Las microalgas se convierten en un ingrediente natural que avanza en la industria cosmética, un negocio en crecimiento que para 2027 tiene ventas prospectadas en 580,000 millones de dólares, de acuerdo con datos de la consultora McKinsey & Company.
Debido a una regulación más estricta y a la exigencia de los consumidores, cada día es más relevante encontrar moléculas que además de tener propiedades deseables, no causen daño al medio ambiente o a las personas.
Por ello, investigadores alrededor del mundo se han dado a la tarea de encontrar sustancias activas en plantas, hongos, bacterias, animales y algas que puedan sustituir las sintéticas.
Las microalgas son un grupo de algas formadas por estructuras de una o pocas células, que pueden reproducirse rápidamente y generar mucha biomasa; un ejemplo, es la famosa Spirulina, usada como suplemento alimenticio.
“Desde el punto de vista evolutivo, las distintas especies han prosperado en ambientes muy diversos”, dice Jorge Benavides, profesor investigador del Centro de Biotecnología y el Institute for Obesity Research (IOR) del Tec de Monterrey, en entrevista con TecScience.
De acuerdo con él, esto ha ocasionado que generen compuestos que les sirven para muchas cosas, incluyendo retener la humedad o protegerse de los rayos UV.
Es por ello que, desde hace años, Benavides ha estudiado a las microalgas -entre otros organismos- con el objetivo de aislar moléculas de interés. Su grupo se especializa en encontrar compuestos biológicos con una actividad deseable para distintas aplicaciones para la industria farmacéutica, alimentaria, cosmética y de biorremediación.
Después, encuentran las fuentes naturales de estas moléculas y diseñan la cadena de procesos para extraerlos. “Todo ese tren de conceptualización, diseño y desarrollo de bioprocesos es en lo que somos expertos”, explica el investigador.
En otras palabras, son un ejemplo de esa ciencia que muchas industrias prometen que respaldan sus productos.
¿Las microalgas se han usado por mucho tiempo en la industria cosmética?
Las microalgas empiezan a hacerse camino en la industria cosmética como fuente de ingredientes naturales, pero esto no siempre ha sido así: “Son organismos poco usuales que no son los primeros que se eligen”, cuenta Zaida Garza, estudiante de Doctorado en Biotecnología del grupo de Bioprocesos.
En la actualidad, muchos ingredientes naturales de productos de belleza provienen de bacterias recombinantes -que se modifican genéticamente para generar moléculas de interés-. Sin embargo, las microalgas también tienen compuestos que podrían ser de utilidad.
Algunos de estos son las ficobiliproteínas, que forman parte de los cloroplastos de las algas -estas pueden hacer fotosíntesis, como las plantas-.
Las microalgas: fuentes de colorantes naturales
Estas proteínas son fluorescentes, tienen colores llamativos y propiedades antioxidantes. Por ello, suelen ser utilizadas en los laboratorios y podrían usarse como pigmentos naturales. “Una con la que he trabajado mucho da un color rosa mexicano intenso”, dice Benavides.
Además, han extraído carotenos y carotenoides, que producen colores en la gama de los amarillos, naranjas y rojos; así, estos compuestos pueden usarse en cualquier fórmula cosmética que requiera color, como los labiales, los rubores, las sombras y los delineadores.
Al sustituir los colorantes sintéticos con estos, no solo se evitan los potenciales daños al ambiente y la salud de los consumidores, si no que pueden tener más de un uso, como el de dar color y servir como antioxidantes.
“Típicamente, los colorantes sintéticos no tienen otra aplicación más allá de la de aportar color”, expresa Benavides.
Fuentes potenciales de hidratantes y protectores solares
Garza se ha enfocado en un grupo de compuestos llamados exopolisacáridos. Estos, son generados por las algas cuando están en un cuerpo de agua que se está secando y, por lo tanto, necesitan retener la humedad.
“Podrían incluirse en cremas o sérums para hidratar la piel y promover el antienvejecimiento”, dice.
De acuerdo con ella, estos compuestos podrían competir con el ácido hialurónico, un ingrediente muy de moda en la industria cosmética que se obtiene a través de bacterias recombinantes.
Además, otros grupos han estudiado sus propiedades para proteger contra la radiación de rayos UV, modular el sistema inmunológico o incluso ayudar a sanar heridas. Con el tiempo, los exopolisacáridos podrían sustituir algunos de los ingredientes presentes en los bloqueadores solares actuales.
Beneficios de usar microalgas en la industria cosmética
De acuerdo con los investigadores, el usar a las microalgas como fuente de ingredientes activos para productos de belleza tiene muchos beneficios.
El primero es que al ser organismos fotosintéticos, no se requieren de grandes inversiones para mantenerlas y el costo de producción es bajo.
Además, de un solo cultivo, pueden extraerse múltiples compuestos de interés, obteniendo dos, tres o cuatro ingredientes de un solo biorreactor.
En cuanto a las regulaciones: “Por cuestión de seguridad, ya van a la baja los colorantes sintéticos, entonces hay que buscar alternativas”, explica el experto.
Probablemente lo más importante, es que las microalgas podrían ser un modelo de economía circular y sostenibilidad.
Estas pueden utilizar el dióxido de carbono (CO2) generado por las actividades del ser humano, transformarlo en compuestos útiles para ellas. Así, generarían ingredientes naturales para la industria cosmética mientras limpian la atmósfera.
“En los próximos 10 o 15 años, una mayor variedad de microalgas serán usadas en procesos industriales, esto apenas es el comienzo”, concluye Benavides.