Desde 1922, en México comenzó la apertura de escuelas normales rurales, las cuales hoy enfrentan retos como la falta de recursos y una brecha en el acceso a tecnología para la educación.
La llegada de la pandemia en 2020, donde 36.1% de alumnos mexicanos tuvieron clases a distancia, ha obligado a adoptar nuevas estrategias educativas.
Sandra Araceli Varela Ordorica, profesora en una escuela normalista en el Estado de México realizó una investigación sobre las tecnologías de información y comunicación en el aprendizaje de los alumnos normalistas rurales, como parte de su posgrado en el Tec de Monterrey.
“La mayoría de los maestros usan la tecnología como herramienta de trabajo, pero no como medio didáctico y la intención de nuestro trabajo es descubrir cómo transmitir ese conocimiento y mejorar esas habilidades digitales”, dice en entrevista con TecScience.
Su investigación, Uso de las tecnologías de la información y la comunicación como competencia transversal en la formación inicial de docentes, propone estrategias para que los maestros puedan dar este salto.
Importancia de tecnología en la formación docente
Uno de los principales retos de la educación, señalados por Varela, es el acceso a la tecnología para la educación y el conocimiento de los profesores para aplicarlo en sus clases.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), una de las prioridades educativas en México tras la pandemia es el impulso al desarrollo de capacidades de aprendizaje móvil, así como el uso de las tecnologías de información, comunicación y aprendizajes digitales.
La creación de sistemas educativos híbridos es otra de las recomendaciones de UNESCO, sin embargo, Sandra señala que, en este tema, existe una brecha más grande aún para las escuelas normalistas rurales.
“Por ejemplo, en esta escuela vienen jóvenes normalistas de escasos recursos económicos de Chiapas, Veracruz, Guerrero y Coahuila, entre otros y muchos de ellos no han tenido acceso a conocimientos ni equipo tecnológico”, dice.
La escuela normal rural de la que habla Varela es la ubicada en San José Tenería, en el Estado de México, una de las más grandes en matrícula en México y en donde ella es profesora.
En su escuela, solamente 40 computadoras y un solo módem, dan servicio a más de 500 alumnos.
Al igual que UNESCO, la investigación de Sandra hace hincapié en la necesidad de la capacitación, equipamiento y uso de las tecnologías en la educación de los próximos profesores de educación primaria en México.
El estudio sobre escuelas normalistas rurales en México
Sandra señala que, el primer objetivo de su investigación, fue reconocer las habilidades tecnológicas de los estudiantes normalistas rurales, quienes provienen de diversos contextos y estados de la república.
Varela realizó su investigación con normalistas y profesores de la Escuela Normal Rural “Lázaro Cárdenas del Río” ubicada en San José Tenería en el Estado de México, la cual cuenta con una matrícula de 574 estudiantes.
Entre sus resultados, destacan la importancia de la formación docente en el uso de la tecnología para enriquecer las clases, fomentar la participación activa de los estudiantes y desarrollar habilidades digitales indispensables para enseñar en el futuro.
La educación continua, también es señalada como una de las necesidades principales para enseñar a los normalistas a mantenerse actualizados.
De esta manera puedan adquirir nuevas competencias para adaptarse a las innovaciones constantes de la educación del futuro.
Sandra destaca en su estudio la importancia de promover una cultura digital, no solo buscando tener recursos tecnológicos adecuados o software suficiente, sino una mentalidad abierta hacia el uso de la tecnología y compartir entre profesores experiencias y prácticas exitosas.
La importancia de replicar en escuelas normalistas en México
Sandra señala que esta investigación, así como el conocimiento y experiencias generadas en el área, deben compartirse entre escuelas normalistas.
Enfatiza también el que los profesores de escuelas normales rurales no den sentado que los normalistas llegan preparados, con conocimientos tecnológicos ni pedagógicos para utilizar la tecnología en la educación.
Sin embargo, añade que la pandemia y acciones desde el gobierno -un aumento en los equipos de cómputo otorgados como apoyos a los normalistas- han hecho que los estudiantes normalistas tomen un liderazgo que hace años era inexistente.
“Los jóvenes fueron los que asumieron el liderazgo en las aulas donde iban a realizar sus prácticas. Esto también sirvió de ayuda a otros maestros que no tenían un acercamiento a la tecnología”, dice.
La Escuela Normal Rural “Lázaro Cárdenas del Río”, en donde se realizó el estudio, pertenece a una red de escuelas normales rurales, por lo que Sandra asegura que continuarán trabajando en la replicación de estas investigaciones y acciones para promover la tecnología en el proceso de aprendizaje de normalistas.
“El uso de las tecnologías favorece y facilita mucho el acceso al aprendizaje, no nada más en un sentido local sino que abre la puerta a la ciencia y el conocimiento a nivel mundial”.