Desde tiempos ancestrales se ha utilizado la marihuana como medicina alternativa de forma no regulada, sin embargo, la legislación de esta planta ha avanzado en México y en el mundo. Hoy se usa para disminuir el dolor en pacientes con cáncer o para tratar la epilepsia en niños debido a su efecto anticonvulsivo y sedante. Pero, ¿cómo puede ayudar a tratar las secuelas por Covid-19?
En México, las leyes regulatorias también progresan, recientemente la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de México (Cofepris) y la Administración de Alimentos y Medicamentos en Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobaron una molécula de esta planta desarrollada por especialistas del Tec de Monterrey y la compañía Cardiol Therapeutics para investigar su uso en pacientes que fueron infectados por el SARS-CoV-2.
La molécula es de cannabidiol (CBD), uno de los 500 compuestos de la planta de cannabis. Esta sustancia química está libre del ingrediente psicoactivo, el Tetrahidrocannabinol (THC).
“Tenemos 10 años investigando esta molécula, en una primera fase vimos que el CBD disminuye la respuesta inmune antiinflamatoria, por lo que en medio de la pandemia buscamos aplicarlo en pacientes con Covid-19 y enfermedades cardiovasculares”, explica Servando Cardona, director nacional de Investigación Clínica en TecSalud.
Ahora el equipo se prepara para cerrar el estudio Fase 2 y 3; el primero en México para evaluar el uso del CBD en pacientes que tuvieron Covid-19 y enfermedades cardiovasculares.
10 años de investigación en CBD
Servando Cardona explica en entrevista que un grupo de investigación del Instituto de Cardiología y Medicina Vascular del Hospital Zambrano Hellion del Tec de Monterrey en colaboración con la compañía Cardiol Therapeutics lleva 10 años trabajando con la molécula de CBD.
Primero observaron los beneficios terapéuticos y después desarrollaron una molécula en estudios in vitro y modelos animales hasta ser segura para humanos. El CBD desarrollado es una aportación al mundo y su uso está aprobado por Cofepris y la FDA.
“Nuestra molécula tiene buenas prácticas de manufactura, es decir, al estar hecho en el laboratorio podemos controlar la cantidad exacta de CBD a diferencia de otros tratamientos disponibles en el mercado”, dice Cardona.
El CBD se probó en líneas celulares y se comprobó que disminuye la respuesta inmune. Después este protocolo paso a modelos animales donde se confirmó que tenía un efecto antiinflamatorio.
“Encontramos que la molécula puede ser aplicada para muchas enfermedades donde la respuesta inmune descontrolada produce más daño que la enfermedad, por ejemplo, en falla cardiaca”, dice el director nacional de Investigación Clínica en TecSalud.
Pero, en medio de la pandemia, el CBD podría ser usado en pacientes con Covid-19. El equipo escribió el protocolo, pero los tiempos regulatorios de México eran lentos ante la urgencia sanitaria, así que el estudio Fase 1 se realizó en Canadá.
“Hemos visto buenos resultados, los pacientes toleran bien la dosis de cannabidiol con efectos adversos seguros”, cuenta.
CBD para evitar las secuelas de Covid-19
La Fase 1 del estudio se hizo en Canadá con 30 sujetos a los que se les aplicó cannabidiol sintético oral diluido en un jugo.
Las dosis se administran en diferentes cantidades para ver efectos adversos. Se verificó que la molécula puede interrumpir la respuesta inflamatoria aguda en un paciente con Covid-19 para evitar las secuelas.
Existen más de 200 secuelas por SARS-CoV-2, pero la que más preocupa al equipo es el daño cardiaco que produce síntomas como cansancio y falta de sueño porque el paciente tiene riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, una de las primeras causas de muerte en el país.
Ahora el estudio clínico se encuentra en Fase 2 y 3 donde el equipo de TecSalud y la empresa canadiense Cardiol Therapeutics estudiará a 30 mexicanos de un total de 200 voluntarios en México, Estados Unidos, Canadá y Brasil.
Los participantes en el estudio tienen las siguientes características:
- Mayores de 18 años
- Con Covid-19 en estado no crítico
- Con antecedentes de enfermedad cardiovascular, cerebrovascular o enfermedad vascular periférica o factores de riesgo, por ejemplo, mayores de 65 años, que sean diabéticos e hipertensos.
“En esta fase queremos completar el tamaño de la muestra y demostrar que el CBD evita que tengan las secuelas en el corazón”.
Del laboratorio a humanos, un difícil paso
Servando Cardona dice que no todas las instituciones tienen la capacidad de realizar este tipo de estudios: desde el laboratorio hasta la experimentación en humanos.
En el segundo piso del Hospital Zambrano Hellion del Tec de Monterrey se encuentra el laboratorio de Gerardo García, director de Investigación Traslacional de TecSalud y en la misma institución, el área de internamiento donde se lleva a cabo la fase 2-3.
“Al estar en un mismo lugar hay una comunicación excelente y gracias a eso pudimos acortar el tiempo del protocolo más o menos ocho años”, asegura. El protocolo está diseñado para iniciar en el área de internamiento y continuar en casa. A los pacientes se les dan dosis de CBD vía oral.
Debido a la pandemia, la molécula fue aplicada para tratar la enfermedad por Covid-19, pero en el futuro existen otras líneas de investigación en las que se usará este tratamiento.
“Pensamos que el cannabidiol puede servirnos en enfermedades que no hemos podido tratar con éxito, por ejemplo, enfermedades neurológicas, degenerativas y cardiovasculares, que son primeras causas de muerte o representan un costo muy importante”, explica.
Los protocolos de investigación tienen el enfoque de privilegiar aquellos problemas de salud más comunes en la población.
“Estos estudios son muy importantes para que en México tengamos la libertad legal de elegir la dosis exacta para tratar este tipo de enfermedades”, dice Cardona y pide seguir fomentando la conexión con las empresas, que permitió en este caso acelerar el protocolo de investigación para Covid-19.