El historiador Robert H. Barlow, en 1945, fue el primero en plantear que una serie de obras escritas por cronistas y tlacuilos (escritores e ilustradores indígenas) en el siglo XVI eran tan similares que –seguramente– tenían un origen común.
Se refería a una fuente primigenia en náhuatl que agrupó simbólicamente en la Crónica X, cuyos documentos originales están extraviados.
En un convenio de colaboración, las profesoras e investigadoras Paloma Vargas, de la Escuela de Humanidades y Educación del Tec de Monterrey, y Clementina Battcock, de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), reconstruyen y reinterpretan la Crónica X, a partir de los relatos posteriores que se basan en esa fuente perdida.
Qué es Crónica X náhuatl
Las guerras de conquista en el Altiplano Central, después de la caída de Tenochtitlan, fueron documentadas por los pueblos mexica-tenochca en una serie de relatos que se conocen como la Crónica X.
Hoy en día, esa fuente original está perdida, no obstante, sirvieron de inspiración para otras obras del siglo XVI, como el Manuscrito Tovar, el libro VII de la Historia natural y moral de las Indias de José de Acosta, el Códice Ramírez, el volumen correspondiente a la Historia de las Indias de la Nueva España e Islas de Tierra Firme de fray Diego Durán y la Crónica mexicana de Hernando Alvarado Tezozomoc.
Paloma Vargas explica que este proyecto tiene por objetivo “identificar y visibilizar los procesos de traslación de significado cultural que operaron a partir de la conquista en el altiplano central de México”.
La otra versión de las guerras de conquista
Los documentos son esenciales para reconstruir la historia de nuestro país. Se realizan estudios sobre los procesos de escritura, la recuperación de la tradición oral, el análisis de los ritos y el culto religioso nahua prehispánico.
“Intentamos contribuir al conocimiento de los elementos culturales indígenas que continuaron y se modificaron ante el proceso de aculturación derivado de la conquista”, advierte Vargas.
Las especialistas hacen una revisión de la historiografía virreinal temprana y documentan la influencia que tuvieron los procesos de contacto, de epistemes, y de formas de registro en el periodo.
“Es un caso paradigmático de culturas en contacto que demuestra cómo estos procesos de traducción y traslación de significado entre el mundo indígena y el europeo fueron ricos y complejos”, explica.
Interpretaciones a la Crónica X
La Crónica X es un modelo teórico que ya ha sido objeto de análisis de numerosos investigadores desde la segunda mitad del siglo XX.
El proyecto de Battcock y Vargas, titulado “La Crónica X: desmembrando su existencia a través de sus fuentes hermanas”, será objeto de otras interpretaciones a partir de la estilometría, minería de textos y estudio estadístico desde la perspectiva de las humanidades digitales para trabajar el corpus.
En un periodo de cinco años, que se contemplan en el convenio, las investigadoras realizarán un cotejo de las similitudes y diferencias de los textos y realizarán un análisis de la construcción del discurso desde la parte oral, la del códice, la imagen y la transliteración del náhuatl al castellano.
En agosto realizaron el primer seminario permanente de la Crónica X, la conferencia inaugural fue impartida por José Rubén Romero Galván, investigador en el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, y las dos siguientes sesiones fueron discusiones académicas cerradas.
Convenio entre instituciones
Para Clementina Battcock con este proyecto interinstitucional se proponen “realizar un análisis de los contenidos que han marcado desde hace más de siete décadas un importante reto hermenéutico y heurístico para la historiografía”.
A la par, se han publicado estudios que van desde ponencias nacionales e internacionales, hasta publicaciones científicas y tesis sobre la Crónica X.
El proyecto y el seminario se ocupan de revisar algunas disertaciones “con el objetivo de generar un intercambio académico que genere un amplio diálogo que construya posturas colectivas críticas para los estudios sobre la historiografía prehispánica y virreinal del siglo XXI”.