El año 2023 será recordado como un periodo de notables contrastes, donde las innovaciones tecnológicas y los desafíos globales marcaron pauta. Desde la revolución que supone la Inteligencia Artificial hasta los imperativos climáticos y las acciones de las instituciones educativas.
La revolución de la Inteligencia Artificial: ChatGPT
En febrero de este año, el mundo de la Inteligencia Artificial (IA) alcanzó un hito con el ascenso meteórico de ChatGPT, una aplicación que se convirtió en la de mayor crecimiento en la historia de Internet en tan solo dos meses, con 13 millones de usuarios.
Este modelo puede interactuar con los usuarios a través de mensajes de texto y utiliza algoritmos avanzados de procesamiento de lenguaje natural para generar respuestas a preguntas y comentarios de los usuarios en tiempo real (GPT significa Generative Pre-Trained Transformer).
Quizás el mayor beneficio de ChatGPT y las tecnologías similares (por ejemplo, Bard de Google, Bing Chat de Microsoft, Jasper AI, Claude, ChatSonic, NeevaAI) es que nos ayudan a ahorrar tiempo en actividades tediosas o mecánicas para dedicarlo más a la parte creativa.
Pueden acelerar la producción de conocimiento y son un gran apoyo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Algunos son mejores para escribir códigos de programación, otros funcionan mejor como buscadores, los hay para hacer música, ilustraciones… al final hay para todos los gustos y necesidades.
Inspirado por el impacto revolucionario de ChatGPT, el Tec decidió dar un paso adelante con TecGPT. Un modelo que va más allá de la mera interacción con mensajes de texto, ofrece el procesamiento de imágenes y la creación de modelos basados en inteligencia artificial generativa, según explica Carles Abarca, vicepresidente de Transformación Digital del Tec de Monterrey.
El ecosistema TecGPT se compone de tres componentes clave. En primer lugar, el «Data Language Model» que proporciona un modelo de lenguaje avanzado para la generación de respuestas y comprensión de información. En segundo lugar, las soluciones de ingesta de información permiten entrenar al modelo para reconocer datos institucionales.
Finalmente, TecGPT puede ser consumido tanto conectándolo a otros habilitadores como exponiéndolo directamente a través de un portal público.
Aunque, actualmente, se encuentra en fase beta con más de 1,500 colaboradores utilizando la herramienta, se espera que TecGPT se abra a toda la comunidad de colaboradores en el Tec en el inicio 2024, ofreciendo un acceso más amplio a las capacidades del modelo después de completar su proceso de entrenamiento.
«El mundo ha entrado en una fase distinta con la IA generativa y nuestra forma de darle la bienvenida es abrazar esa tecnología con nuestra propia solución que es TecGPT”, dice Carles Abarca.
“Si el mundo hoy es distinto al de hace 12 meses, antes del lanzamiento de ChatGPT, imaginemos lo que puede ocurrir en los próximos cuatro años. Es nuestra responsabilidad, nuestra obligación preparar a los estudiantes que están ingresando a estudiar su carrera para el mundo al que van a salir.
Genómica mexicana y medicina de precisión
Este año marcó un parteaguas en la investigación genómica con el lanzamiento de Mexico Biobank. Liderado por un grupo internacional de científicos y encabezado por el investigador Andrés Moreno Estrada de la Unidad de Genómica Avanzada del Cinvestav. Los resultados de este proyecto fueron destacados en la portada de la revista Nature el 26 de octubre, representando la primera base de datos genómicos a escala nacional.
El logro principal de este proyecto radica en su capacidad para mapear y revelar la diversidad genética de la población mexicana. A través de la genotipificación de 6,057 individuos de 898 localidades, los científicos analizaron 1.8 millones de marcadores genéticos, proporcionando una visión detallada de cómo las distintas regiones y estados de México están estructurados genéticamente.
Paralelamente, el Tec de Monterrey impulsa el proyecto oriGen, con el objetivo ambicioso de secuenciar el genoma de 100,000 mexicanos.
El trabajo científico abarca cinco fases, desde el reclutamiento hasta nuevas estrategias de investigación, destacándose por su enfoque integral. Hasta la fecha, se han reclutado más de 34,000 personas y se han secuenciado 1,536 genomas.
Además de las muestras de sangre, se realiza un un cuestionario de más de 570 incisos y se genera una base de datos que incluye su composición corporal, presión arterial, medición de cintura y otras características.
Una vez completado, este tesoro de información genética permitirá investigar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades dentro de la población mexicana.
“El Proyecto oriGen no solo representa un esfuerzo para mapear el genoma de 100,000 mexicanos, sino que también busca analizar algunas de las enfermedades más frecuentes y vincularlas a sus características genéticas para desarrollar mejores estrategias preventivas, diagnósticas y, por supuesto, tratamientos más precisos”, explica Pablo Kuri Morales, director del proyecto en el Tec de Monterrey.
Carne de laboratorio: innovación sostenible
Uno de los logros destacados fue la aprobación para la comercialización de carne cultivada en laboratorio. Empresas líderes, como Good Meat y Upside Foods, encabezaron esta transformación, ofreciendo una alternativa ética y sostenible a la producción convencional de carne.
A diferencia de las alternativas vegetales, la carne cultivada, desarrollada por empresas como Forma Foods, startup surgida en el Tec de Monterrey, se produce a partir de una biopsia del ganado. Las células madre extraídas se cultivan en biorreactores, ofreciendo la misma calidad nutricional y sabor que la carne convencional.
A pesar de la prevalencia de la carne en la dieta, los hábitos están cambiando. Según un estudio de Statista, el 86% de las personas en 21 países consumen carne, pero en Europa, el 46% ha reducido su ingesta. México, por otro lado, se posicionó como el sexto país que más carne consume en 2023.
La carne cultivada surge como una solución al problema ambiental asociado con la ganadería, responsable del 14.5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Producida con energía renovable, podría reducir estas emisiones hasta en un 92%, además de disminuir el uso de tierra y agua, y eliminar la necesidad de antibióticos.
“La carne cultivada en laboratorio es más costosa que la carne regular; sin embargo, estoy segura de que la carne de res original incrementará mucho sus costos, debido a la crítica situación ambiental. Crecer vacas podría convertirse en un lujo en menos de cinco años, mientras que la carne cultivada, lejos de encarecerse, se volverá más accesible”, explica Li Lu Lam Aguilar, directora general de Forma Foods.
Universidades lideran acciones climáticas
El año 2023 estuvo marcado por desafíos, especialmente en relación con el cambio climático. Eventos extremos, como los efectos del huracán Otis, subrayaron la urgencia de abordar la crisis climática.
Según la National Oceanic and Atmospheric Administration de Estados Unidos, los datos recopilados de enero a octubre resaltaron una inquietante realidad: había una probabilidad superior al 99% de que el año 2023 estableciera un récord como el más cálido jamás registrado.
“Los efectos del cambio climático no están ocurriendo solo en el Ártico o en la Antártida, sino que ya son generalizados en todo el mundo. Un dato importante publicado en un artículo de Nature indica que este año alrededor del 85% de la población mundial está viviendo de una forma u otra con los impactos del cambio climático”, destaca Luis Fernández Carril, coordinador académico de Ruta Azul, el proyecto del Tec para construir un futuro más sostenible.
Los siete continentes del mundo enfrentaron en 2023 eventos extremos y desastres climáticos. El curso del año estuvo marcado por incendios forestales, sequías, huracanes e inundaciones. Un caso especialmente cercano fue el del huracán Otis, que rompió récords de intensificación al pasar de tormenta tropical a huracán categoría cinco en tan solo 12 horas.
Y aunque el cambio climático no es responsable, por sí solo, de todos estos desastres naturales, sí hace que aumente drásticamente la probabilidad de que sucedan.
En la reciente Cumbre del Clima COP 28, los países se enfrentaron al imperativo de distanciarse de los combustibles fósiles, reconocido como un paso crucial para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas antes de 2050. A pesar de esta resolución firme, la ausencia de un plan de salida claro deja incógnitas sobre cómo se materializarán estas intenciones.
Sin embargo, la reunión en Dubai fue un foro crucial donde las universidades y las instituciones educativas desempeñaron un papel activo, presentando acciones concretas para combatir el calentamiento global y sus devastadores efectos.
En representación de México, el Tec de Monterrey tuvo una participación histórica, demostrando sus compromisos para avanzar en temas preponderantes como la acción climática y la sostenibilidad. A través de Ruta Azul, la institución asumió distintos compromisos medioambientales, incluyendo la meta de alcanzar la neutralidad de carbono a más tardar en 2040.
«La presencia del Tecnológico de Monterrey en una edición más de la COP demuestra el compromiso que tenemos como institución para catalizar la acción frente al cambio climático», comenta Fernández Carril.