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“Los próximos años serán la era dorada de terapias contra el cáncer”

El médico y científico, Ronald DePinho, explica la relación de la disfunción de los telómeros con el cáncer y el envejecimiento.
Ilustración de Ronald DePinho con un microscopio
Sus padres, inmigrantes portugueses de bajos recursos radicados en Nueva York, lo apoyaron para continuar con sus estudios. (Foto: Cortesía / Ilustración: Blair Frame / TecScience)

La misión de vida de Ronald DePinho es luchar contra el cáncer a través de la investigación científica.

En la charla Gigantes de la Medicina, llevada a cabo el 16 de mayo de 2023 y organizada por TecSalud, DePinho conversó con Guillermo Torre, rector de TecSalud y vicepresidente de Investigación del Tec de Monterrey, sobre los mayores logros de su carrera.

DePinho es médico investigador, expresidente del Centro de Cáncer MD Anderson de la Universidad de Texas. A pesar de que sus padres eran inmigrantes portugueses de bajos recursos viviendo en Nueva York, con su apoyo, alcanzó niveles de éxito que nunca hubiera imaginado.

“Cada capítulo fue uno que no anticipé”, dijo.

Por su incansable trabajo en cáncer, ha recibido múltiples premios y distinciones como el Premio Clowes Memorial de la Asociación Americana de Investigación de Cáncer (AACR, por sus siglas en inglés), la Medalla de Honor Ellis Island y fue nombrado Comendador de la Orden de Santiago de la Espada, Portugal.

Ronald DePinho, nace un gigante

Su pasión por la ciencia comenzó cuando en la secundaria diseccionó a una rana y quedó fascinado. Tenía ganas de entender la complejidad de un cuerpo vivo. “Me volví adicto a la biología instantáneamente”, expresó.

A pesar de que su primer amor fue la investigación, también quería estar en contacto con las personas y tener ese “profundo vínculo que tienen los médicos o proveedores de servicios de salud con sus pacientes”, recordó.

Con esto en mente, estudió biología en la Universidad de Fordham, Nueva York, de donde se recibió con honores. Enseguida, hizo una maestría en microbiología e inmunología de la Escuela de Medicina Albert Einstein, Nueva York.

Después de titularse, hizo una pausa para dedicarse a ser médico y terminar su internado y residencia en medicina interna en el Centro Médico Presbiteriano de la Universidad de Columbia. Atendiendo pacientes, se percató de que lo que más le interesaba era entender qué ocasiona las enfermedades, no solamente cómo tratarlas.

Fue entonces que decidió continuar con un posdoctorado en la Escuela de Medicina Albert Einstein, en Nueva York. Ahí surgió la pregunta que guiaría el resto de su carrera: ¿por qué el envejecimiento causa cáncer?

“Estábamos muy interesados en tratar de comprender y responder esta pregunta básica, porque este es el factor más importante para el desarrollo de la enfermedad”.

Cáncer y envejecimiento

En el Departamento de Microbiología e Inmunología de la Escuela de Medicina Albert Einstein, DePinho se enfocó en estudiar a los telómeros y su relación con el cáncer y el envejecimiento.

Los telómeros son los extremos de los cromosomas, que −a su vez− son las estructuras en las que se organiza nuestro ADN dentro de las células. Su función es darles estabilidad a los cromosomas y, se ha observado, que conforme las especies van envejeciendo se van haciendo más cortos, lo cual causa daño a las células y las lleva a su muerte.

En colaboración con Carol Greider, quien ganó el Premio Nobel de Medicina en 2009 junto con otros dos investigadores, creó el primer ratón knockout de telomerasa. Los ratones knockout son modificados genéticamente para eliminar un gen o parte del ADN y, así, poder observar para qué sirve ese gen o región en particular.

Estos ratones permitieron a DePinho y sus colaboradores profundizar en su comprensión sobre la relación de la disfunción de los telómeros con el cáncer y el envejecimiento. Lo aprendido también fue útil para entender otras enfermedades degenerativas, como la fibrosis.

Conforme su interés por el cáncer creció, tomó la decisión de mudarse a Boston para fundar su laboratorio en la Universidad de Harvard. Ahí, su principal objetivo fue mejorar la precisión del desarrollo de fármacos contra el cáncer. “Usamos ciencia para identificar blancos genéticos del cáncer y crear drogas contra esos blancos”.

En Boston, fundó el Instituto Belfer de Ciencias del Cáncer Aplicadas donde pasó 14 años antes de presidir el Centro de Cáncer MD Anderson de la Universidad de Texas. Ya en Texas, uno de sus mayores logros fue fundar el Moon Shots Program, enfocado en acelerar la aplicación del conocimiento adquirido en tratamientos efectivos para curar muchos tipos de cáncer.

El futuro de la lucha contra el cáncer

De acuerdo con DePinho, el futuro de la lucha contra el cáncer estará enfocado en buscar terapias dirigidas a mecanismos de regulación más allá de las células T, un tipo de glóbulo blanco que se ve afectado en el desarrollo de la enfermedad y no puede destruir a las células cancerosas.

“Los próximos 10 a 20 años serán la era dorada de terapias contra el cáncer. Son tiempos emocionantes, porque, ahora, tenemos la tecnología para poder hacer un asalto decisivo al cáncer”.

Además, enfatizó que, para poder realmente vencerlo, es indispensable enfocar esfuerzos en la prevención y detección temprana del cáncer, ya que hasta el 50% de los distintos tipos pueden prevenirse.

A los estudiantes de medicina que buscan dedicarse a la investigación y llegar tan lejos como él, aconsejó que: “si quieres ser exitoso, trabaja duro y trata a los demás con respeto, si haces eso, no solo tendrás éxito, tal vez −incluso− seas líder”.

También, recordó la importancia de ir a estancias en laboratorios y conseguir mentores para saber si es realmente la investigación lo que les interesa, además de hacer equipo. “Todo lo que he logrado fue porque trabajé con personas increíbles en mi laboratorio que creían en la ciencia que estábamos haciendo”.

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Autor

Inés Gutiérrez Jaber