Resolver los problemas más importantes a los que se enfrenta la humanidad −incluyendo la crisis climática, las violaciones a los derechos humanos y los problemas de salud globales− necesita de las generaciones más jóvenes. Sin embargo, la mayoría de las universidades no tienen las capacidades para enseñarles a enfrentar un mundo cada día más complejo.
“Las universidades han evolucionado bajo la presión selectiva y las limitaciones de las naciones y los poderes locales”, dijo Francois Taddei, fundador del Learning Planet Institute.
De acuerdo con el investigador, como humanidad, no vamos por buen camino para alcanzar los objetivos de sostenibilidad planteados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en parte porque nadie nos enseñó a resolver problemas intrincados como a los que nos enfrentamos.
En su perspectiva, para realmente poder cambiar el futuro necesitamos considerar las perspectivas de las nuevas generaciones y cambiar los programas de enseñanza actuales.
Por ello, él y un grupo de investigadores fundaron Planetary Academy, una iniciativa diseñada para transformar la educación −a través de distintas tecnologías− en un catalizador de los cambios sistémicos que necesitamos hacer para lograr la paz y la sostenibilidad globales.
El proyecto fue presentado por Taddei durante su conferencia Towards a Planetary Academy: Where Students Can ‘Learn to be the Change They Want to See in the World‘ que formó parte de las actividades del IFE Conference 2025.
El investigador recordó un momento durante el Summit of the Future 2024 de la ONU donde una de las estudiantes que asistieron le dijo que le gustaría que los sistemas de educación estuvieran diseñados para enseñarle cómo ser el cambio que quiere ver en el mundo.
“Esto se me quedó grabado en la mente y el corazón, y es lo que estamos intentando hacer con esta academia”, recordó Taddei.
Planetary Academy: empoderando a los jóvenes para alcanzar un futuro pacífico y sostenible
La Planetary Academy ofrecerá distintas clases y cursos, tanto en línea, como en persona, para tres grupos: estudiantes, para ayudarles a desarrollar habilidades clave para enfrentar los problemas del siglo 21, profesores, para capacitarlos para que puedan guiar a los estudiantes a adquirir estas habilidades y a líderes interesados en diseñar estos programas de capacitación.
“Puede sonar como a un sueño, y admito que soy un soñador, pero espero poder conectar con otros como yo”, expresó Taddei.
La idea es que el programa se enfoque en enseñar competencias esenciales para enfrentar problemas complejos, como resolución de problemas en equipo, pensamiento crítico, ciencias y prácticas de conservación y sostenibilidad.
Para ponerle pies a su idea, el investigador y su equipo han comenzado por diseñar herramientas de Inteligencia Artificial (IA) que cumplen distintas funciones.
Una de ellas hace preguntas a los estudiantes para ayudarles a entender quiénes son y a encontrar su verdadero propósito, lo que más les apasiona y el problema que les gustaría resolver.
Ya que hayan encontrado esta razón de ser, la IA puede conectarles con otros jóvenes alrededor del mundo que tengan el mismo propósito, con el objetivo que creen proyectos que busquen resolver algún problema. Después, esa misma IA puede ayudarles a reconocer sus habilidades y las capacidades que les faltan para poder poner en práctica su solución.
También, cada año contarán con un Desafío de Diseño Juvenil en donde jóvenes de todo el mundo presentarán ideas para crear programas educativos innovadores que impulsen a los estudiantes a tener un impacto real en sus comunidades.
Todo esto estará basado en investigación científica e iniciativas existentes que sienten las bases teóricas para crear ciudadanos planetarios comprometidos con el futuro de la humanidad.
El mundo solo va a mejorar si intentamos algo diferente
En colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la ONU, la idea es que estos programas tengan validez curricular para incentivar a los estudiantes y profesores a que formen parte.
A futuro, algunos de los aspectos más importantes en los que buscan trabajar es crear programas que tomen en consideración cómo los problemas globales afectan de distinta manera a distintos países y distintas poblaciones.
“La idea es crear un espacio en donde podamos cocrear este currículum planetario, tomando en cuenta cuál es la mejor manera en que puede adaptarse al contexto local”, explicó Taddei.
Por otro lado, buscarán incorporar conocimientos de poblaciones indígenas y que los programas estén disponibles en la mayoría de los idiomas que se hablan alrededor del mundo.
También será importante crear mecanismos para que las ideas que broten de estos cursos y retos no se queden solo en papel y puedan ser llevadas a la vida real.
Por ahora, la idea es que quienes sean autores de una solución teórica la pongan a prueba en su universidad o su ciudad, para que después pueda ser escalada a nivel nacional y después internacional.
“Supongo que esto suena utópico, pero para mí la utopía es creer que el mundo va a mejorar si no intentamos algo diferente”, dijo Taddei.
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