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Querida Quetzi: “Tu sueño de ser científica lo has hecho realidad”

La investigadora Rita Fuentes escribe una carta a la niña que un día fue, con el fin de motivar a otras niñas y promover más accesos a la educación científica.
Ilustración de la autora
"Ya no haces experimentos sola, ni das clases a tus peluches con ese pizarrón negro y gises, ahora es real: trabajas con muchas personas que aman hacer preguntas y estás rodeada de mentes brillantes que aman la ciencia". (Foto: Cortesía. Ilustración: TecScience)

Querida Quetzi:

Te escribo desde el futuro, tu futuro. Lo primero que debes saber es que tu sueño de ser científica, trabajar en un laboratorio e investigar lo más interesante del mundo, lo has hecho realidad.

Cada libro que has hojeado y todo lo que has aprendido sigue vivo en tu mente, ahora enriquecido con años de nuevos conocimientos. Aún te queda mucho por aprender, y ¿adivina qué?, todavía te encanta. Seguimos haciendo experimentos, pero ya no con cosas de la casa que luego mamá buscaba y encontraba en desorden. Ahora trabajamos con computadoras, robots, tarjetas electrónicas y cables, muchos cables. ¡Ah!, y las herramientas que el tío Pedro nos regaló, esas las seguimos usando. Él ya no está, pero cumpliste su sueño: “un Aguilar con una patente”. De hecho, tienes más de una, y puedes orgullosamente llamarte inventora mexicana.

Ya no haces experimentos sola o con mamá. Ahora trabajas con muchas personas que aman hacer preguntas, curiosear y compartir tanto como tú. Estás rodeada de mentes brillantes que aman la ciencia. Ya no eres tan rara en tu entorno y lideras investigaciones con alto impacto social, no solo para la comunidad científica. Has colaborado con expertos de muchas áreas diferentes, por lo que cada proyecto conjunto ha sido una aventura donde el conocimiento compartido siempre ha sido el eje.

Has sido mentoreada por grandes mentes: doctoras apasionadas, líderes natos y colegas generosos. Te han guiado, aconsejado y apoyado hasta que aprendiste a volar sola. Les tienes un profundo agradecimiento y admiración. Gracias a ellos, has dado un vuelco a tus ideas y has formulado preguntas de investigación que se convirtieron en temas para estudiantes brillantes.

Ya no das clases a tu hermana, primas, peluches y al nenuco con ese pizarrón negro y gises, ahora es real. Cada estudiante que ha trabajado contigo, ya sea en estancias, tesis de maestría o doctorado, ha dejado una huella enorme. Verlos crecer como personas y profesionales te llena de orgullo. Les deseas éxito y los presumes a donde vas.

Y lo mejor: no solo eres científica, también te casaste con uno. Tu esposo es inteligente, trabajador y apasionado por la tecnología, un gran hombre en todo sentido. Juntos han escrito trabajos, desarrollado proyectos y graduado estudiantes, cada uno en su área: él en Realidad Virtual y Mecatrónica; tú en Biomédica.

Además de esto, comparten lo más hermosa que les ha pasado: su hija. Ella es pura felicidad, el amor más grande que has sentido. Has experimentado con ella más de lo que pensaste alguna vez; eres feliz y te ha unido más a tu familia. Eres una mamá científica, más motivada que nunca para resolver preguntas y construir un mundo donde las mujeres pueden lograrlo todo.

Has podido crecer y desarrollarte gracias al apoyo de tu esposo, quien no solo cuida maravillosamente de su bebé, también de ti. Es él quien lleva toda la carga mental de la casa, para que tú puedas llevar la de la bebé, cuida mucho que no te satures entre ser mamá y ser investigadora. Es un gran papá, presente, amoroso, cuidadoso que ha cambiado pañales desde el día 1, entre muchas otras tareas, y cumplió tu visión de pintar el cuarto de la bebé mientras tu tenías la panza de embarazada más hermosa y grande, usabas un overol y dirigías toda la operación desde una mecedora, tal cual como lo pintas en tus dibujos.

Sí, pequeña, somos felices y hemos alcanzado muchas metas, gracias a Dios. Con un esposo, una bebita, dos perritas, un laboratorio de Sistemas Ciberfísicos Avanzados, alumnos y compañeros, te has convertido en científica, inventora, ingeniera, tecnóloga, maestra, doctora, investigadora, esposa, mamá, hija, hermana, cuñada, tía, y aprendiz. ¡Y lo que falta!

Feliz Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia. Sigue haciendo experimentos, leyendo y formulando las preguntas más fascinantes. No pierdas la curiosidad, mi niña. Tienes un mundo por descubrir, más países por visitar, científicos por conocer y sonrisas por dar.

Con amor,
Tu yo del futuro.

* Rita Quetziquel Fuentes Aguilar es directora interina del Institute of Advanced Materials for Sustainable Manufacturing, y profesora-investigadora de la Escuela de Ingeniería y Ciencias, del Tec de Monterrey. Su investigación se especializa en aplicaciones de ingeniería biomédica: diseño de nuevos dispositivos médicos, implementación de algoritmos de control, identificación de modelos matemáticos, control de la deformación de objetos, aprendizaje automático y desarrollo de soluciones en el área médica. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y mentora de Woman for the Future, una comunidad que busca enseñar a niñas y jóvenes sobre las áreas STEAM.

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