Las brechas socioeconómicas son uno de los factores más importantes que determinan nuestro desarrollo durante nuestros primeros años de vida.
De acuerdo con Marta Rubio-Codina, especialista en desarrollo infantil del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en México, las infancias con cinco años de edad que crecen en hogares vulnerables reconocen menos palabras que aquellos que lo hacen en hogares privilegiados. ”Reducir estas brechas requiere de la inversión en centros y servicios de atención infantil de calidad”, dijo.
Durante el Foro Internacional de Primera Infancia, donde se dio el lanzamiento del Centro de Primera Infancia, expertos hablaron sobre los sectores más vulnerables.
Infancia en riesgo
David Calderón, director de Calidad, Innovación e Impacto de Save the Children México, explicó que uno de los desafíos a los que nos enfrentamos es poder garantizar espacios seguros para la primera infancia y la lactancia para los diversos contextos sociales y económicos que existen en México, poniendo especial énfasis en las infancias migrantes.
“Hay decenas de miles de niñas y niños en esta etapa que son desplazados por la violencia y a quienes hemos olvidado”, dijo Calderón.
Otros de los retos mencionados durante el panel fueron la baja cobertura y calidad de los centros de atención infantil, la necesidad de sensibilizar e informar a servidores públicos sobre la importancia de cuidar la primera infancia, así como la creación de programas que estén basados en niños y niñas reales que se desarrollan en condiciones muy distintas dependiendo de su clase social.
También, es importante que las comunidades propicien interacciones entre la primera infancia y el resto de la sociedad que estén basadas en el entendimiento, la aceptación y la ternura.
Seguir midiendo con estudios, encuestas e investigaciones la calidad de la primera infancia en el país es fundamental. “No se puede cambiar lo que no se mide”, dijo Rubio-Codina.
Por último, los expertos señalaron que la movilización ciudadana es indispensable para que las infancias puedan tener un desarrollo óptimo.
“A veces pensamos que los problemas de los bebés, las niñas y los niños son de sus familias, pero no hay nada más lejano de la realidad”, dijo Aranzazu Alonso, coordinadora nacional del Pacto por la Primera Infancia.
Solamente a través de la cooperación de toda la sociedad y de exigir rendición de cuentas a los gobiernos se alcanzará una primera infancia plena para todos y todas.
“Las personas tenemos que hacerle saber a aquellos que nos gobiernan que este tema nos importa y que es una de nuestras más altas prioridades”, concluyó Alonso.
