Tendencias como el diseño de edificios sustentables, pinturas que absorben el CO2 del ambiente y hasta el uso de Inteligencia Artificial, fueron compartidas por expertos dentro de la iniciativa Air Community, que busca hacer la industria de la ventilación y el aire acondicionado más sostenibles.
En la conversación, los líderes destacaron la necesidad de investigar, innovar y transformar la industria del aire, haciendo uso de tecnología, eficientando los procesos y reduciendo la huella de carbono, así como promoviendo certificaciones y adoptando una economía circular.
En el panel llamado Transforming the air we breathe: Innovation, challenges and solutions for air quality, en el marco de INCMty 2023, participaron Eduardo Daniel Sánchez, director de la Agencia de Energía de Nuevo León, Eleazar Rivera, fundador del grupo de consultoría ÉRGON, Chantal Chalita, consultora ambiental en TIUMA, Ecowa y SGG y fue liderado por Paloma González de la empresa DAIKIN.
Durante la charla, destacaron la necesidad de concientizar sobre el aire y cómo podría convertirse en una industria más sostenible e innovador, siempre y cuando se aborde desde diversos sectores como el gobierno, las empresas y la misma comunidad dentro y fuera de sus hogares.
“Necesitamos innovación constante para abordar este tema, especialmente porque es un círculo vicioso, entre más aire acondicionado usamos, más se calienta el planeta”, dijo Paloma González.
Gobierno, industria y sociedad, juntos por el aire
Eduardo Sánchez señaló la importancia gubernamental dentro de la creación y mejora de políticas públicas para mejorar la calidad del aire.
Especialmente, en escenarios como el que se vive en el noreste mexicano, donde la demanda de los sistemas HVAC (Calefacción, Ventilación y Aire acondicionado) demandan una creciente cantidad de energía, relacionada al crecimiento económico de la región.
Según señaló Eleazar Rivera, se requiere de un avance tecnológico dentro de la industria para mejorar la eficiencia de los equipos y también para abordar problemas fundamentales, como por ejemplo la investigación de productos refrigerantes que no tengan un impacto ambiental negativo.
Otro de los aspectos tecnológicos es la posibilidad de recuperar el calor de los equipos para utilizarlos como un insumo dentro de otro proceso.
“La ventilación lo que hace es mover el aire caliente hacia otro lado, a donde no lo necesitemos, pero, si pudiéramos usarlo, tendríamos una fuente de energía. También hay que explorar este tema de la economía circular”, explicó.
Un punto de inflexión y cambio en la cultura
Chantal señaló que la pandemia sirvió como un punto de inflexión para notar que no toda la arquitectura, el diseño de edificios, ni los sistemas de ventilación, eran suficientes para mantener una calidad del aire interior.
Esto abrió la puerta a la investigación y desarrollo de tecnología nueva y ya existente, como la luz ultravioleta o los purificadores de aire, para garantizar un ambiente seguro.
Otro de los aspectos mencionados por los expertos fue la necesidad de concientizar a nivel empresarial y organizacional sobre las soluciones del cuidado del aire, evitando caer en el llamado greenwashing, o publicidad engañosa de productos o servicios supuestamente ecológicos.
“El greenwashing más grande es que confundimos la filantropía con la responsabilidad social”, señaló Chantal.
La especialista dijo que no solo debe gastarse dinero en acciones ambientales, sino tomar consciencia de cómo se obtienen las ganancias e integrar la ecología a estos proyectos.
“Hay que generar conciencia, tanto en la industria, como en el gobierno y la población. No solo se trata de quejarse sino de exigir y buscar soluciones”, finalizó Sánchez.
