Si has arruinado alguna entrevista de un trabajo soñado por los nervios o atestiguado una falla deportiva en una justa importante, un nuevo estudio explica qué le pasa al cerebro cuando se bloquea bajo presión, lo que incluso puede hacer que el rendimiento sea inferior al promedio en estas situaciones.
Este fenómeno no es exclusivo de los humanos en situaciones similares arendir exámenes, pasar videojuegos o competir en deportes, resolver rompecabezas o entregar trabajos; también ocurre en algunos animales, según lo demostró la investigación realizada por neurocientíficos en Pittsburgh, Pennsylvania.
El equipo de expertos estudió a monos rhesus durante pruebas que consistían en mover el cursor de una computadora sobre un objetivo claro y observaron que, cuando se les mostraba una recompensa rara y excepcional, denominada como “el premio gordo”, su rendimiento motor disminuía.
Al observar a los monos, los científicos también notaron que el éxito era más común cuando las recompensas eran medianas o grandes, en comparación con las pequeñas. Esta mejora conductual podría reflejar un aumento en la motivación para completar tareas desafiantes, de acuerdo con los autores.
La relación entre estar bajo presión y la preparación motora
“Descubrimos que un mayor incentivo de recompensa incrementa la actividad neuronal durante la preparación del movimiento. (…) Concluimos que las señales neuronales de recompensa y la preparación motora interactúan en la corteza motora de una manera que podría explicar por qué nos bloqueamos bajo presión”, señala la investigación.
La preparación motora (se trata del cálculo y análisis que preceden a la actividad) beneficia la ejecución de movimientos rápidos y voluntarios, como los que realizaban los animales en las tareas del estudio.
“Cuando se ofrecían recompensas de ‘premio gordo’, los monos tenían un bajo rendimiento. Este efecto es un ejemplo de bloqueo por presión y se caracteriza por una relación en forma de ‘U invertida’ entre el rendimiento y la recompensa”, señala el trabajo publicado.
De las tres teorías que consideraron, el equipo de investigación halló más evidencia a favor de la hipótesis del “sesgo neuronal”, que propone que la recompensa anticipada interactúa con los aspectos clave de la preparación motora necesarios para el movimiento que se avecina.
El rendimiento por recompensas no es lineal
Es posible que, cuando se ofrecen grandes recompensas, los patrones de actividad neuronal relacionados con la preparación motora sean más adecuados para el objetivo conductual. Sin embargo, las recompensas tipo “premio gordo” podrían alterar estos patrones, haciéndolos menos efectivos.
Los investigadores explicaron que la relación en “U invertida” observada en las tasas de éxito puede explicarse por la tendencia de las recompensas crecientes a sesgar los patrones de actividad neuronal. Primero, estos patrones se acercan más a la zona óptima para la preparación del movimiento, pero con recompensas extremadamente grandes, se alejan de dicha zona.
La información de recompensa interactúa con la actividad relacionada con la preparación en la corteza motora. Cantidades moderadas de recompensa mejoran el rendimiento motor al llevar la actividad neural más cerca de una zona óptima de preparación de alcance.
Los resultados ayudan a entender cómo el comportamiento mediado por la recompensa no es lineal, añadió sobre el tema Bita Moghaddam, neurocientífica conductual de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón en Portland.
“Simplemente no rindes mejor a medida que aumenta la recompensa”, dijo Moghaddam a la revista Nature sobre la falta de información y estudios de otras regiones en el cerebro durante pruebas con premios grandes que podría ser valiosa para esta investigación.
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