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Tec y Cardiol Therapeutics investigan cómo el CBD puede mejorar la función cardiaca

La empresa canadiense y el Tec de Monterrey investigan terapias médicas mediante el uso de CBD; los estudios están en una etapa preclínica.
imagen de un laboratorista usado cbd
Este compuesto es un derivado del cannabis, pero, a diferencia del tetrahidrocannabinol conocido como THC, el CBD no tiene efectos psicoactivos. (Foto: Getty Images)

Un compuesto de origen natural ha despertado la curiosidad de los científicos. El CBD se contempla como una opción por su potencial antiinflamatorio y se acerca, cada vez más, a la investigación sobre el corazón y las enfermedades cardiacas.

Ante esto, la empresa canadiense de biotecnología Cardiol Therapeutics y el Tecnológico de Monterrey realizaron una alianza para trabajar juntos en el área de investigación de terapias para resolver enfermedades y padecimientos cardiacos mediante el uso de esta molécula no psicoactiva. 

Omar Lozano, profesor-investigador del Tec de Monterrey y miembro del Institute for Obesity Research explica, en entrevista para TecScience, cómo Cardiol Therapeutics realiza investigación enfocada −especialmente− en la insuficiencia cardiaca con ayuda del Tec.

La empresa fue fundada en 2016 por David Elsley y estableció una relación con Guillermo Torre, vicepresidente de Investigación del Tec y rector de TecSalud.

Esta relación llevó a la alianza de colaboración en la que se sumó un grupo de investigadores como Omar Lozano y Gerardo García, con la intención de establecer una plataforma de estudio para modelos de insuficiencia cardiaca y de apoyo al diseño de protocolos clínicos.

“Esta empresa tenía una serie de tecnologías y moléculas que quería probar. Empezamos con estudios preliminares en 2017 y 2018 y el año pasado logramos identificar que el CBD tenía un gran potencial”, dice Lozano.

Uso de CBD para enfermedades cardiacas

La alianza entre Cardiol y el Tec de Monterrey se basa en la colaboración para desarrollar estudios y protocolos clínicos relacionados con la insuficiencia cardiaca.

Una de las principales acciones dentro de la alianza entre ambas organizaciones es la exploración de diferentes formulaciones y moléculas para encontrar nuevos tratamientos.

Hasta la fecha, en esta alianza, se han llevado a cabo investigaciones preclínicas usando cannabidiol o CBD, como protector en el sistema cardiovascular.

Este compuesto es un derivado del cannabis, pero, a diferencia del tetrahidrocannabinol conocido como THC, el CBD no tiene efectos psicoactivos.

También, se investiga el uso de CBD y otras moléculas diversas en diferentes modelos de insuficiencia cardiaca, incluidos algunos con origen metabólico o relacionados con temas de obesidad y sobrepeso.

Por ejemplo, una investigación de 2022, Terapia con cannabidiol para la insuficiencia cardíaca crónica previene la hipertrofia cardíaca realizada por Gerardo García y Omar Lozano junto con otros investigadores del Tec y del Institute for Obesity Reserarch, señala que el CBD tuvo efectos positivos en el corazón de ratones.

Estos efectos incluyeron: mejora de la función cardíaca, una reducción de la fibrosis o tejido cicatricial en el corazón y la prevención del aumento de tamaño de las células cardiacas, conocida como hipertrofia.

Estas moléculas de CBD redujeron la inflamación del corazón y mejoraron las funciones de las células de este órgano a la par de reducir sus daños, por lo que su aplicación médica puede considerarse benéfica, al menos en las pruebas con animales.

“De nuestro lado, estamos llevando a cabo los experimentos a nivel preclínico, como estos modelos animales con los que vemos principios de efectividad clínica y si es el caso llevarlos a estudios clínicos como tal”, explica Lozano.

Beneficios mutuos

El investigador añade que la alianza entre Cardiol Therapeutics y el Tec de Monterrey ha tenido beneficios para ambas partes. Mientras que la empresa canadiense puede aprovechar el conocimiento y experiencia en investigación preclínica del Tec, la universidad puede participar activamente en la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos. 

«En conjunto, analizamos los resultados que nosotros estamos proveyendo y llegamos a un consenso sobre cuáles son las mejores opciones. Nosotros, desde un punto de vista del modelo, y ellos desde el punto de vista de llevarlo al mercado», explica.

Tras los estudios preclínicos, realizados en el Tec de Monterrey, Cardiol Therapeutics envió el estudio para su aprobación a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), quien se encarga de la eficacia de los tratamientos médicos y fármacos.

“Se dio esta relación de confianza, de tal manera que −actualmente− somos el brazo principal de investigación y desarrollo (de Cardiol Therapeutics). Ha sido fruto de un trabajo de los últimos años y lo que esperamos es continuar con ellos en esta alianza para poder ir analizando moléculas, tecnologías y formulaciones con potencial para trasladarlo a algo más”, dice Lozano.

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Autor

Asael Villanueva