No acercarse al televisor, tallarse continuamente los ojos e incluso dormir boca abajo, han sido algunos de los mitos y consejos sobre el cuidado de los ojos que han pasado por generaciones e incluso llegado a las redes sociales, pero ¿hasta qué punto se puede confiar en ellos?, ¿existe ciencia detrás que avale estas sugerencias?
Cuidado de los ojos: mitos y realidades
En entrevista, Jorge Valdez García, editor científico en TecScience, especialista en oftalmología e investigador científico en Ciencias de la Salud, explica que existen diversas prácticas que pueden no representar un riesgo grave para la salud ocular, aunque algunas de ellas pueden ser síntomas de problemas graves.
Una de las creencias más extendidas en la actualidad es que la idea de estar cerca de una pantalla como la de un teléfono móvil o una computadora, puede dañar los ojos.
Valdez señala que, si bien, estar frente a una pantalla por periodos prolongados puede causar fatiga visual, no necesariamente conduce a daños oculares aunque existen padecimientos que pueden agravarse con el tiempo.
¿Cómo afecta la pantalla los ojos?
Pasar mucho tiempo concentrado en un mismo punto como una pantalla −e incluso en un libro− puede causar fatiga visual, resultado del esfuerzo continuo que los ojos realizan para enfocar la pantalla o seguir movimientos rápidos, provocando cansancio, sequedad ocular y dolores de cabeza.
“Nunca ha sido malo ver una pantalla de cerca, más bien, alguien que tiene que acercarse para ver, probablemente, tenga algún padecimiento como miopía”, explicó Valdez.
Otro aspecto que aborda es la recomendación popular de no leer en la oscuridad o con poca luz y señala que, aunque leer en condiciones de poca iluminación puede forzar la vista y cansar los ojos, no existe evidencia contundente que respalde la idea de que esto ocasione daño permanente en la visión.
Aún así, sugiere que siempre exista una iluminación adecuada durante los periodos de lectura para reducir la fatiga ocular y mejorar la comodidad visual.
En el tema de frotar los ojos, Valdez explica que más allá de este acto, en ocasiones es resultado de una alergia, ojo seco o irritación, lo que provoca la necesidad de rascar los ojos por encima de los párpados.
“Frotar los ojos de manera excesiva puede irritar los tejidos sensibles alrededor de los ojos y empeorar los síntomas. En su lugar es mejor ir con un especialista y buscar la causa de la irritación y tratarla adecuadamente”, señala Valdez.
La ciencia detrás del mito del cuidado de los ojos
Valdez señala que existe un riesgo en creer en los consejos de redes sociales o incluso en mitos que han pasado de generación en generación y se han instalado en la cultura popular.
Ante esta situación aconseja buscar información en fuentes científicas verificadas y con expertos y especialistas.
Hay mucha información que no es necesariamente real, «entonces, siempre que tengamos un padecimiento o una duda hay que revisar fuentes fidedignas”, dice Valdez.
Dentro de sus recomendaciones está la Academia Americana de Oftalmología, así como los profesionales médicos.
En cuanto a los remedios caseros, señala que algunos de ellos pueden afectar a un tratamiento, sin embargo, se estudia constantemente cuáles de ellos pueden ser benéficos en algunos casos.
Incluso, recomienda hacer búsquedas en Internet, siempre que sean de fuentes científicas oficiales, ya que, como pacientes, informarse sobre algún padecimiento con información verídica, puede ayudar al médico en el diagnóstico y tratamiento.
Enfermedades raras y mejores diagnósticos
Existen también padecimientos que para algunos son todavía desconocidos, como por ejemplo el queratocono, un adelgazamiento y distorsión de la córnea en una forma de cono, haciendo que los rayos de luz se desenfoque y vuelvan la visión borrosa y distorsionada, según la American Academy of Ophthalmology.
Valdez señala que este tipo de enfermedades −consideradas raras− eran difíciles de diagnosticar en el pasado, pero conforme han ido apareciendo mejores y más precisos métodos de diagnóstico, comenzaron a detectarse y tratarse de mejor manera.
“Hoy es muy preciso el diagnóstico que hacemos y también hay más profesionales que nos dedicamos a eso. Incluso tenemos tratamientos innovadores para detener el avance de este padecimiento”, explicó Valdez.
De igual manera señala que la ciencia, investigación y tecnología continúan avanzando, brindando nuevas herramientas para el cuidado de los ojos como la reducción de luz azul en las pantallas para no afectar los ciclos de sueño de las personas, pero también nuevos retos, como por ejemplo los visores de realidad virtual y aumentada que pueden aumentar la resequedad de los ojos.
“Hasta el momento es la misma recomendación que con las pantallas, tener una graduación correcta, no excederse en su uso y medir la humedad y recordar que lo más valioso que tenemos es a los especialistas y expertos médicos”.