontrar luz solar en caso de cambio en el turno, se recomienda usar gafas que bloqueen la luz. “Desde el punto de vista logístico, parece imposible evitar la luz durante el turno de trabajo o el trayecto de vuelta a casa, por lo que optimizar la exposición a la luz es un reto”, señala el estudio de Queensland.
Realizar actividad física durante y después del turno de noche puede contribuir a adaptarse mejor al horario y mitigar las consecuencias de trabajar por la noche a largo plazo.
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