Poner al centro la evidencia científica, así como la colaboración entre funcionarios públicos, expertos en salud y la sociedad civil son aspectos clave para mejorar el sistema de salud mexicano que actualmente enfrenta una crisis.
Expertos en salud, políticas públicas y exfuncionarios publicaron un artículo en The Lancet donde analizaron las dificultades a las que se ha enfrentado nuestro sistema de salud en la búsqueda de una cobertura universal, debido a la polarización política y la pandemia.
El texto aborda las consecuencias del reemplazo del Seguro Popular por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) en un momento en el que el país debía responder ante la crisis de salud provocada por la pandemia de Covid-19.
Ahí, concluyeron que las reformas deben estar diseñadas para ser flexibles, pero protegidas contra la volatilidad política. Advierten que los sistemas de salud deben ser construidos y administrados de manera que sean estructuralmente permeables, flexibles y adaptables a incorporar la innovación que se requiere para adaptarse a las cambiantes necesidades de salud guiada por nueva evidencia.
Los especialistas hablaron sobre el estudio y los retos en el panel El futuro de la salud en México, a 20 años del Seguro Popular en el Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México.
«Tenemos que pensar en convertir la salud en un derecho social y no solo en uno laboral», Felicia Knaul. (Foto: Cortesía TecSalud)
Renovar, no desaparecer
“Hubiera sido mejor renovarlo”, opinó Felicia Knaul, directora del Instituto de Estudios Avanzados para las Américas y primera autora del artículo, en entrevista con TecScience. “Nadie está diciendo que después de 15 años el Seguro Popular nos quedaba bien, había mucho que mejorar”.
Durante el evento, los panelistas, que incluyeron a Mariana Campos, directora general de México Evalúa; Francisco Moreno, médico especialista en infectología del Centro Médico ABC ; Jaime Sepúlveda, director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global; Gustavo Merino, líder de la Unidad de Política Pública en Salud del Institute for Obesity Research; Julio Frenk, presidente de la Universidad de Miami y Knaul, guiados por Guillermo Torre, rector de TecSalud y vicepresidente de Investigación del Tec de Monterrey, discutieron cuáles fueron los aspectos más importantes revelados por el artículo y qué necesita el país para alcanzar un sistema de salud que proteja a todos por igual.
Entre algunas de las cifras que revelan el estado de crisis en el que se encuentra nuestro sistema de salud está el hecho de que la detección temprana de enfermedades bajó a niveles nunca antes vistos, con una reducción del 21% en detección oportuna de cáncer de mama, por ejemplo.
Desde la eliminación del Seguro Popular, 34.4 millones de mexicanos no cuentan con ninguna forma de seguridad social en salud. “La cifra es más cercana a 50 millones”, consideró Campos.
En materia del presupuesto gastado en salud pública, el país apenas invierte alrededor del 2.6% del PIB, un valor muy alejado del 7% que se invierte en Argentina y Brasil.
Además, explicaron que el 52% de las consultas de atención primaria de salud son privadas y se dan, en su mayoría, en consultorios de las farmacias de la esquina.
El futuro del sistema de salud mexicano
Para los panelistas, lo más importante que evidenció el artículo es la necesidad de basar las políticas públicas en salud en evidencia científica.
“La salud y la educación, deben ser políticas de Estado que se sustraigan de la polarización y la contienda partidista”, expresó Frenk, exsecretario de Salud en México.
Otro aspecto clave para el futuro del sistema de salud, será fortalecer la colaboración entre lo público y lo privado, un aspecto estigmatizado en la administración actual. “Es casi una satanización que se ha dado en contra de todo lo que sea privado”, dijo Sepúlveda.
Además, la colaboración entre los funcionarios públicos, expertos en salud y la sociedad civil, será necesaria para garantizar que todos los mexicanos tengan acceso a la atención de su salud, independientemente de si son asalariados o no.
“El diseño y la implementación de un sistema de salud requiere de la retroalimentación de los médicos y que están operando en el sistema”, dijo Torre.
Por último, es necesario invertir más y crear mecanismos de financiamiento que protejan a los ciudadanos. “Hay que humanizarlo, en el momento más vulnerable de una familia, cuando hay un miembro enfermo, a esa tragedia se le agrega una tragedia financiera, la bancarrota de esa familia”, dijo Frenk.
Con las elecciones cercanas, “esperemos que este artículo sirva como un ingrediente para darle objetividad, racionalidad y civilidad al debate público tan urgente que le espera a nuestro país”, dijo Frenk.