La expectativa de vida en México ha aumentado, pero el hecho de que nuestra población sea más longeva no significa que envejecemos de forma saludable. Por ello, uno de los mayores retos que enfrenta el país a futuro es garantizar que la vejez se viva de forma sana.
Para que esto suceda es necesaria una política de Estado que le dé prioridad a esta etapa de la vida y suficiente apoyo económico.
Javier Dávila, secretario de la Mesa Directiva de la Academia Mexicana de Cirugía, dijo que ahora vivimos más, pero no tenemos longevidad sana.
“A los secretarios de Salud les dan un presupuesto muy acotado y les dicen ‘buena suerte’. La política del Estado mexicano debe reforzarse para afrontar el envejecimiento de la población, en todos los aspectos. ¿Cómo hacer que el envejecimiento sea exitoso? ¿Qué vamos a hacer con el pasivo laboral de pensiones? Es una bomba de tiempo”.
Su reflexión sucedió durante el panel Innovación en Salud: Envejecimiento y Seguridad Alimentaria, en el Synergy Forum, un evento de la Escuela de Ingeniería y Ciencias (EIC) en donde presentaron su nueva estrategia de investigación.
El panel fue dirigido por Cristina Chuck, líder del núcleo de investigación en Salud de la EIC, donde participaron médicos, investigadores y emprendedores expertos en el tema.
Durante el encuentro, debatieron sobre los cambios que necesitan suceder a nivel de gobierno, empresas, investigación y sociedad, para que el envejecimiento sea una prioridad nacional y se pueda vivir con dignidad.
Envejecimiento saludable: no tenemos que ser una carga
Para poder avanzar hacia un futuro donde los adultos mayores puedan vivir de forma independiente, activa y saludable, se necesita la participación de todos los sectores de la población.
“Tenemos que ponernos de acuerdo en cómo hablamos del envejecimiento y qué pensamos sobre él”, dijo María del Carmen García, directora general del Instituto Nacional de Geriatría.
De acuerdo con ella, envejecer ha sido sinónimo de un evento trágico, en donde las personas nos convertimos en una carga para la sociedad. Pero, añadió, una parte importante de los adultos mayores sigue siendo económicamente activa, “algunos incluso son cabeza de familia”.
Con esto en mente, los participantes del panel propusieron que el envejecimiento se vuelva un tema prioritario en la agenda nacional y que se impulse la colaboración entre empresarios, investigadores y tomadores de decisiones para que productos y servicios enfocados en mejorar la calidad de vida de los adultos mayores −realmente− alcancen a todos.
Susana Castro, investigadora del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), opinó que con investigación científica básica se pueden entender las bases moleculares que ocasionan que el envejecimiento sea un factor de riesgo para padecer enfermedades crónicas o algunos tipos de demencia.
Con ciencia aplicada, ese conocimiento podría ser usado para reducir el impacto del envejecimiento celular.
“Si todos establecemos un objetivo común para solucionar el envejecimiento desde la parte medular, todos podemos llegar bien a los 100 años”, añadió Rodrigo Ulloa, senior manager research and New Business Development de los Laboratorios Columbia.
