En los modelos biológicos, la endogamia es el cruce entre individuos emparentados. Se puede observar en poblaciones aisladas debido a limitaciones en la disponibilidad de parejas, a la crianza selectiva o al aislamiento geográfico.
Aunque esta práctica permite conservar rasgos deseables y lograr homogeneidad, también reduce la diversidad, eleva el riesgo de patologías y limita la adaptación al entorno. Esto puede poner en peligro la supervivencia de las especies ante cambios ambientales.
Endogamia académica y su impacto
La endogamia académica se define por la contratación y promoción de académicos e investigadores formados en la misma institución en la que laboran, creando un ecosistema cerrado que condiciona la generación, la innovación y la difusión del conocimiento.
A escala global, las instituciones con altos niveles de endogamia o contratación interna (> 30%) reducen drásticamente la capacidad innovadora de sus académicos, lo que puede generar efectos negativos [5]. Por ejemplo, en Turquía, cada incremento de diez puntos porcentuales en el índice de endogamia se asocia con una disminución del 6% de publicaciones y con una reducción del recuento medio de citas por artículo [2].
En México, el problema es más grave: la tasa media de contratación interna en programas académicos se sitúa entre el 65% y el 75%, lo que limita la autonomía de los nuevos docentes y homogeneiza las metodologías de educación e investigación [1].
Es decir, en universidades mexicanas con niveles de endogamia superiores al 50% se genera una reducción cercana al 25% en la productividad investigadora e innovación educativa de sus académicos a lo largo de cinco años [3].
Orígenes de esta práctica
Se pueden observar varios factores institucionales que alimentan este fenómeno:
- Políticas de contratación que priorizan posiciones de poder y redes internas por encima del mérito externo.
- Comités de evaluación compuestos únicamente por académicos egresados de la misma casa de estudios.
- Ausencia de métricas transparentes y auditables que midan el desempeño de manera objetiva (a corto y mediano plazo) y que eliminen el sesgo de institución de egreso.
Estas prácticas refuerzan un circuito cerrado donde el acceso a fondos, plazas y liderazgo depende de los vínculos previos.
Principales efectos negativos
Cuando las universidades se cierran sobre sí mismas, contratando y promoviendo solo a sus propios egresados, se generan varios efectos negativos.
El primero es un ecosistema estancado que limita la innovación. La falta de diversidad intelectual y metodológica perpetúa ideas obsoletas, reduce el debate crítico y frena el surgimiento de nuevas disciplinas.
Otro efecto de este fenómeno es que debilita la competitividad científica, ya que impide atraer talento externo y dificulta la colaboración interdisciplinaria, clave para resolver los grandes desafíos actuales.
Además, la endogramia abre la puerta al nepotismo y al sesgo en la evaluación académica, donde las lealtades pesan más que el mérito. Esto desincentiva a investigadores brillantes que podrían enriquecer el entorno académico.
Por lo tanto, la endogamia académica no solo es una práctica excluyente: es una amenaza silenciosa para el dinamismo, la calidad y la relevancia de la ciencia.
Estrategias para romper el círculo
Para reactivar la actividad científica y asegurar la excelencia académica futura, es fundamental:
- Abrir convocatorias con comités de selección internacionales y multidisciplinarios.
- Implementar una revisión por pares anónima y diversificada, geográfica y disciplinariamente.
- Fomentar estancias largas de investigación (>3 años) en otras universidades e industrias.
- Definir indicadores de impacto, cualitativos y cuantitativos, auditables externos que evidencien la reducción de la endogamia en las nuevas contrataciones.
Cada medida promueve la incorporación de perspectivas frescas y nivela las oportunidades de desarrollo.
Romper con la endogamia; adoptar la apertura
La educación y la ciencia se enriquecen cuando su comunidad se nutre de miradas diversas y rigurosas. Romper la endogamia académica y científica no solo optimiza el uso de los recursos, sino que también fortalece la credibilidad del cuerpo investigador y potencia el impacto global de sus contribuciones y hallazgos.
Adoptar la apertura, la transparencia y la movilidad como pilares de altos estándares éticos es el compromiso que garantiza el enriquecimiento académico, las investigaciones sólidas y un alto impacto internacional.
Como afirma Philip G. Altbach: “La endogamia académica limita la contratación del mejor personal posible, solidifica estructuras jerárquicas y frena la innovación institucional.”
Referencias
- Argüelles, R. A. F., Cancino Marentes, M. E., & Flores García, A. (2005). La endogamia académica universitaria en México: Hacia una valoración del riesgo. Actualidad Universitaria, 2(05), 1–63.
- Inanç, Ö., & Tünzer, Ö. (2011). The effect of academic inbreeding on scientific effectiveness. Scientometrics, 88(3), 885–898. https://doi.org/10.1007/s11192-011-0360-2
- Horta, H., & Veloso, F. M. (2010). Navel gazing: Inbreeding and scientific productivity. Management Science, 56(3), iv–590.
- Altbach, P. G., Yudkevich, M., & Rumbley, L. (2015). Academic inbreeding: Local challenge, global problem. Asia Pacific Education Review, 16(2), 317–330. https://doi.org/10.1007/s12564-015-9379-1
Nota del autor
En este texto se usó la inteligencia artificial DeepSeek (2025) para apoyar su estructura, corregir conceptos y editar.
Autor
Silverio García-Lara es profesor investigador del Departamento de Bioingenieria, de la Escuela de Ingeniería y Ciencias, del Tec de Monterrey. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel 3.











